El milagro del sol
fue una combinación insólita y milagrosa de una súbita inversión de la
temperatura con incontables fenómenos naturales adicionales conjuntos.
Por: n/a | Fuente: Cari Filii / Religión en Libertad
Por: n/a | Fuente: Cari Filii / Religión en Libertad
En
mayo pasado se cumplieron 100 años de las primeras apariciones de la Virgen en
Fátima y el Papa Francisco visitó el santuario mariano
para conmemorar este centenario y canonizar a dos de los videntes, los
pastorcitos Francisco y Jacinta. Además de los mensajes que recibieron de María
fueron testigos al igual que miles de personas más del conocido como "milagro del sol danzante" que se
produjo en octubre de ese mismo 1917.
Pese a la cantidad de testigos, incluso no creyentes, se han publicado todo tipo de teorias para intentar justificar que lo que se vio no era un milagro ni nada parecido, algunas de las más absurdas. En un tono divertido, Matthew Archbold recopilaba estas supuestas explicaciones y aportaba dos basadas en la fe, recogidas todas ellas por Cari Filii News: HASTA LA PRENSA LAICISTA Y ANTICLERICAL LO ACREDITABA
Pese a la cantidad de testigos, incluso no creyentes, se han publicado todo tipo de teorias para intentar justificar que lo que se vio no era un milagro ni nada parecido, algunas de las más absurdas. En un tono divertido, Matthew Archbold recopilaba estas supuestas explicaciones y aportaba dos basadas en la fe, recogidas todas ellas por Cari Filii News: HASTA LA PRENSA LAICISTA Y ANTICLERICAL LO ACREDITABA
De lo que ocurrió en octubre de 2017 hay hechos
irrefutables: un documento, el artículo en el gran diario portugués “O Século”, anticlerical, equivalente, por ejemplo de “El País” en
la España actual. El periodista Avelino
de Almeida, laicista, nada católico, que en todos sus artículos previos
se burlaba de la religiosidad de Fátima, se presentó en el lugar de los hechos,
donde la Virgen de Fátima había anunciado “una señal”. Explica que allí se
congregaron unas 70.000 personas. Y describe: “Ante los ojos asombrados
de la multitud, cuyo aspecto era bíblico, de pie, cabezas sin sombreros,
mirando con atención el cielo, el sol tembló, hizo increíbles movimientos
repentinos fuera de cualquier ley cósmica, el sol ´bailó´ según la expresión de
la gente”.
El bloguero católico Matthew Archbold, en su blog CreativeMinorityReport, realizó una recopilación con lenguaje divertido y ameno de cómo “los secularistas han amasado una enorme cantidad de explicaciones de por qué no deberíamos creer lo que vemos ante nuestros propios ojos. He aquí las asombrosas razones que han acumulado para que creamos que nada especial pasó en Portugal ese gran día”.
Hay que tener en cuenta que (como veremos después) también entre los católicos fieles y ortodoxos hay diversidad de opiniones sobre lo que pasó allí, pero por el momento repasemos lo que Archbold llama el “Top 10 de explicaciones científicas para Fátima”.
Escribe Archbold con humor:
10.
Polvo estratosférico. Steuart
Campbell, escribiendo para la edición de 1989 del Journal de Meteorología,
teoriza que una nube de polvo estratosférico alteró la apariencia del sol el 13
de octubre, haciendo que fuese más fácil mirarlo y dándole una apariencia
amarilla, azul, violeta y que girase. En apoyo a esta hipótesis, el señor
Campbell señala que hay un sol azul y rojizo documentó en China en 1983.
9.
No todos lo vieron, así que nada pasó. Curiosamente,
es el argumento exactamente opuesto al de que también China lo vio por lo que
no pasó. Los astrónomos, dicen, no vieron ninguna danza
en el cielo en ningún lugar del mundo. El sol danzante fue un hecho regional,
así que queda descartado. Podríamos preguntarnos si el hecho de que fuese un
fenómeno regional significa que no pasó nada especial. Si se hubiera visto en
todo el mundo habrían escrito que simplemente fue un fenómeno astronómico
porque todo el mundo lo vio.
8.
¡Percepción Extra Sensorial, PES! Siempre
es mi favorita. La autora Lisa Schwebel dice que el evento fue una forma
sobrenatural de fenómeno extrasensorial. ¿Dios? ¡Ni hablar! ¿PES? ¡Sí! Schwebel
ha dicho que a lo largo de la historia humana se han registrado varios casos de
reuniones religiosas que culminan con la aparición repentina y misteriosa de
luces en el cielo, así que es PES. La lógica se me escapa, pero si eres
creyente en El Exorcista II, entonces esto es tan creíble como Richard Burton haciendo
de cura.
