miércoles, 29 de noviembre de 2017

TOMA FUERZA EL MOVIMIENTO PARA CAMBIAR EL CELIBATO SACERDOTAL

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Están cada vez más visibles los primeros intentos formales para cambiar el celibato sacerdotal en la Iglesia Católica. Hoy parece que hay dos líneas de cambio que confluyen. Por un lado existe un movimiento que quiere reformar la norma del celibato sacerdotal en general. Esto es impulsado por los obispos alemanes como vanguardia. Y por otro lado hay una real falta de sacerdotes en algunos lugares, que justificaría la ordenación de hombres casados. Por ejemplo una diócesis de la Amazonia tiene 27 sacerdotes para servir a 800 comunidades católicas. Estas dos líneas hoy están asociándose luego de décadas de trabajo.

Una solución que se ha propuesto para la Amazonia es permitir que laicos asuman tareas de los sacerdotes, como bautizar, casar y dar otros sacramentos.
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Lo que de hecho significaría dar a ciertos laicos, sin la suficiente formación y sin celibato, una especie de ordenación sui generis.
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Lo que podría erosionar el celibato en los propios sacerdotes ordenados, como ha sucedido en la Iglesia con el permiso extraordinario para recibir la comunión en la boca, que luego se generalizó.
Estas excepciones son resistidas dentro de algunos sectores de la Iglesia, porque se tiende a suponer que la propuesta encubre el gambito para permitir que los sacerdotes se casen. Como como es el caso de la propuesta el movimiento de sacerdotes austríacos de llamado a la desobediencia”, en el marco de un cambio del tono del sacerdocio.
Pero debemos considerar lo que sucede en algunas zonas del tercer mundo (no el África) donde la falta de sacerdotes es tan dramática que los fieles no pueden obtener los sacramentos y la evangelización esta frenada.
Sin embargo también algunos tienen razones para sospechar que detrás de la fachada de la imperiosa necesidad en la Amazonia también se esconde un proyecto de erosionar el celibato.
El famoso vaticanólogo Sandro Magister ha informado desde hace tiempo que hay una especie de entente entre católicos brasileños y alemanes para recortar el celibato.
Esto viene de antes del pontificado de Francisco, pero se ha hablado con Francisco en el principio de su pontificado y ahora él mismo lo ha admitido. Por ejemplo, el 21 de enero del 2011 políticos católicos de primer plano en una carta abierta han pedido a los Obispos alemanes que hagan acceder al sacerdocio viri probati, es decir “hombres casados, seguros en la fe”. Sólo diez días después, es decir, el 4 de febrero, más de 150 Profesores de Teología de Alemania, Austria y Suiza han suscrito un Memorandum sobre las reformas que necesarias para la Iglesia. En la declaración que tiene por título “Iglesia 2011: un giro necesario”, estos apoyan entre otras cosas una mayor participación de los fieles en el nombramiento de los cargos eclesiales, el sacerdocio también para los hombres casados, una posición mejor de la mujer en la Iglesia y mayor respeto hacia las parejas homosexuales.

LA SITUACIÓN DEL SACERDOCIO EN LA IGLESIA CATÓLICA
Debemos aclarar que la iglesia Católica de Rito Latino no admite sacerdotes casados.
Sí admite diáconos permanentes casados, pero estos no pueden acceder al sacerdocio. Si un sacerdote o un diácono quieren casarse deben dejar su ministerio ordenado y solicitar una dispensa papal para casarse. Incluso si un diácono permanente queda viudo, después de la ordenación, no puede volver a casarse. Sin embargo la Iglesia Católica en los últimos años tiene sacerdotes casados. Esto ha sido por una concesión especial a los sacerdotes anglicanos y a los episcopales, que han recibido un permiso especial para su ordenación como sacerdotes católicos del rito latino.
De modo que la novedad de esta propuesta de los viri probati es que podrían ser ordenados no sólo diáconos sino sacerdotes en el Rito latino.
Todo este movimiento está relacionado con las pocas vocaciones sacerdotales.

