En
los últimos años ha crecido la devoción a San José. Al punto que en el 2013 la
Congregación para el Culto Divino promulgó el decreto
de que se mencionara a San José en las Plegarias Eucarísticas de la Misa.
Básicamente concebimos a José por la tradición como un hombre de fe, de perseverancia,
puro, leal. Y las Letanías a San
José son un excelente lugar para comprobar las virtudes que los
católicos reconocen en José.
Pero hay una de ellas que es enigmática San José “terror de los demonios”.
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¿Porque San José terror de los demonios? ¿En qué se basa?
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¿Porque San José terror de los demonios? ¿En qué se basa?
La respuesta
tradicional es que satanás y sus
ángeles caídos no pudieron seducir a José. Él fue firme en su temperamento, no hablaba en vano,
era justo, compasivo sin remedio para los demonios. Y especialmente protector de la Sagrada Familia, que
era el centro del plan de Dios para la redención de la humanidad. Piensa nomás
la actividad de San José protegiendo a
Jesús y a María durante los años de la niñez de Jesús. En esos años
seguramente fue quien presentó la
batalla espiritual contra los demonios que querían abortar el plan de
Dios. Eso no está escrito pero es
totalmente razonable pensarlo así. La Biblia casi no habla de San José y
deja a nuestra imaginación la conformación de lo que es un padre ideal.
LA
DEVOCIÓN A SAN JOSÉ
La devoción a San José no fue importante en la iglesia hasta el siglo
XIV, que es
cuando comenzaron a aparecer las menciones a su figura en los tratados
académicos. Y luego recibió un gran impulso
de Santa Teresa de Ávila. Para ser tomado luego por los pontífices
romanos que empezaron la tarea de reivindicar la figura de San José oculta
hasta ese momento. Hay cosas que sostiene
la tradición pero no son dogmas de la Iglesia.
Una tradición basada en revelaciones privadas ha sostenido que San José
fue limpiado de la mancha del pecado original después de su concepción, por los
méritos futuros de Jesús.
Otra tradición dice que San José no pecó en su vida y los demonios no
pudieron tentarlo.
Y otra tradición es que contemplar una imagen o un icono de San José
permite ver en él icono de Dios padre.
Tradicionalmente
a San José se lo distingue por algunas
cualidades. La pureza. Según María de Agreda en Ciudad de Dios, San José hizo su voto de
castidad a los 12 años, que lo renovó y lo guardó en el matrimonio. Según ella
San José tenía 33 años cuando se casó con María y ella reconoció la pureza en
este hombre. Hay una historia del sumo
sacerdote Simeón cuando reunió a los jóvenes de la casa de David en
Jerusalén, para buscarle un esposo a la Santísima Virgen. Cada uno llevaba una
vara como bastón y San José se puso en
oración pidiendo la manifestación de la voluntad divina para su vida. Y la vara que llevaba San José floreció en
lirios blancos puros y una Paloma blanca revoloteó sobre su cabeza. Esto
convenció al sumo sacerdote Simeón que José era el elegido. El éxito de la misión de Cristo en la tierra
dependió de San José. Dios no hace nada superfluo y planifica todo, por
lo tanto planificó la aparición de la figura de San José para custodiar el
inicio de la misión de Cristo en la Tierra. Confió a San José la misión del cuidado de su hijo. Un padre no le
da a cualquier persona la custodia y formación de su hijo. Por lo tanto las
cualidades de San José deben haber sido mayúsculas para que Dios padre le
confiara a su hijo y el destino de la humanidad. Protector de la iglesia. Así como San José fue el protector de la
sagrada familia, de Jesús y de María, es razonable que se invoque a este Santo
como el patrón de la Iglesia Universal. Porque la iglesia es la continuación de
la misión de Jesucristo. Patrón de la
buena muerte. La tradición afirma que San José no disfrutó del
privilegio de la juventud permanente. El envejeció, sufrió el deterioro en el
cuerpo y tuvo sufrimiento por el avance de la edad. Tuvo que dejar de trabajar
a los 60 años y la sagrada tradición nos dice que Jesús y María lo ayudaron en su agonía y muerte. La cual se
realizó en un clima de ultra santidad. Lo que hace entonces a San José como
patrono de la buena muerte. Sor María
de Agreda ha tenido la revelaciones de las 7 gracias que tendrán las
personas devotas a San José
- “Primero, los que lo invocan obtendrán de Dios, por su intercesión,
el don de la castidad, y no serán conquistados por la tentación de los
sentidos;
- En segundo lugar, recibirán gracias especiales para liberarlos del
pecado;
- En tercer lugar, obtendrán una verdadera devoción a la Santísima
Virgen;
- En cuarto lugar, tendrán una muerte buena y feliz, y en ese momento
decisivo los defenderá contra los asaltos de satanás;
- Quinto, serán entregados cuando sea conveniente para ellos,
sufrimientos corporales, y encontrarán ayuda en sus aflicciones;
- Sexto, si están casados, serán bendecidos con descendencia;
- Séptimo, los demonios tendrán temor extremo del glorioso nombre de
San José.