7.
Un falso sol. Ni
siquiera sabía que este existiese pero vale la pena escucharlo. Joe Nickell,
que se autodescribe como escéptico e investigador de lo paranormal, según
Wikipedia asegura que la posición del fenómeno descrito por varios testigos
está en un azimut y elevación erróneos para ser el sol. Propone que la causa
puede haber sido un “sundog”, a veces
llamado “parhelion” o “falso sol”, un fenómeno óptico atmosférico
asociado con la reflexión/refracción de la luz solar por los numerosos
cristalitos de hielo que componen los cirros o nubes de cirrostratos. Un “sundog” es, sin embargo, un fenómeno
estacionario, quieto, y no explicaría la apariencia de “sol
danzante”. Así que Nickell sugiere una explicación a este fenómeno que
puede darse en una distorsión retinal temporal, causada por mirar a la intensa
luz y/o el efecto de enfocar los ojos hacia delante y atrás para evitar una
mirada completamente fija, combinando así imagen, post-imagen y movimiento.
Así, pues, 70.000 personas movieron la cabeza y pensaron que un falso sol
danzaba. ¿Los 70.000? Bastante ridículo, ¿no?
6.
¡Nube de polvo! Paul Simons, en un artículo titulado “Secretos del Clima en el Milagro de Fátima” dice que
es posible que algunos de los efectos ópticos de Fátima puedan haber sido
causados por una nube de polvo del Sáhara.
5.
La vieja teoría de la alucinación en masa.
El autor Kevin McClure es uno de los muchos que dicen más o
menos esto: la multitud en Cova da Iria esperaba ver señales en el sol, así que
las vieron. Claro, pasa continuamente. McClure no tiene en cuenta que gente que
estaba a millas de distancia que no pensaba para nada en el asunto también lo
vio.
4.
¡OVNI! El viejo truco del
artefacto alienígena que se hace pasar por una señal de Dios. También
pasa continuamente, ¿no lo sabían? Curiosamente, la nave espacial resulta que
viene el día exacto que los tres niños dijeron que habría un milagro. O quizá
las apariciones fueron todas obra de los hombrecillos verdes. Todo eso suena
mucho más realista que la explicación de la Iglesia.
3.
Tormenta solar. Fue
una gigantesca EMC (eyección de masa coronal). Más conocida como “luces del norte” en Portugal. Verán, las
llamaradas solares emiten partículas de alta velocidad que causan las luces del
norte o aurora boreal. Eso lo explica todo. Porque todos sabemos que las
auroras boreales se parecen en todo a que un sol que danza.
2.
Presión de los demás. Había
una presión social significativa para ver un milagro así que todos se
autoengañaron para creer que lo vieron. ¿Que eran 70.000 personas? Es una
presión social bastante fuerte. Sobre todo para la gente que lo vio a 20 millas
de distancia.
1.
Un eclipse. A estos chicos no les importa contradecirse.
Sería un eclipse muy, muy local. ¿no lo habrían visto los astrónomos?
Una razón de “bonus”:
-1: la Evolución. Lamentablemente, esta viene del Instituto de Física de
la Universidad Católica de Lovaina. La
evolución nos ha dado el famoso “efecto de zoom y
alejamiento”. Ocurre cuando ves una imagen a una distancia
desconocida. Tu cerebro considera la posibilidad de que se acerque así que sin
que lo sepas tu cerebro realiza un “zoom mental
ilusorio, en que el tamaño aparente del objeto se incrementa progresivamente”.
Sucede por lo siguiente, dicen los científicos.
La evolución nos fuerza a estar continuamente atentos por si se acerca algo
peligroso para comérsenos, por si hemos de salir corriendo, así que nuestro cerebro hace zooms para asustarnos y
salir corriendo. Cuando la idea de una aproximación no implica peligro
real, el objeto vuelve a su lugar. Como el sol danzante. Asombroso. Setenta mil
personas pensaron que el sol venía a
comerlas. Cuando se dieron cuenta de que el sol no tenía dientes, lo
devolvieron a donde pertenecía con “zooms y
alejamientos”. ¡Podría ser mi teoría preferida!
Hasta aquí la selección de
explicaciones desde sectores, por lo general, secularistas.
¿Un milagro natural o sobrenatural?