EL FRACASO PARA SUSCITAR VOCACIONES SACERDOTALES
Las evangelizaciones en América del Sur, en Estados Unidos y Canadá se hicieron con un puñado de sacerdotes y misioneros cubriendo inmensos territorios. De modo que no es una novedad la falta de clero en las Américas, pero sí es una novedad la solución de conseguir más clero a través de la ordenación de sacerdotes casados.
Esta solución implica la admisión de la imposibilidad de que la propia zona proporcione vocaciones sacerdotales y de que no se pueden conseguir vocaciones misioneras para la zona.
Por lo tanto se piensa que la única solución es relajar el celibato sacerdotal. Luego de 500 años la iglesia de latinoamérica no produce misioneros como en otras épocas producían las iglesias de Irlanda, Francia y España o incluso las que producen las iglesias de la India y algunos países de África como Nigeria. Un argumento que se ha dado es que la cultura indígena del Amazonas no puede aceptar el celibato. Sin embargo en África, donde es muy común incluso la poligamia, se han desarrollado fuertes corrientes de vocaciones sacerdotales. ¿Hay alguna cultura que inicialmente sea receptiva al celibato en imitación de Cristo?
También hay una segunda dimensión del tema, que está relacionado con el deseo de la unidad cristiana y la unificación con la tradición oriental de diáconos y sacerdotes casados
En las iglesias católicas orientales, la ucraniana, la maronita, los hombres casados pueden ser ordenados sacerdotes, pero no obispos.
Una tercera dimensión del tema es la presión de sectores de la iglesia que están tratando de modificar el celibato sacerdotal.
Esto ha sucedido durante mucho tiempo con los alemanes como vanguardia, que han hecho una especie de entente con los sacerdotes brasileños, para abrir una brecha en el sacerdocio célibe a través de los viri probati en la amazonia. Hay sectores en la iglesia que están trabajando desde hace mucho tiempo en abrir la puerta a los sacerdotes casados y esta es una gran oportunidad. Veremos un poco de su historia en este artículo.

UN PRIMER PASO FORMAL: EL SÍNODO PARA LA PASTORAL DE LA AMAZONIA
A mediados del año 2017 el Papa Francisco anunció la realización de un sínodo especial de obispos en el 2019 para considerar la Pastoral de la Región Amazónica en América del Sur.
Esta región abarca varios países, pero el más involucrado es Brasil. Es una vasta área escasamente poblada, y en su mayoría por pueblos aborígenes. La región ha carecido permanentemente de sacerdotes y los pocos que hay se reparten haciendo misas en muchos lugares pocas veces al año. Durante mucho tiempo se ha propuesto qué parte de la función de los sacerdotes se hace nada por los llamados “viri probati” o sea hombres probados que son ordenados como sacerdotes, aún casados, para servir a la población local.
Posteriormente al anuncio del Sínodo Especial de la Amazonia, el Papa Francisco dio permiso para que la propuesta de ordenación de hombres casados probados sea discutida en el sínodo del 2019.
Desde hace tiempo han surgido rumores e incluso pruebas indirectas (y hasta directas), de que está en marcha un proceso para eliminar el monopolio del celibato en el sacerdocio del rito latino.
Esto significa que el celibato sea opcional entre los sacerdotes, en última instancia. Pero primero hay que abrir la puerta, hay que vencer las resistencias para comenzar a discutir los primeros pasos. Estos anuncios de Francisco hacen recordar lo que pasó con el Sínodo de la Familia. El Sínodo era para discutir sobre la familia, pero en definitiva el tema central del Sínodo resultó ser en los hechos la comunión de los divorciados vueltos a casar. Este es el tema que se discutió más largamente y es claramente perceptible en Amoris Laetitia y en sus repercusiones. Formalmente nunca se dijo ni siquiera que iba a ser importante en las discusiones, pero los analistas independientes previeron que lo sería. Por lo tanto no sería de extrañar que el centro del Sínodo Pastoral de la Amazonia se transforme en una discusión sobre la ordenación de hombres casados a la iglesia católica para esa región. Y esto abriría la posibilidad de extenderlo a toda la Iglesia, cómo pretenden especialmente los obispos alemanes, que han estado empujando el tema durante mucho tiempo. Con la expectativa que suceda como pasó con la comunión en la mano. Que al principio era una concesión para algunas diócesis y al final se convirtió en algo generalizado e incluso predominante en el mundo católico latino. Pero todos estos cambios son procesos y desde el inicio de su pontificado el Papa Francisco ha dicho públicamente que su misión es abrir procesos.

