Después de hacer
rituales en puntos naturales como ríos, montes, lomas y árboles sagrados, los babalawos cubanos (sacerdotes de la
santería) se encierran en un cuarto sagrado el 31 de diciembre. Lo
cuenta Sarah Moreno en El Nuevo Herald.
Se unen los dos grupos
principales de líderes de las religiones afrocubanas en la isla, el
independiente, dirigido por Miguel Febles Padrón, que preside la Comisión
Organizadora de la letra, y el oficial, Asociación
Cultural Yoruba de Cuba, que presta además su sede para el encuentro de
los babalawos. Así, apoyándose en el sistema
de adivinación Ifá –16 semillas de palma Cola– se obtiene la “Letra del Año”, que después se da a
conocer a los religiosos santeros y al público interesado al principio del año.
Los babalawos de la Comisión
de la Letra del Año recomendaron para este año cuidar el medio ambiente,
revisar el sistema educacional y mantener una buena conducta social y moral,
dijeron en una conferencia de prensa. También dieron a conocer que la divinidad que gobernará el año 2018 es
Yemayá, acompañada de Eleguá; es por ello que la bandera del año es
mitad blanca mitad azul, con ribetes negros.
La santería o Regla de Ocha es muy popular en la isla caribeña de 11,2
millones de habitantes, que esperan con ansiedad cada enero para conocer sus
pronósticos en el nuevo año.
LEER “ENTRE LÍNEAS” EN CUBA
Esta “Letra
del Año”, que también obtienen los babalawos en Miami, es un pronóstico
que cada vez adquiere mayor importancia en ambas orillas. Acostumbrados a leer
entre líneas, los cubanos de la isla
pueden imaginar lo que la “Letra” dada por los
babalawos locales no puede decir abiertamente.
Por su parte, en Miami, el Oba
Ernesto Pichardo, presidente de la Iglesia
Lukumí Babalú Ayé, ayuda con la interpretación de la Letra poniéndola en
“el contexto analítico” de la isla. “Hay que tomar en cuenta las condiciones sociopolíticas
del país, porque en Cuba todo es
política”, dice Pichardo a
El Nuevo Herald en su casa del sur de Miami.
“Hay
que analizarlas en su contexto, no desde la perspectiva de acá. Hay que
entender que allá ciertas cosas se
omiten o tienen que decirlas diferentes. La función de nuestra iglesia
es ponerla desde un punto de vista coherente para el que vive aquí”, señala.
Pichardo explica así el
significado que puede tener unos de los refranes más intrigantes del signo de
la Letra del Año: “Los padres no piden bendición
a los hijos”. “Esa frase es muy
manipulable en el contexto de Cuba”, apunta. “Si un padre es un sociópata, ¿el hijo debe serlo
también?”. En un ambiente y cultura psicópata, decir
que el hijo no tiene otras opciones es “una
frase muy conveniente”, afirma.
Pichardo también señala que
para las personas interesadas en el estatus quo, este signo puede hablar de
conspiraciones. Una de las recomendaciones de la letra es: “No debemos revelar secretos confiados a nosotros”. Pero él cuestiona esta interpretación. “Nuestra
religión está obligada a los valores de salud, tranquilidad y desenvolvimiento.
Eso es para toda la humanidad, para todo el mundo”, afirma.
CRÍTICAS DE OTROS SANTEROS
La Letra del Año, de la que se
hicieron eco los medios en Cuba, fue criticada por la Asociación de Yorubas Libres de Cuba, presidida por Jonniel
Rodríguez Riverol. Éste hizo un llamamiento a los cubanos de la isla a que no
la reconocieran porque los sacerdotes
que la elaboran son “un apéndice del cuartel
general de la seguridad del Estado”,
según informó Martí Noticias.
Rodríguez Riverol también denunció que los miembros de su organización son
sometidos a persecuciones religiosas.
En declaraciones a Radio Martí, el
babalawo Víctor Betancourt, miembro de la Comisión de la Letra del Año, vaticinó que en Cuba habrá un nuevo
gobernante y nuevas reformas este año, las cuales llenarán de esperanza
al pueblo si rompen con los patrones del pasado.