En 2014, el sacerdote Ryan Erlenbush, en su blog “New Theological Movement”, retoma el tema y ofrece un par de explicaciones “alternativas” católicas.
Primero establece lo que hizo el Sol según los
testimonios: danzó en el cielo, se
dirigió con enorme velocidad contra la tierra como si fuera a estrellarse
–al parecer hubo gente que se lanzó al suelo- y de repente de forma súbita el sol volvió a estar en su lugar,
dejando a la gente atónita el hecho de que su ropa, que había estado mojada por la fuerte lluvia, estaba ahora
completamente seca. Se establece que incluso personas a millas de
distancia vieron al sol moverse así.
Por supuesto, el Sol en sí no se movió de su
sitio, el resto de los humanos del planeta no notaron nada de esto ni tampoco
los observatorios astronómicos.
Ryan Erlenbush cita a un sacerdote científico prestigioso y buen conocedor de la historia y la
filosofía de la ciencia, Stanley Jaki, que apunta que pudo tratarse de
una combinación insólita (y milagrosa
por haber sido señalada en fecha y hora por la Virgen, citada por los
videntes) de inversión súbita de la temperatura con incontables fenómenos naturales adicionales conjuntos, incluyendo
algunos que hemos comentado antes… Una conjunción de tantísimas variables precisamente en el día que se había
congregado tanta gente esperando una señal… ¿no es un milagro?
Pero el padre Erlenbush tiene su propia teoría
que prefiere a la del padre Jaki porque, simplemente, es más sencilla y más
sobrenatural.
Una
explicación de "tamaño más bíblico"
“La explicación del padre Jaki reduce el milagro a un evento esencialmente natural. Más aún, el número de factores naturales que habrían concurrido para hacer el fenómeno incluso remotamente posible es tan grande que lo hace del todo improbable. El padre Jaki respondería: ¡por eso es un milagro! Nosotros replicamos: ¡Entonces es más probable proponer un milagro real!”
“Por lo tanto”, continua
Erlenbush, “parece más factible que un nuevo objeto se formó en el cielo,
quizá a cientos de metros en el aire sobre el campo. Se llenó con una luz
intensa y parece que produjo calor intenso. Esta bola atmosférica de reciente creación era movida (parece) por
ángeles y es muy comparable al Pilar
de Fuego o –quizá- la Estrella de Belén”.
“Proponemos que los
ángeles, dirigidos por Nuestra Señora, hicieron esta bola masiva con polvo o
gas que brilló tan intensa con la infusión de luz que ocultó el sol de la
vista. Esta bola angélica se parecería
a una nube extraordinariamente densa, que se llenó con luz de diversos
colores. Este objeto les parecería ante todos en el campo y a millas de
distancia, ser el sol, cayendo hacia la tierra”.
Un “mini-sol” así
explica, dice Erlenbush, que el resto del mundo no notase nada y que los
presentes en el lugar de los hechos quedasen tan aterrados. Así, dice
Erlenbush, “no
sólo tenemos un milagro, sino uno de proporciones bíblicas que nos
devuelve al Éxodo y a la Luz de la revelación de los gentiles que se da en el
Cristo Niño”.
Sor Lucía relataba en sus memorias otro hecho extraordinario:
La aparición de San José
Otro hecho extrardinario ocurrió aquel día y que cuenta la vidente Sor Lucía en sus “Memorias”. Tal y como recoge Cari Filii News, Aquel 13 de octubre de 1917, se apareció San José junto a la Virgen y el Niño, al final de las manifestaciones.
Sor Lucía relataba en sus memorias otro hecho extraordinario:
La aparición de San José
Otro hecho extrardinario ocurrió aquel día y que cuenta la vidente Sor Lucía en sus “Memorias”. Tal y como recoge Cari Filii News, Aquel 13 de octubre de 1917, se apareció San José junto a la Virgen y el Niño, al final de las manifestaciones.
Más allá del debate sobre si el sol danzó, si el
calor secó las ropas milagrosamente cuando unos minutos antes todos estaban
empapados, si hubo una señal en el cielo que vieron miles de asistentes, la visión de San José con la Virgen y el Niño
es un manifiesto a favor de la familia.
“Desaparecida Nuestra
Señora en la inmensa lejanía del firmamento, vimos al lado del sol, a San José
con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco, con un manto azul. San José con el Niño parecían bendecir al
mundo, con unos gestos que hacían con la mano en forma de cruz”, escribía
Sor Lucía
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