LAS DECLARACIONES PÚBLICAS DEL PAPA FRANCISCO ANTES DEL ANUNCIO
En una entrevista Francisco expresó la apertura a hombres hombres casados en algunos casos.
Hablando en una entrevista en el periódico alemán Die Zeit, dijo el Santo Padre que la escasez de sacerdotes en todo el mundo es un “enorme problema” que debe ser resuelto, pero añadió que el “celibato voluntario no es la respuesta”.
Sin embargo, dijo que el tema de la viri probati, hombres casados probados en la fe y la virtud, que podrían ser ordenados sacerdotes, es una “posibilidad que tenemos que pensar”.
“También hay que determinar las tareas que se pueden llevar a cabo, por ejemplo, en comunidades remotas”, dijo el Papa. En otra entrevista Francisco descartó el cambio en el celibato de los sacerdotes, diciendo que debe “permanecer como está”. Pero mencionó la posibilidad de ordenar “viri probati”, según los informes, diciendo en privado en 2014, que se podría dejar que los obispos decidieran, dependiendo de la situación. Y se refirió a una diócesis en México, donde cada comunidad tenía un diácono en esas condiciones, pero no cura. Die Zeit informó que el Papa hizo hincapié en la importancia de la oración para superar la crisis de vocaciones. “Eso es lo que falta: oración” dijo Francis, añadiendo que los jóvenes están anhelando orientación. Según el diario, hay múltiples voces en Alemania que recientemente han cuestionado el celibato sacerdotal obligatorio. Incluido el Obispo Dieter Geerlings, hasta ahora auxiliar de Münster, y Thomas Sternberg, el jefe del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZDK), un cuerpo que comprende varias organizaciones de laicos católicos en Alemania. Sternberg dijo que el celibato obligatorio ha “perdido su plausibilidad”. Algunos de los asesores y amigos del Papa también han insinuado, o claramente defendido, los cambios en la ley del celibato sacerdotal a lo largo de los años. Ellos incluyen al cardenal Pietro Parolín, ahora en la Secretaría de Estado del Vaticano, y el cardenal brasileño Claudio Hummes, un amigo del Papa y el ex prefecto de la Congregación para el Clero.
Los cambios para permitir algún tipo de sacerdocio de casados, la intercomunión entre denominaciones cristianas y, posiblemente el advenimiento de las mujeres diáconos son tres reformas que algunos observadores de la Iglesia esperan ver en los próximos años.
Algunos observadores están preocupados de que, al igual que con la admisión de algunos divorciados vueltos a casar a los sacramentos, las excepciones en última instancia ponen fin a disciplinas, tales como el celibato sacerdotal y, en general socavan la doctrina de la Iglesia sobre el sacerdocio y la Eucaristía. Sin embargo, el Papa afirma en la entrevista que la Iglesia debe estar “sin miedo” para enfrentar el cambio. “La verdad significa no tener miedo”, dijo. “A los temores de cierre de puertas, la libertad las abre. Y si la libertad es pequeña, al menos se abre una pequeña ventana”.

Veamos el caso de la Amazonia.

