¿Qué hacer cuando un familiar
o amigo está en una secta? El portal católico Aleteia
ha publicado la respuesta del experto Vicente Jara, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las
Sectas (RIES). Según él, nunca hay que perder la esperanza, y por eso propone
unas pautas para saber cómo actuar, que resumimos a continuación.
Como respuesta general a la
cuestión, Jara afirma que se puede ayudar a un familiar o amistad a salir de
una secta. No hay que perder la esperanza. Pero más que un acto concreto será
un proceso, muchas veces largo. En este proceso deberá implicarse la familia,
los amigos, y especialistas en sectas y en psicología clínica.
SALIR DE UNA SECTA
SALIR DE UNA SECTA
La secta nunca es un lugar
adecuado en el que estar. Sabemos además que de las sectas se sale. Muchas
personas permanecen, pero muchas otras logran salir. En definitiva, cuando
dentro del grupo no se satisfacen las expectativas y uno cree que fuera puede
lograrlas, y además se da un detonante capaz de vencer la resistencia al
cambio, se produce la salida de la secta. No es fácil, es un proceso difícil y
doloroso.
Hoy en día, dentro de las
agrupaciones sectarias, existen muchas que son de estructura menos rígida, más “light", más volubles, más permeables en la
forma de entrar y también de salir, sobre todo en la Nueva Era. En ellas las
personas entran y salen con gran libertad, dejan un grupo, dejan un sanador o
gurú, y van a otros.
Las sectas siempre engañan, pero también ofrecen cubrir necesidades en
los adeptos. Además, son lugares que impiden el flujo y movimiento de
información con el exterior, los sentimientos, comportamientos y pensamientos
del adepto mediante procesos de premio y castigo, mediante anulación del
sentido crítico y coerción psicológica.
TIPOS DE ADEPTOS
TIPOS DE ADEPTOS
a)
Niños. Si es menor de edad la
protección legal y la subordinación a sus padres es clave en un Estado de
Derecho. Aquí el mayor problema está en los casos de sectas donde los padres
han entrado con niños, o incluso peor, donde los niños han nacido ya dentro de
la secta.
b)
Adolescentes. Periodo complicado en el que, sin embargo, al ser menores de edad, la
actuación de psicólogos y especialistas en sectas suele ser en general
altamente positiva.
c)
Adultos. El gran problema estriba en
cuánta libertad de actuación existe en las
d)
Enfermos y mayores. Son un colectivo muy expuesto a las sectas, que sólo buscan su dinero y
bienes. Por la debilidad propia, son fácilmente manipulables. A veces la
captación de las sectas ocurre en los mismos hospitales y centros de salud.
También está el caso de personas enfermas, que no encontrando soluciones en la
medicina oficial científica, acuden a todo tipo de sanadores
PISTAS PARA LA AYUDA
PISTAS PARA LA AYUDA
- Alta
implicación de la familia, amigos, profesores, agentes de pastoral, sacerdotes,
etc
- Contar con la
ayuda de especialistas en sectas, psicólogos, y a veces, de abogados.
- Es un proceso,
a veces lento y doloroso, con recaídas y retrocesos. No perder la esperanza.
- A veces el
afectado ha huido de una situación familiar o social desesperada, o buscando lo
que no tenía o no encontró en su entorno. Es necesario sanar y restablecer las
condiciones previas.
- No calificar
al grupo como secta, lo que siempre tiene connotaciones negativas.
- El afectado
debe ir poco a poco reconociendo al grupo como una secta, pero ha de hacerlo
por sí mismo, nunca de manera directiva por parte de otros. Sólo así él irá
viendo por sí mismo la realidad del grupo sectario.
- No cortar
nunca las vías de comunicación con el afectado. Estar disponibles para que el
afectado hable con confianza. Escucharle y no aleccionarle.
- Ofrecer
siempre cercanía y amor incondicional al afectado. La mayoría de los adeptos
permanecen en la secta por el que dirán sus familiares y amigos al volver.
- En los
primeros momentos la persona puede estar muy alejada de sus familiares y
amigos. Ser pacientes, el afectado ha sido dañado en sus juicios
lógico-críticos y en sus propios sentimientos.
- El diálogo con
el tiempo deberá ser más frecuente, más íntimo, más profundo. Irá dándose de
manera natural y gradual. Al principio no abordar temas conflictivos o
profundos, sino entablar diálogo general y superficial de temas cotidianos.
- Interés real
en las actividades y en el grupo sectario en el que ha estado o está. El
afectado ha de notar y sentir de manera efectiva que “sus cosas” son
importantes para sus familiares y amigos.
- No agobiar al
afectado con llamadas telefónicas o mensajes. Estar disponibles para él; él irá
recuperando la confianza y venciendo los miedos que le han construido contra su
mundo anterior.
- Conforme se va
obteniendo información del grupo sectario y los procesos de captación vividos
hay que ponerlos en conocimiento de especialistas en sectarismo y psicólogos
especializados.
- Valorar lo que
el grupo ofrece de positivo, pero mostrar que no todo es tan perfecto en esa
agrupación. O que hay más motivaciones y fines que los simples y aparentes.
Hacerlo a modo de sugerencias.
- Distinguir
ante el afectado entre los integrantes de las bases y los líderes de la secta.
- Evitar buscar
culpables.
- No dar dinero
al afectado sino ayudarle de manera directa en lo que necesite.
- Volver a traer
al recuerdo del afectado momentos alegres del pasado.
- Ayudar al
afectado a proyectarse de manera feliz, libre y autónoma, en un futuro que él
construya al margen del grupo sectario.
- Buscar
asesoramiento jurídico si fuera necesario.
- Contar con la
ayuda de especialistas en esta problemática y no acometer en solitario un
proceso de este tipo.
- Acudir a Dios
pidiendo por el afectado y por el buen desarrollo del proceso de ayuda.
- Se puede pedir
ayuda a la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Secretaría de
España: ries.secr@gmail.com.
Secretaría de Iberoamérica: ries.america@gmail.com.
Secretaría RIES
No hay comentarios:
Publicar un comentario