La ayahuasca, un brebaje originario del Amazonas con
efectos alucinógenos, es cada vez más utilizada en México como un “tratamiento complementario” para problemas de adicciones, depresión y
ansiedad, aunque su uso genera dudas entre los científicos. Lo cuenta la
agencia Efe.
Esta infusión se obtiene de la cocción de hierbas que
crecen en la selva amazónica. La combinación más común es la “chacruna”, que
posee componentes psicoactivos que generan visiones, y la liana Banisteriopsis caapi,
con inhibidores de la monoaminoxidasa, enzima que controla los niveles
de serotonina, neurotransmisor regulador de las emociones, explicó a Efe
el doctor Edgar Zúñiga.
RITUALES, ENERGÍA, CURACIÓN
“Ambas
aumentan los niveles de serotonina y melatonina (que regulan el sueño), lo que
provoca control del estado de ánimo. La
persona siente la energía por medio de las reacciones químicas del organismo y
provoca un cambio de perspectiva de la vida”, agregó este médico cirujano
del estado de Michoacán (suroeste).
Zúñiga es asistente médico en las ceremonias que usan este brebaje con
fines terapéuticos. La bebida es
preparada por los “taitas” o abuelos chamanes indígenas de países como Perú
o Colombia. Después “exportan” la
bebida a los lugares donde la práctica de estas ceremonias está creciendo.
En las ceremonias, que
comienzan al atardecer, las personas
beben la sustancia para sanar alguna dolencia física o problemas psicológicos.
Luego prosiguen con rituales y cantos
durante la noche, como parte del proceso de “curación”.
EQUIVALENTE A 300 SESIONES DE
TERAPIA
La “medicina” purifica
tanto el cuerpo como “la mente y el espíritu”, dijo a Efe Andrei Noicaruk, guía del
Centro Ceremonial Pacan Votan, en Ocotlán (Jalisco, oeste). Al ingerir la
ayahuasca el cuerpo reacciona con vómitos
y evacuaciones, así como visiones
que ayudan a las personas a tener un ejercicio de “introspección” con el que logran una “mayor
conciencia de sí mismos” y de lo
que sucede en su vida, añadió Noicaruk.
Para Noicaruk, quien ha
aprendido de los “taitas” y chamanes indígenas
de México, Colombia y Estados Unidos, esta práctica ayuda a dar un “salto cuantitativo”
de las personas que realizan psicoterapia y que atraviesan problemas
psicológicos. “Lo que
normalmente trabajas en 300 o 350 sesiones de terapia, puedes avanzarlo con una
noche de ayahuasca”, aseguró.
CONEXIÓN ESPIRITUAL
La ayahuasca es promovida por
cientos de grupos terapéuticos y de medicina alternativa en internet y redes
sociales que la describen como “fuente de amor” o
la forma de encontrar al “ser interior”.
Iván Reding narró a Efe
que acudió a su primera ceremonia mientras terminaba una licenciatura. Recuerda
ese periodo como una etapa de mucho estrés que le llevó a sentirse deprimido y
a tener problemas con su esposa. Ambos vivieron la ceremonia al mismo tiempo,
una experiencia que les dejó “un bienestar en
todos los aspectos”. Luego
asistieron con sus dos hijas.
“Me
sentía muy deprimido, sin energía. La primera experiencia fue de paz pero a su
vez llena de felicidad, de esa energía
vital y una conexión con mi ser espiritual”, asegura. Desde entonces la
relación mejoró “notablemente”, al igual que su entorno.
Para él tomar ayahuasca es
algo que no se puede expresar con palabras. “Es
una experiencia que se tiene que vivir. Está abierto para todos y en esto no
hay edades, nada que ver con las drogas que sí causan adicción, es algo que es
meramente natural y te lleva a una conexión espiritual y a ser una mejor
persona”, dice.
Miguel Gómez, de 62 años,
explicó que buena parte de su vida sintió una profunda soledad además de mucha
ira. “Tenía problemas de ese aspecto y gracias a la ayahuasca y otras medicinas me
han cambiado. Siempre me he sentido solo y ahora estoy muy bien”,
asegura.
Gómez está convencido de que
las ceremonias marcaron “un antes y un después” en su vida, en su relación con sí mismo y con su
familia, donde ahora hay “más armonía”.
CUIDADO: ALUCINACIONES… Y
HASTA ESQUIZOFRENIA
Aunque no es considerada una
droga, la combinación de hierbas
produce alucinaciones visuales y auditivas parecidas al ácido lisérgico o LSD,
advierte Rodrigo Ramos, doctor en Farmacología por la Universidad de
Guadalajara.
Para Ramos, jefe del
Departamento de Neurociencias del Centro Universitario de Ciencias de la Salud,
este tipo de prácticas alternativas supone
un riesgo para el paciente ante la falta de regulación.
Advierte de que los
componentes alucinógenos de la ayahuasca pueden provocar que las personas desarrollen crisis psicóticas y hasta
esquizofrenia, si se ingiere en altas dosis o si se combina con otros
medicamentos o sustancias químicas.
Además, cada persona tiene una
constitución genética o predisposición distinta a padecer de algún trastorno
mental. “Hay riesgos
inherentes como una desconfiguración del sistema bioquímico a nivel cerebral y
que se generen trastornos psiquiátricos, episodios de psicosis específicamente
esquizofrenia, manías o depresión psicótica”,
explica.
EFECTO PLACEBO
Ramos desconfía de los efectos
de los rituales y procedimientos que no pueden ser comprobados mediante
estudios formales, y asegura que generalmente éstos “tienen un efecto placebo” de acuerdo con el contexto sociocultural y las creencias de las personas.
Para que la ayahuasca pueda
ser considerada una terapia alternativa es necesario realizar estudios del
impacto que tiene en las personas a largo plazo; mientras tanto, los efectos
son responsabilidad del paciente y de quien lo prescribe, concluye.
Secretaría RIES
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