Estudio confirma que
no hay evidencia científica para afirmarlo.
Por: n/a | Fuente: ACI Prensa
Por: n/a | Fuente: ACI Prensa
Un nuevo estudio que analiza otras 200 investigaciones
sobre orientación sexual e identidad de género reveló que no existe evidencia
científica para afirmar que se nace homosexual, cuestionando el común alegato
de los colectivos LGBT.
La prestigiosa revista The New Atlantis publicó la investigación realizada por los
expertos Lawrence Mayer, epidemiólogo y miembro del departamento de Psiquiatría
de la reconocida Universidad de Medicina John Hopkins; y el psicólogo y
psiquiatra Paul McHugh, “tal vez el psiquiatra más
importante de los últimos 50 años”, señala la publicación.
El estudio lleva por título “Sexualidad y Género: Descubrimientos desde las ciencias
biológicas, psicológicas y sociales”.
“Los estudios científicos no corroboran la
hipótesis de que la identidad de género sea una propiedad innata y fija del ser
humano e independiente del sexo biológico: es decir, que una persona sea ‘un
hombre atrapado en un cuerpo de mujer’ o ‘una mujer atrapada en un cuerpo de
hombre’”, señala una de las revelaciones de la investigación.
El editor de la revista, Adam Keiper, explica que “al
examinar investigaciones de las ciencias sociales, biológicas y psicológicas,
este informe muestra que algunos alegatos que se escuchan con frecuencia sobre
sexualidad y género no tienen apoyo en
la evidencia científica”.
El informe “se
centra en las altas tasas de problemas mentales entre la población LGBT, y
cuestiona la base científica de la tendencia del tratamiento de niños que no se
identifican con su sexo biológico”.
Los expertos señalan que “aunque un niño pequeño sea considerado –incluso por él
mismo– una niña, eso no lo convierte biológicamente
en una niña. La definición científica del sexo biológico es, para casi todos
los humanos, claro, binario, y estable, lo que refleja una realidad biológica
subyacente que no se contradice con las excepciones a la conducta sexual
habitual, y no puede ser alterada por la cirugía o condicionamientos sociales”.
En el estudio se explica inicialmente que “las pruebas científicas no respaldan la visión de que la
orientación sexual es una propiedad innata y biológicamente fija del ser
humano: la idea que los individuos ‘hayan nacido así’”.
PROBLEMAS
DE SALUD MENTAL
Los expertos también resaltan que “los estudios comparativos de la estructura cerebral de
personas transgénero y no transgénero han demostrado la existencia de
correlaciones débiles entre la estructura cerebral y la identificación
transgénero. Esas correlaciones no constituyen una prueba de que la
identificación transgénero tenga una base neurobiológica”.
Sobre los problemas de salud mental que sufren
las personas no heterosexuales, el estudio señala que “tienen
un riesgo más elevado de padecer diversos problemas de salud general y salud
mental”.
Resulta “especialmente
alarmante -prosiguen- que en la comunidad transgénero, la tasa de intentos de
suicidio a lo largo de la vida y para todas las edades se estime en un 41%,
mientras que es menos de un 5% para la población general de Estados Unidos”.
En comparación con la población general “los adultos sometidos a cirugía de reasignación de sexo”
tienen “aproximadamente 5 veces más probabilidades
de intentar suicidarse y 19 veces más de morir por suicidio”.
¿NIÑOS
TRANSGÉNERO?
Los investigadores expresan su preocupación por
los niños y en el estudio explican que “solo una
pequeña minoría de los que manifiestan una ‘identificación de género cruzada’
durante la niñez lo siguen haciendo en la adolescencia y la adultez” y
advierten que “no existen pruebas de que a todos los niños con pensamientos o
conductas de género atípicas haya que animarlos a convertirse en transgénero”.
En el prefacio del estudio, el Dr. Mayer afirma
que esta investigación se hizo pensando en el bienestar de los niños. Por
encima de todo, escribe, “lo dedico a los niños que
batallan con su sexualidad y género”.
En declaraciones al National Catholic Register, el Dr. Paul McHugh señaló que
actualmente “estamos en un mundo en el que todo el
mundo dice ‘queremos medicina basada en la evidencia para tomar un antibiótico,
pero sin evidencia también se quiere hacer cosas radicales a los niños”.
Los autores también señalan que “la evidencia científica recopilada sugiere que tengamos
una perspectiva escéptica hacia la afirmación de que los procedimientos de
cambio de sexo proporcionan los beneficios que se esperan o que resuelven los
asuntos subyacentes que contribuyen a los elevados riesgos mentales de la
población transgénero”.
SIN
MIEDO A LA POLÉMICA
En las conclusiones, los expertos explican que
elaboraron el estudio para que pueda ser asequible a los especialistas y el
público en general; y comentan que “si bien hay
mucha controversia alrededor de cómo la sociedad trata a los miembros LGBT,
ninguna visión política o cultural nos debe desalentar para entender los
asuntos clínicos y de salud pública para ayudar a la gente que sufre de
problemas mentales que pueden estar relacionados con su sexualidad”.
En esta exhaustiva investigación, finalizan, “hemos intentado sintetizar y describir un complejo
cuerpo de estudios científicos relacionados a estos temas. Esperamos que esto
contribuya al debate público sobre la sexualidad humana y la identidad. Sabemos
que habrá respuestas enérgicas y les damos la bienvenida”.
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