Al comentar el Evangelio de la
liturgia del martes, el Papa Francisco habló de los países de baja natalidad,
que llegan a la "esterilidad", algo
que, dijo, le gusta al demonio.
En la Misa que celebró en la Casa Santa Marta, el Pontífice recordó que el primer mandamiento de Dios fue el de “llenad la tierra, sed fecundos”. Y afirmó que “donde está Dios hay fecundidad”: “Me viene a la mente cómo algunos países han elegido el camino de la esterilidad y padecen de esa enfermedad tan mala que es el invierno demográfico”.
En la Misa que celebró en la Casa Santa Marta, el Pontífice recordó que el primer mandamiento de Dios fue el de “llenad la tierra, sed fecundos”. Y afirmó que “donde está Dios hay fecundidad”: “Me viene a la mente cómo algunos países han elegido el camino de la esterilidad y padecen de esa enfermedad tan mala que es el invierno demográfico”.
“Los conocemos. No tienen hijos. ‘No, que el bienestar, que esto, que lo otro’. Ciudades vacías de niños, y esto no es una bendición. Pero esto es una cosa de paso. La fecundidad siempre es una bendición de Dios”, añadió.
En este sentido, advirtió de que “el diablo quiere la esterilidad. Quiere
que cada uno de nosotros no viva para dar vida, sea física o espiritualmente, a
los demás”. “Que
viva para sí mismo: el egoísmo, la soberbia, la vanidad. Engordar el alma sin
vivir para los otros. El diablo es el
que hace crecer la cizaña del egoísmo y no nos hace fecundos”.
Francisco expresó que es una
gracia tener hijos y habló de la Navidad: “aquí hay
una cuna vacía, la podemos observar. Puede ser símbolo de esperanza porque
vendrá el Niño, puede ser un objeto de museo, vacía toda la vida”.
“Nuestro corazón es una cuna.
¿Cómo es mi corazón? ¿Está vacío, siempre vacío, pero abierto a recibir
continuamente vida y dar vida? ¿Para recibir y ser fecundo? ¿O será un
corazón conservado como un objeto de museo que nunca ha estado abierto a la
vida y a dar la vida?”, invitó a
preguntarse a los fieles.
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