EL CASO DE LA AMAZONIA
La zona pastoral más grande geográficamente de Brasil es una de la Amazonia que está sobre el río Xingú, donde hay más de 800 comunidades católicas, pero solamente 27 sacerdotes católicos. Además piensa las grandes distancias que el sacerdote tiene que recorrer para hacer su tarea, y de que se trata de zonas rurales y en buena parte selváticas. El Obispo Erwin Krautler, de Xingu, piensa que eso no se puede tolerar más y que hay que tomar medidas enérgicas. En abril de 2014 el obispo tuvo una reunión con el Papa Francisco con el motivo de la encíclica que Francisco estaba haciendo sobre el medio ambiente, porque Krautler, de nacionalidad austríaca, es experto, y le planteó que
“Como obispo de la diócesis más grande de Brasil, con 800 comunidades eclesiales y 700.000 fieles, sólo tenía 27 sacerdotes.
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Lo que significa que nuestras comunidades sólo pueden celebrar la Eucaristía dos o tres veces al año como mucho”
, ver aquí.
Por eso recomienda que haya laicos que asuman el reparto de los sacramentos.
La ordenación de ‘viri probati’, es decir de los hombres casados probados que podrían ser ordenados al sacerdocio, surgió cuando estábamos hablando de la difícil situación de nuestras comunidades.
El mismo Papa me habló de una diócesis en México en la que cada comunidad tenía un diácono, pero muchas no tenían ningún sacerdote. Había 300 diáconos allí que, naturalmente, no podían celebrar la Eucaristía. La cuestión era cómo podrían continuar las cosas en tal situación”. (En referencia a la diócesis mexicana de San Cristobal de las Casas, donde hay carencia de todo, menos de diáconos), ver aquí. Y según el obispo brasileño, el Papa lo orientó a que lo discutiera con la Conferencia Episcopal y se mostró abierto al tema.
Esto se suma a lo que ya ha dicho el Secretario de Estado vaticano, Parolín, sobre que el celibato sacerdotal no es un dogma en la iglesia sino una tradición.
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Y el propio cardenal brasileño Hummes, muy cercano a Francisco, también declaró que el celibato es una disciplina no un dogma y que la mayoría de los apóstoles era casados.
A raiz de esta conversación del obispo brasileño con el papa, Krautler y el cardenal Claudio Hummes, presentaron a la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil la idea de ordenar personas de tercera edad casados y se formó una comisión para discutir el tema. Krautler  comentó que este no es un problema sólo de Brasil, sino que es sobre todo en el mundo en desarrollo. Y que varios obispos del mundo consideran que la ordenación de esos ancianos es una posible solución ante la escasez de vocaciones sacerdotales. Porque en las zonas alejadas muchas comunidades no pueden oficiar la comunión, el matrimonio y el bautismo.

UNA PROPUESTA QUE VIENE DE LEJOS
El obispo Krautler no fue el primero en proponer que se ordenen hombres casados para solucionar esta emergencia pastoral. Fritz Lobinger – obispo emérito de Aliwal, Sudáfrica – fue el precursor para que esta medida se concrete en las zonas marginadas. Lobinger visitó Brasil cinco veces, entre otras cosas estudiando el tema y promocionando su punto de vista.
Su opinión es que no se trataría más que legitimar cosas que ya de alguna manera se están haciendo por dispensas especiales de los obispos.
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Él dijo que en algunos lugares hay fieles reconocidos como ‘viri probati’ que ya dan servicios en funerales y oran por los enfermos, pero que también llevan adelante matrimonios y bautismos.
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Y agrega que son ampliamente aceptados por las comunidades, y estima que serían aceptados por la comunidad si fueran ordenados.
Además él opina que eso haría que la comunidad fuera más autosuficiente como para encarar su crecimiento y se tornaría más vibrante. En su libro “Equipos de ministros ordenados: una solución para la eucaristía en las comunidades”, sugiere que las diócesis lo pongan en práctica pidiendo a la Santa Sede un permiso excepcional para las ordenaciones. También ha escrito el libro “El altar vacío: un libro ilustrado para debatir sobre la falta de curas“
Lobinger considera que esto debe madurar desde dentro de las comunidades, no puede imponerse.
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Y que supondría dos tipos de sacerdotes, con dos estilos de formación y diferentes compromisos, trabajando de manera combinada.
Y expresa la necesidad de que, “los sacerdotes actuales, célibes y formados largamente en seminarios, encuentren el sentido de su vocación al presbiterado distinto a la de los nuevos ministros ordenados. Quienes tendrían una vida similar al resto de la comunidad, no harían la promesa celibataria y prestarían sus servicios gratuitos a tiempo parcial”. Ver aquí.
Lobinger propone que los laicos deben asumir el problema de la falta de vocaciones como un problema de ellos, porque también fueron enviados a la evangelización. Y que deben enfrentarse a que las soluciones a la falta de sacerdotes debe ser algo que se puede solucionar desde la propia comunidad. Ya que pedir más sacerdotes a la diócesis no es conducente, porque no puede aportarlos, por eso se debe iniciar un proceso de fortalecimiento interno para tender a la solución que él propone.
La idea no es suplantar a los sacerdotes célibes, sino sumarse, hacer ciertas cosas por delegación, que no se pueden hacer porque simplemente no hay suficientes sacerdotes disponibles.
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Y además, dejaría más tiempo a los sacerdotes célibes para profundizarse como consejeros espirituales.
Lobinger también se refirió a que esto debe ser hecho en comunidades sólidas, donde existan líderes de reconocido compromiso de servicio desinteresado. Y que debería tratarse de un equipo, porque considera que  ordenar equipos daría más garantías que ordenar individuos aislados.