Aquí
vemos cómo San José es el terror de los demonios.
Esta es
similar a las 8 promesas de San José para sus devotos que se maneja
habitualmente.
- Dios otorgará gracias especiales a aquellos que no me conocen, para
que tengan una gran devoción hacia mí;
- Dios bendecirá a todos los que estén casados y la bendición a su
familia no tendrá límite;
- Los casados y sin hijos serán bendecidos con descendencia;
- Dios dará gracias especiales para librarse de las tentaciones y de
los ataques del diablo;
- Tendrán una buena y feliz muerte;
- Vencerán sus pruebas y tribulaciones;
- Dios les otorgará ayuda inmediata cuando invoquen mi intercesión,
ya que los demonios tienen un temor extremo a la invocación de mi nombre;
- Todos aquellos que abrazan un cenáculo de San José, obtendrán un
amor más ferviente por Jesús y una verdadera devoción a la Santísima
María.
Esta
versión tiene más menciones al demonio aún.
¿POR
QUÉ TERROR DE LOS DEMONIOS?
La letanía a San José fue aprobada por el papa Pío X en 1909. La mayoría de las invocaciones
son fáciles de entender: luz de los patriarcas, esposo de la Madre de Dios,
espejo de paciencia. Pero hay una de
ellas que a muchos sorprende: terror de los demonios. ¿Porque San José
es el terror de los demonios? Visto desde nuestro punto de vista, es por su eficacia en anular el efecto de los
demonios en nuestras vidas, si nosotros buscamos refugio en Él. Aquellos
que recurren a San José para su intercesión mantienen a raya satanás. Esa es la experiencia de la iglesia. Cuando
los devotos de San José apelan a él y aprovechan su influencia, nos protege
contra las artimañas del príncipe de las tinieblas. El mal se retira ante la presencia de José, porque él es puro y
los demonios no pueden soportar la pureza ya que el demonio es un ser
básicamente y por definición impuro. Los demonios están perdidos ante José
porque no pueden comprender tal pureza
de espíritu y de conducta. ¿Cómo un hombre dedico toda su vida a cuidar
una familia de la que no era padre biológico sin siquiera tener “relaciones íntimas” con su esposa? Las escrituras lo definen como un hombre
justo a los ojos del Señor y aparentemente por eso fue elegido por Dios
mismo para ser esposo de la Santísima Virgen.
Dios le confió a las dos personas que Él amaba más en el mundo.
Y le fue
llevando a través de su ángel para
cumplir su misión.
Primero para que no abandonara a María luego de su embarazo, luego que
huyera a Egipto por la amenaza de Herodes y después que regresara a Israel.
Y quién sabe
qué otras más guías recibió de Dios que no están plasmadas en la escritura. Por
eso la tradición de la iglesia lo considera como patrón y protector de la Iglesia Universal. El guardia de la novia de
Cristo. Y es sin duda la persona a
quien los demonios les gustaría atacar más, pero su integridad le
permitió defenderse y por eso hoy es el hombre más escuchado por Jesús. Los
ángeles caídos trataron de seducir a José pero nunca pudieron tentarlo. Hasta
Incluso en las cosas más mínimas como por ejemplo hablar en vano.
SAN
JOSÉ ES EL REFLEJO DE LA PATERNIDAD DEL PADRE
Y no sólo reflejo de la paternidad de Dios sino un modelo de paternidad
para toda la humanidad.
Que luego es
asumido también por Jesús que sí es la imagen perfecta de Dios Padre, en
términos estrictos. Al final de la
última aparición pública de la Virgen María, cuando el milagro del Sol en
Fátima, en octubre de 1917, apareció José junto con Nuestra Señora del
Monte Carmelo. Apareció sosteniendo en
brazos al niño Jesús y bendiciendo al mundo. Era la bendición de un padre,
tal como se cuenta también en la parábola del hijo pródigo, en la que Jesús
describe a su propio Padre eterno.
Dios Padre siempre está esperando a los pecadores para que regresen a
Él.
Y esto es
especialmente importante para nuestra época, cuando la verdadera paternidad a través del papel del padre tradicional y fuerte
de la familia, es rechazada por la humanidad. San José era la cabeza de
la Sagrada Familia porque era el Padre de familia y era el representante de Dios Padre. Y no lo era porque fuera
sagrado en sí mismo; era un ser humano de menor jerarquía en el plan de Dios
que la Virgen María estrictamente hablando. Pero en el plan de Dios el padre terrenal del Mesías tenía que ser un
fuerte protector de la Sagrada Familia contra el mal. Era imposible que
José no hubiera tenido estas cualidades de protección contra el adversario.
