lunes, 9 de octubre de 2017

IMPRESIONANTE BILOCACIÓN DE UNA MÍSTICA PARA SALVAR A UNA JOVEN

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Historia reciente contada por el postulador de la causa de Beatificación de María Esperanza. María Esperanza Medrano de Bianchini fue la famosa vidente y estigmatizada venezolana. Quien tuvo decenas de apariciones de María, Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones, desde 1976 a 1990, en Finca Betania, Venezuela.
Es una de las pocas apariciones marianas reconocidas por la Iglesia en América.
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En el 2010 se abrió la causa para su beatificación presentando un supuesto milagro.
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Y el postulador de su causa escribió un libro contando su bilocación en 1990.
LAS APARICIONES DE LA VIRGEN MARÍA A MARÍA ESPERANZA
Se puede leer la historia de las apariciones de María, Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones, aquí. Si bien María Esperanza tuvo manifestaciones y visiones celestiales desde los 5 años (ella nació en 1928), fue el 25 de marzo de 1976 cuando la Virgen María se la apareció por primera vez: “María Esperanza fue la única persona que vio a la Virgen ese día en el lugar. Aunque unas ochenta personas más notaron una especie de nube que salía de la colina y otros fenómenos luminosos y movimientos en el sol, así como perfumes desconocidos y cantos corales de origen no visible“.
Y según las palabras de la vidente, la Virgen le dijo ese día en Finca Betania:
“Hijita: aquí me tenéis con Mis manos enriquecidas de Gracias y envueltas con los resplandores de Luz, para llamar a todos Mis hijos a la conversión.
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Esta es la Semilla de Gloria que les ofrezco como María Reconciliadora de los Pueblos, porque vengo a reconciliarles. .
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¡Reconciliación es la herencia de la Fraternidad Divina de mi Divino Hijo! .
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Hijita, lleva Mi Mensaje a todos, os guardaré aquí en Mi Corazón desde hoy y para siempre”.
La Finca Betania se constituyó a partir de ese día en un centro de oración y peregrinaje, y el obispo permitió la celebración de la misa en el lugar. Pero la eclosión celestial fue el 25 de marzo de 1984, cuando la Virgen se le apareció en Finca Betania, Venezuela ante más de 100 testigos que dieron testimonio por escrito de aparición.
La historia es la siguiente: “Un grupo de aproximadamente ciento cincuenta personas que habían sido invitadas para la celebración de una misa campal en horas del mediodía, como venía ocurriendo desde el 25 de marzo de 1976″.
“Algunos jóvenes y niños vieron con sorpresa aparecer a la Santísima Virgen sobre la cascada, en medio de la floresta.
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Los asombrados testigos vieron durante largo tiempo a la Madre de Dios, presente y amorosamente dispuesta a dejarse admirar.
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Esa tarde tuvieron lugar siete apariciones que duraban de cinco a diez minutos, menos la última, ya al atardecer, que tuvo una duración de aproximadamente media hora”.
“Al menos ciento ocho personas atestiguaron esta aparición, el mismo día, con su firma”.
Ese día la Virgen le entregó este mensaje a la vidente:
“Hijos míos: Yo soy María, Virgen y Madre Reconciliadora de los Pueblos que vengo con mi Hijo en brazos para reconciliarles.
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Oh sublime esperanza la vuestra. Rezad el Rosario.
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Hijitos, me habéis sentido y visto palpando la realidad de que convivo entre vosotros.
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Seguid fieles al Llamado que hoy les hago y recorramos juntos el camino.
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Os conduzco. ¡María Reconciliadora de los Pueblos!”.
Y lo impresionante del caso es que después de este suceso muchas personas siguen viendo a la Virgen esporádicamente durante años. El obispo, monseñor Pío Bello, que era Doctor en Psicología, aprobó las apariciones en 1987 en consulta con el entonces cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe por ese entonces. La Virgen María se la apareció docenas de veces.
LOS DONES REGALADOS A MARÍA ESPERANZA
Su primera aparición celestial fue a los 5 años.
Santa Teresita del Niño Jesús, quien desde las aguas del río Orinoco le lanza una rosa roja. Desde su juventud, tuvo una salud frágil y padeció innumerables enfermedades, pero vivió una vida de virtud y fidelidad a Dios, incluso en su juventud consideró ordenarse de monja. Recibió gran cantidad de dones y carismas extraordinarios:
Estigmatización, visiones del porvenir o profetización, don de curación, apariciones o “materializaciones” de la santa hostia en su boca, emisión de aromas de flores y frutas, aparición de pétalos de rosa, levitación, bilocación.
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Y quizás uno de los fenómenos místicos más impresionantes: el del nacimiento y salida de una rosa que brota de manera espontánea de su pecho, fenómeno éste que se ha repetido dieciséis veces.
También recibió dones de conocimiento sobrenaturales, como el discernimiento de espíritus, y la capacidad de leer los corazones de los demás.
Testigos afirman haberla visto levitar durante la misa y participar en bilocaciones.
También se cuenta que María Esperanza recibió la dirección espiritual y el manto de San Padre Pío.
