En su discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Papa Francisco reflexionó sobre el derecho a la libertad religiosa, específicamente sobre la posibilidad del cambio de religión.
En el Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre hizo este lunes 8
de enero una extensa reflexión sobre los derechos humanos, recordando que en
este año 2018 se conmemora 100 años del final de la Primera Guerra Mundial.
El Pontífice resaltó en su discurso que “uno
de los derechos humanos sobre el que me gustaría hoy llamar la atención es el
derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, que incluye la libertad de cambiar de
religión”.
Francisco comentó luego que por desgracia “el
derecho a la libertad religiosa, a menudo, no se respeta y la religión con
frecuencia se convierte en un motivo para justificar ideológicamente nuevas
formas de extremismo o un pretexto para la exclusión social, e incluso para la
persecución en diversas formas de los creyentes”.
El Santo Padre subrayó luego que “la
condición para construir sociedades inclusivas está en una comprensión integral
de la persona humana, que se siente verdaderamente acogida cuando se le
reconocen y aceptan todas las dimensiones que conforman su identidad, incluida
la religiosa”.
Hablando luego sobre Siria, el Pontífice resaltó la importancia de “esforzarse en favorecer las condiciones jurídicas,
políticas y de seguridad, para una recuperación de la vida social, donde cada
ciudadano, independientemente de su condición étnica y religiosa, pueda
participar en el desarrollo del país”.
“En este sentido, es vital que se protejan a las
minorías religiosas, entre las cuales se encuentran los cristianos, que desde
hace siglos contribuyen activamente a realizar la historia de Siria”, añadió.
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