Y por qué el Papa
Francisco ha decidido no utilizarlos.
Quizá muchos recuerden al Papa
Juan Pablo II con sus zapatos rojos o se pregunten por qué el Papa Francisco no
los utiliza, ¿pero sabían que estos zapatos son tan antiguos como el origen de
la Iglesia misma? ¿O que tienen un significado sumamente especial?
Pero antes de comenzar con la
historia, hay que aclarar que la mayoría de los Papas utilizan tres tipos de
zapatos: unas pantuflas rojas de seda para caminar en el interior del Vaticano,
sandalias episcopales para celebrar misa (hasta 1969) según los colores
litúrgicos y zapatos de cuero rojo para exteriores. De estos últimos es de los
que más vamos a hablar.
El uso de zapatos rojos se
asocia con el poder y no sólo el eclesiástico. Desde la época bizantina, los
reyes de Normandía los utilizaban como símbolo de los mártires. Los emperadores
romanos continuaron con la tradición, sólo que para ellos era un referente de
alto estatus, así que los grandes aristócratas también los utilizaban.
Shutterstock-jorisvo
Para la Iglesia no fue
diferente, sólo que el rojo (que no era usado únicamente en los zapatos sino en
toda la vestimenta, la cual empezó a cambiar hacia al blanco con el Papa Pío V
a mediados del siglo XVI por ser de la orden dominica), además de simbolizar
poder, recuerda la sangre de la Pasión de Cristo y su camino a la crucifixión;
asimismo, simboliza la sumisión de Papa a Jesucristo, el amor de Dios por la humanidad
y el recuerdo de todos los mártires que dieron su vida por Cristo.
Volviendo a los zapatos de
exteriores, son de cuero (mayormente proveniente Marruecos) y solían tener una
cruz bordada en oro. Después de 1958, el Papa Juan XXIII le agregó herraduras
doradas que los hicieron más parecidos al calzado utilizado por los obispos
fuera de Roma.
Dieter Philippi-(CC BY-SA 3.0)
Luego el Papa Pablo VI pidió
que se quitara la elaborada cruz y no se cumpliera la costumbre de besar los
pies del pontífice. También eliminó las hebillas de todos los zapatos
eclesiásticos y decidió no usar las pantuflas de seda en el interior del
Vaticano.
Sin embargo, los Papas que lo
sucedieron sí volvieron a los zapatos rojos, incluso algunos fueron enterrados
con ellos: Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, por ejemplo. Este último por
mucho tiempo también cambió a unos de un tono más borgoña y menos rojo
brillante, de apariencia más sencilla; sin embargo, el Papa Benedicto XVI los
retomó de la mano de su propio artesano-zapatero, Adriano Stefanelli.
Shutterstock-Eugenio Marongiu
El Papa Francisco prefirió
llevar el rojo sólo por dentro y optó por los zapatos negros que ha usado desde
siempre y con los que llegó al Vaticano, que son fabricados por su zapatero de
cabecera de hace más de 40 años, Carlos Samaria, como una señal de humildad y
austeridad.
Mientras tanto, la mozzetta
papal y la capa son de los pocos elementos rojos que aún se conservan de la
antigua vestimenta papal que solía ser únicamente de este color tan
significativo para la Iglesia católica y que corresponde a la próxima
celebración de Pentecostés.
Adriana Bello | Abr 09,
2018
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