LOS ALEMANES SE EMBARCAN EN EL PROYECTO
Para completar el panorama, hace un par de años había anunciado el vaticanista Sandro Magister que había una especie de entente entre alemanes y brasileños, plasmado en un proyecto del Papa Francisco.
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Para permitir excepciones locales a la norma del celibato sacerdotal, comenzando por el Amazonas.
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Y esto parece desplegarse ahora.
Un intercambio de cartas, una entrevista y una innovación ya convertida en ley confirman la voluntad del papa Francisco de extender en la Iglesia Católica la presencia de un clero casado, como ya se anticipó en El próximo sínodo ya está en construcción. Sobre los sacerdotes casados (9.12.2015)
El intercambio de cartas se produjo por iniciativa de un destacado teólogo alemán, Wunibald Müller, de 65 años de edad, quien en diciembre del 2013 escribió una carta abierta al Papa, ampliamente publicitada por el sitio web oficial de la Conferencia Episcopal de Alemania, bajo el título de “Papa Francisco, abra la puerta”, para pedirle que anule el vínculo del celibato para los sacerdotes. Müller no es un cualquiera. Es psicólogo y escritor prolífico. Ha fundado y dirige la “Recollectio-Haus”, en la abadía benedictina de Münsterschwarzach, en la diócesis de Würzburg, para la atención de sacerdotes y religiosos que atraviesan una crisis existencial, financiada por otras siete diócesis (Augusta, Friburgo, Limburg, Maguncia, Münich-Freising, Paderborn, Rottenburg-Sttutgart). Y con un asistente espiritual, el benedictino más leído no solo en Alemania sino en el mundo, Anselm Grün.
La orientación de Müller está bien representada por los títulos de sus tesis para la licenciatura y el doctorado:
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El sacerdote como guía espiritual de personas homosexuales” y
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“Homosexualidad, un desafío para la teología y la atención de las almas”.
Al no haber recibido respuesta de su primera misiva, en abril del 2014 Müller volvió a la carga con una segunda carta a Jorge Mario Bergoglio. Y casi veinte meses después finalmente el Papa le respondió. El 25 de noviembre la “Katholische Nachrichten-Agentur”, la agencia de prensa de los obispos alemanes, dio a conocer la correspondencia y las señales de “apertura” provenientes del Papa. Y el 4 de enero el “Süddeutsche Zeitung” entrevistó a Müller pidiéndole noticias más detalladas que Magister publica y puedes leer aquí.

