Ante las muertes recientes de dos niños
correntinos víctimas de sectas satánicas, la responsable de la Red Infancia
Robada de Goya, la hermana Martha Pelloni, reclamó a las autoridades de la
provincia de Corrientes (Argentina) investigar “esta
realidad deshumanizante, criminal y
macabra”, y aseguró
que para hacerlo se necesita “una Policía y una Justicia que trabajen para la verdad y la justicia en
defensa de las víctimas”.
Según informa AICA, la
responsable de la Red Infancia Robada de Goya, la hermana Martha Pelloni, religiosa de las Carmelitas
Misioneras Teresianas, dio a conocer un comunicado que lleva su firma
con el título “Algo más de los niños correntinos victimas
de sectas satánicas”.
“¡Basta
de connivencia con las mafias que se
enriquecen con tantas víctimas de las sectas, la droga y todo tipo de
explotación a niños/as, jóvenes, mujeres, discapacitados!”, exigió, y
recordó: “Dios no puede bendecir al que obra mal; pero sí bendice a las
víctimas”.
TEXTO DEL COMUNICADO
Hace unos días se conoció la
noticia de la muerte de dos niños, varón y mujer de 8 y 12 años, víctimas de un crimen satánico.
El hallazgo de los cuerpos que
fueron encontrados sin las cabezas en bolsas negras el 4 de septiembre de 2017
motivó la investigación.
Hay detenidos y se busca a un hombre correntino que sería el que vendió
por una camioneta a los niños en Brasil.
Nuevamente el país se ha
conmocionado al conocer las vejaciones que sufrieron los niños antes de ser descuartizados para el ritual de ofrenda al
demonio.
Este hecho nos lleva a
recordar a “Ramoncito”, niño de 12 años correntino de
la ciudad de Mercedes, quien padeciera y fuera sacrificado también por una secta afrobrasileña el 7 de octubre de
2016. Fue encontrado arrojado en un pastizal con idénticas características de
violación, droga, sacrificio y muerte.
Hoy están los 9 participantes
del rito y la muerte con cadena perpetua.
En la ciudad de Empedrado, a
la vera de la Ruta 12; el día 21 de septiembre de 2012 un niño se quebró en la
escuela narrando los sufrimientos de él y sus dos hermanos, en la llamada Secta
Kimbanda.
Eran abusados, drogados en orgías a la que asistían gente del pueblo y
la municipalidad a participar del culto diabólico.
Los niños fueron entregados
por la Justicia al Foro de Infancia Robada de Goya donde permanecieron para ser
tratados en la Casa de Acogida y luego de un año sólo quedó con una familia en
guarda el más pequeño.
El menor de 10 años denunció
que escuchó a un hombre, el pedido de secuestro, droga y muerte de Romina; una
niña de 15 años que salió a bailar y fue secuestrada.
Infancia Robada realizó
marchas pidiendo Justicia. El crimen no
se esclareció.
También narró cómo un bebé, y
un niño de 5 años que vio morir y luego se lo buscaba enterrado en una casa.
Son los testimonios macabros de
estos niños rescatados.
El comisario general de la
Policía de Corrientes, en su momento denunció que en la corrupción de menores había policías involucrados. Esta
novedad era de público conocimiento. ¿Y qué pasó con ellos?
Investigaciones realizadas por
el Gabinete de Investigaciones Antropológicas confirman que existen también
otras zonas rojas en la provincia de Corrientes: Mercedes, Goya, Esquina, la
Isla Apipé Grande, Paso de los Libres y otras localidades a orillas del Río
Uruguay.
Este organismo independiente
del Estado es el único que investiga en Corrientes esta realidad “deshumanizante, criminal y macabra”.
Infancia Robada se pregunta: ¿por qué en Corrientes no tenemos las
Instituciones del Estado: Policía y Justicia fundamentalmente con decisiones
políticas para investigar, esclarecer y hacer Justicia?
Cabe destacar que los casos de
Mercedes y Empedrado hubieran quedado en el “Encubrimiento total” si Infancia
Robada no hubiera salido a socializar los crímenes.
En Esquina, Corrientes, nunca
se descubrió dónde llevaron y para qué a Miguelito Bejarano, secuestrado en
1998. Se realizaron muchas marchas.
Con el correr de los años se han encontrado niños muertos y no
investigado lo suficiente para su esclarecimiento.
Es un gran interrogante y una
deuda pendiente para las autoridades del gobierno de Corrientes.
Necesitamos una Policía y una Justicia que trabajen para la verdad y la
justicia en defensa de las víctimas.
¡Basta de connivencia con las
mafias que se enriquecen con tantas víctimas de las sectas, la droga y todo
tipo de explotación a niños, niñas, jóvenes, mujeres, discapacitados!
Dios no puede bendecir al que obra mal; pero sí bendice a las víctimas.
Secretaría RIES
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