“Esperamos
que el nuevo mandatario del país traiga nuevas reformas”, dijo el babalawo, y agregó que
“apostamos por reformas a las leyes, a los
sistemas de alimentación, a los sistemas médicos y a una revisión de la
educación social”. “Que se tome como
referencia donde hemos cometido errores, donde hemos fallado (y) lo que no ha
funcionado”, señaló.
Mientras, el sacerdote Jonniel
Rodríguez Riverol dijo a Martí Noticias que la comisión de la Letra del Año sólo dice “lo
que le conviene”, y
emplazó a la Sociedad Cultural Yoruba a que se pronuncie a favor de la libertad
de culto en Cuba y en defensa de sus devotos. “Cada
vez que vamos a hacer una fiesta religiosa, la policía política viene,
amenazante, con que va a traer la patrulla y llevarse a todo el mundo preso”, señaló Rodríguez Riverol.
ACTITUDES NARCISISTAS EN
POLÍTICA
Pichardo, que llegó a Estados
Unidos a los 5 años y hace su labor de divulgación también en inglés, indicó
que este pronóstico no es
exclusivamente para los practicantes de las religiones afrocubanas, para Cuba o
Miami, sino para todo el mundo. Pone como ejemplo la interpretación que
puede tener el apartado que la letra dedica a la situación de la agricultura,
parte de los “Acontecimientos de interés social”.
“Problemas
en el sector agrícola fundamentalmente en la producción de viandas, granos y
hortalizas, como consecuencia de la poca fertilización de los suelos, y la poca
convocatoria de recursos humanos a este sector”, dice la letra.
En Cuba se refiere al impacto
que estas condiciones negativas en la agricultura van a tener en la
alimentación del pueblo y la economía del país, dice. En EE.UU., su lectura
estaría enfocada hacia la contaminación que afecta a las tierras, a la
producción de alimentos con menos nutrientes y a su vez a la intervención de la
industria farmacéutica, que viene a suplir esos nutrientes. “Estados Unidos, por supuesto, tiene un potencial de
reformar esas dificultades”, dice.
Uno de los aspectos más
peligrosos del pronóstico lo sitúa en la política, marcada por “actitudes
narcisistas”. Los líderes
políticos están aferrados a su punto de vista, no aceptan críticas. “Esto no permite otras alternativas. Ambos países están
sufriendo de la misma dinámica”, dice
refiriéndose a Cuba y Estados Unidos.
Esta actitud narcisista se
extiende a otros comportamientos sociales, que la letra refleja, como la
violencia y el abuso a menores, que es un patrón que crece sostenidamente cada
año, señala el sacerdote.
“Las
actitudes polarizantes nos llevan por el camino errado”, advierte,
interpretando una de las recomendaciones de la Letra, que dice: “No debemos
guardar rencor por cosas pasadas, hay que aprender a perdonar, el perdón no
libera a la persona que nos dañó de su culpa, pero si a nosotros de un
sufrimiento”. “Hay que dejar atrás los rencores, pero esto no quiere
decir ‘olvido’”, añade el Oba.
En 1993 Pichardo ganó un
juicio en el que la Corte Suprema de Estados Unidos ratificó el derecho de su “iglesia” a prácticas religiosas que incluyen las ofrendas de animales.
VICIOS Y VAIVENES POLÍTICOS
El mensaje de Ifá enfatiza en
que hay que dejar atrás los vicios. Para el Awo Julio Benítez, colaborador de
Pichardo como director de Arte de la Iglesia Lukumí Babalú Ayé, el narcisismo
está afectando a toda la humanidad, manifestándose en la maldad. “Por eso hay tanta destrucción, guerras innecesarias”.
La inestabilidad en diversos
ámbitos, desde el laboral hasta el familiar, está afectando sobre todos a los
jóvenes en Cuba. “Las personas no están usando
el raciocinio, están encerrados en vicios que afectan a la juventud”.
Los vaivenes políticos afectan
a la juventud, señala, que está limitada en cuanto a opciones de salir y
viajar. “Sólo pueden compartir entre ellos una
botella de ron en el malecón de La Habana”,
comenta. “Tenemos que mantener nuestro centro, regirnos por los principios
básicos de la ética moral de la sociedad”.
Insiste una vez más en que hay
que mantener la firmeza y la esperanza y no caer en esa “malicia” sobre
la que alerta el signo. “Puede pedirle a los santos, pero es uno mismo el que tiene que
mantener las posibilidades”, concluye
Benítez.
Secretaría RIES
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