MÁS PISTAS
A lo que hemos ya dicho en este artículo debemos agregar lo que publicó luego el vaticanólogo Sandro Magister, él cuenta que “Norberto Saracco es un pastor pentecostal argentino, fundador de una facultad internacional de estudios teológicos en muchos países y con profesores de diferentes denominaciones cristianas”. “Él es un viejo amigo de Jorge Mario Bergoglio y dos meses después de su elección como Papa tuvo una larga conversación con él de forma confidencial en su apartamento en Santa Marta, además de una media docena de otros amigos argentinos”. “En el verano de 2015 Saracco informó de la entrevista a Robert Draper, autor del artículo de portada dedicada a Francisco en la edición de agosto de la revista National Geographic”
“… Saracco, pastor pentecostal, ha discutido con el Papa la posibilidad de eliminar el celibato como requisito para los sacerdotes”. 
Y dice Saracco en la entrevista:
“Si es capaz de sobrevivir a las presiones de la Iglesia de hoy y de los resultados del Sínodo sobre la Familia, creo que después él estará listo para hablar de celibato.”
Cuando le preguntó si el Papa le había dicho esto o si se basaba en la intuición, Saracco sonríe con picardía y dice:
“Es más que una intuición.”

¿LA CORRUPCIÓN DEL SACERDOCIO CÉLIBE?
La que estamos considerando, como toda propuesta novedosa, tiene sus problemas, y hay quienes la critican básicamente por dos motivos.
Primero porque se estaría dando autoridad a personas que no tienen suficiente formación, lo que podría acarrear desviaciones en las enseñanzas.
Y por otro lado, podría ser una tentación que socavaría el sacerdocio célibe tradicional, viéndolo como una competencia.
Un artículo del padre Peter MJ Stravinskas tiene contundentes desacuerdos con extender el sacerdocio a los casados. Entre los varios argumentos que da hay dos interesantes. Dice que los que son suficientemente mayores recordarán cuando el Papa Pablo VI dio un indulto para permitir la comunión en la mano. Era solamente para los países donde la práctica se había generalizado (en sí misma una mala idea, ya que recompensaba la desobediencia). Era de limitado alcance para tres o cuatro países (por ejemplo, Bélgica, Alemania, Holanda).
Pero en lugar de quedar ahí, la práctica se extendió como un reguero de pólvora, con los obispos de todos los países desarrollados exigiendo el derecho al indulto. 
Lo que al final fue para toda la Iglesia. Y también se pregunta: ¿No hemos aprendido lo que ese sistema produjo en la Edad Media?
Una serie de sacerdotes ignorantes, supersticiosos no formados, que se replican a sí mismos entre los laicos.
Lo que fue una de las causas principales de la reforma protestante. ¿No fue una de las preocupaciones principales del Concilio de Trento la formación de sacerdotes, que no fueran meros magos “sacramentales”, sino maestros auténticos y predicadores de la Fe? Y luego el artículo discute la real necesidad de sacerdotes y como se forman las vocaciones. Pero por otro lado, los sacerdotes casados no son desconocidos en el catolicismo, porque las iglesias católicas de rito oriental ordenan sacerdotes casados y la Iglesia católica ha permitido la entrada de ex sacerdotes anglicanos casados que actualmente ejercen como sacerdotes en occidente.
“El celibato del sacerdocio en la Iglesia Occidental es una cuestión de disciplina eclesiástica y, por tanto cambiante”, dijo James Conn, un sacerdote jesuita y profesor de derecho canónico en la Universidad de Boston.
El papa Francisco se ha mostrado sensible a discutir sobre el celibato sacerdotal, al punto que en una conversación con el director del diario La Repubblica dijo que el celibato es un “problema”, y según lo publicado, se comprometió a encontrar soluciones.
Finalmente debemos considerar las palabras de Krautler, de que ordenar líderes laicos casados, ancianos, no significa la extinción del tipo de sacerdote actual, sino que abriría “otras experiencias y otras posibilidades para atender a la necesidad de un 90 por ciento de las comunidades de la Amazonia“.

En definitiva, esto es un tema a discernir por parte de los católicos y por eso lo publicamos.

Fuentes:

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