LA
PATERNIDAD ES LA BASE DE LA FAMILIA
En el
capítulo 8 del evangelio de Juan, Jesús dialoga con los fariseos, quienes se jactan de que Abraham es su padre. A
lo que Jesús les contesta que si fueran
verdaderos hijos de Abraham no estarían tratando de matarlo. Si Dios fuera Padre de ellos como lo fue de
Abraham, lo tratarían de otra forma, pero en realidad les endilga que son hijos del demonio. Acá
Jesús reconoce la paternidad suprema de Dios y la paternidad creada de Abraham,
como sustituto terrenal. De modo que Jesús advierte que una criatura distinta a nuestro progenitor
biológico puede ser nuestro padre.
Jesús está hablando del rol de padre; de la imitación de la cualidad
paternal de Dios.
Sí Abraham
fuera su padre actuarían como padres frente a Jesús eso es lo que les comunica.
Pero en realidad ellos andan por malos caminos porque tienen un padre que les enseña otra cosa y ese no es Abraham. Indirectamente
por tanto nos advierte que el propio
demonio puede convertirse en nuestro padre. Y esa es una tendencia creciente en nuestros tiempos.
Hay un padre falsificado, que
hará cualquier cosa para distorsionar nuestra visión del verdadero padre. Por
otro lado, Abraham puede ser nuestro padre en la fe como dicen los judíos, pero
José está en un plano Superior que él. Sólo
dos personas humanas fueron elegidas para pertenecer a ese orden
superior: José como esposo y padre adoptivo de Cristo y María como madre de
Dios.
Y esto nos lleva a considerar que hay un solo hombre en la historia del
mundo elegido por Dios Padre eterno para hacer modelo visible de paternidad.
LA
PATERNIDAD ES ATACADA POR EL DEMONIO PORQUE LE TEME
Sor Lucía de Fátima ha dicho varias veces que la batalla final del
demonio está centrada en la familia.
Y podemos
agregar específicamente que está
centrada en la paternidad, en el rol del padre. El rol del padre se ha reducido
a un hecho biológico con las familias monoparentales. La figura paterna
del hombre en la familia ha desaparecido también, porque el feminismo ha cambiado los roles tratando
que la mujer se parezca en todo al hombre, incluso en los roles adentro de la
familia. Acá el tema es que sucede primero, el huevo o la gallina.
Posiblemente la erosión de la figura del padre, que ha hecho el demonio,
viene antes que la descomposición de la familia.
Como la comunión no existe o está desvirtuada,
entonces se producen los divorcios, el concubinato, e incluso se legítima el
matrimonio homosexual. Y si la célula
primordial de la sociedad se desintegra, lo hace también la sociedad
misma. Aquí vemos cómo el demonio ha
logrado separarnos de nuestro verdadero padre modificando el rol de padre,
creando un falso padre. Entonces necesitamos recuperar al padre verdadero para restaurar nuestra sociedad. A nivel
familiar es el padre biológico en su rol paternal, y a nivel de la sociedad es
el modelo que representa San José. Esto es particularmente importante
hoy en los adolescentes y jóvenes. Porque
seguirán al modelo del falso padre que les está mostrando el maligno, si no
tienen un modelo de padre a quien seguir. Seguramente San José no es conocido
por los adolescentes. Pero él es un
modelo seguro para vivir. Él es
casto y puro, pero por sobre todas las cosas es la persona más cercana a Jesús
y María a quién recurrir para combatir al demonio. San José podría ser llamado
legítimamente el patrón de los
adolescentes. A pesar que la
iconografía lo presenta como un anciano los estudios históricos no
avalan esa característica. Probablemente fuera un poco mayor que María pero no
tanto. Como modelo, asumió la promesa
de virginidad cuando era un hombre joven.
Lo cual lo convierte en un icono ideal para los adolescentes que están
viviendo una época desordenada.
También San
José fue partícipe y creador del
matrimonio más feliz y perfecto de este mundo. Lo cual es la aspiración de la mayoría de los adolescentes.
Pero como ven difícil llegar a
eso no se quieren comprometer, por ejemplo casándose, y prefieren probar
viviendo en concubinato. Otro atractivo de San José como modelo para los
adolescentes es que ocupó el rol humano
de guardián, protector, proveedor, sacrificando sus propias necesidades
en aras de su familia.
Por eso San José es el terror de los demonios, porque les está
presentando a los adolescentes y a los jóvenes solteros un modelo santo de cómo
debe ser el padre de familia.
Es el modelo que Dios pensó para la humanidad.
Pero lo más importante es que es un modelo que permite vivir la vida sin sobresaltos, sin cometer errores, sin pagar el
precio de las equivocaciones a las que nos lleva el maligno.
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