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Y que recibió en presencia de su marido, una visita sobrenatural del santo el día antes de morir.
UNA BILOCACIÓN RECIENTEMENTE NOTICIADA
Un sacerdote de Nueva Jersey que encabeza la campaña para canonizar a la vidente venezolana María Esperanza Medrano de Bianchini, escribe en un nuevo libro un caso asombroso de bilocación. El fenómeno en el que una persona parece estar en dos lugares al mismo tiempo y del que fue informado profusamente sobre el gran místico italiano San Padre Pío (a quien conocía María Esperanza). Para explicarlo, el Padre Pío lo llamó una “prolongación” de su personalidad. Santos, como Antonio de Padua y San Alfonso María de Ligorio también lo experimentaron. El Padre Timothy E. Byerley, Ph.D., párroco de la Parroquia María Reina de Todos los Santos en Pennsauken, New Jersey, y vice-postulador para la Beatificación y Canonización de María Esperanza (cuyo estado actual es “Sierva de Dios”), dice en el libro, Maria Esperanza y la Gracia de Betania: el plan de Dios para la curación de la familia y la sociedad en el tercer milenio, que esto tuvo lugar el 9 de agosto de 1990, cuando María Esperanza estaba con su familia en Roma. “Allí, como era su costumbre, ella estaba rezando el Rosario en el medio de la noche por las almas necesitadas“, escribe, según el propio relato de la mística de la misma. “De repente, a las tres de la mañana, durante su oración, María Esperanza comenzó ‘visitar algunos lugares’, para usar sus propias palabras. Fue a la 21:00 de regreso a casa (en Venezuela)”. “Ella se encontró despertando en Las Mercedes en Caracas. Su avenida principal es un punto caliente para los jóvenes, llena de bares, discotecas, restaurantes y tiendas”. “Se acercó a una luz de neón que parpadeaba y entró en el edificio de escasa la luz”. “Entonces se dio cuenta de que ella estaba en el vestíbulo de una discoteca. En el vestíbulo, vio a una joven mujer rubia, muy bonita, y dos jóvenes. Uno estaba bronceado, alto y fuerte. El otro era enjuto, delgado y rubio”. “Estos jóvenes estaban tratando de sacar a la chica por el brazo en contra de su voluntad. En otras palabras, estaban tratando de obligarla a ir con ellos. Ellos tenían malas intenciones. La joven estaba en peligro extremo”.
Cuando Esperanza apareció, según el relato que ella dio, ella inmediatamente se puso entre los dos hombres y le dijo a la mujer angustiada, “Hija, vamos”.
Los hombres, tomados por sorpresa, liberaron a la mujer – pensando que María Esperanza era su madre – y tomó un taxi que la llevó a su casa.
Escribe Padre Byerley, “Algunos meses más tarde, el 8 de diciembre de 1990, María Esperanza estaba en Betania [el sitio de las apariciones aprobadas por la Iglesia cerca de Caracas] saludando a peregrinos”.
“De en medio de la multitud que pululaba a su alrededor, esta misma chica de Las Mercedes se presentó con su madre y se acercó a la Sierva de Dios.
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Ella indicó a su madre que María Esperanza fue la mujer que la rescató en esa fatídica noche del mes de agosto anterior“.
“La joven sonrió a María Esperanza y le dijo a su madre:
“Sí, ella es la señora que me ayudó en Las Mercedes”.
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Y se acercó a María Esperanza y le dijo: “Querida señora, yo nunca te olvidaré”. Ella estaba llorando”.
“Margarita Tarre que estaba escuchando a María Esperanza y da este testimonio de ese día en la casa en Caracas, replicó, “¡Usted estaba en Roma en el momento! ¡Así que fue bilocación! ‘ “La Sierva de Dios respondió: “Este es uno de los mayores milagros”.
PRESENTARON UN MILAGRO PARA SU BEATIFICACIÓN
María Esperanza falleció en el 2004. En el 2010 se abrió el proceso para su beatificación en un acto en que participaron 2 obispos y 43 sacerdotes en New Jersey, lugar donde reside la familia actualmente. En ese acto se presentó el supuesto milagro de una niña llamada Julieta a quien iban a extirpar un ojo por tener cáncer. La familia oró diariamente el Rosario y la oración de María Esperanza frente a una estampita de ella, y
“Aquella noche la madre se despertó y vio a una mujer vestida de blanco con Julieta diciéndole,
‘No hagas caso a lo que te dicen los médicos, todo saldrá bien.’”
Y efectivamente en noviembre de 2012 Julieta fue a consulta médica y los médicos no pudieron encontrar el cáncer en el ojo de Julieta.
ORACIÓN POR LA BEATIFICACIÓN DE MARÍA ESPERANZA
Padre Misericordioso, Tú que bendijiste a María Esperanza con abundantes dones espirituales a fin de consolar a tu Pueblo, sirviéndote como esposa, madre y misionera en la promoción de la unidad de la familia y de la reconciliación de todos los pueblos; Tú que la hiciste figura central de todas las manifestaciones de la Virgen bajo la advocación María Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, en Betania; concédenos seguir su ejemplo de humildad, esperanza y amor incondicional. Te pedimos por la intercesión de tu amada sierva María Esperanza, que sanes y reconcilies nuestras familias, y unas fraternalmente a la humanidad entera. Particularmente te suplicamos por piedad nos concedas (Se pide la gracia.) por los méritos y oraciones de tu sierva. Asimismo te suplicamos humildemente que sea inscrita en el catálogo de los santos, como modelo universal de las bienaventuranzas. Todo ello te lo suplicamos conforme a tu santísima voluntad la cual tu sierva amó hasta el final, por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén.
Con la aprobación eclesiástica de Su Excelencia, Mons. Paul Bootkoski Obispo de Metuchen, Nueva Jersey, 4 de diciembre, 2009

Fuentes:

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