viernes, 18 de agosto de 2017

ESOS FANÁTICOS NO TIENEN NI MEDIA POSIBILIDAD DE VENCER A NUESTROS INMENSOS ESTADOS DEMOCRÁTICOS


Cuando en otros posts he hablado de que en un futuro lejano desearía ver un gobierno de la Humanidad para bien de todos y cada uno de los seres humanos, un gobierno por parte de los mejores, un gobierno de la Razón, por supuesto no consideraba que ese gobierno se pueda implantar ahora. De hecho, ahora tal cosa sería un desastre. Podría caer en manos de ideologías nefastas o de individuos corruptos. Lo que expresé (y así lo dije) era un ideal.

Ahora bien, qué contraste entre ese ideal de una Humanidad en la que todos somos iguales, en la que el entero planeta se transforma en una Atenas perfecta, en la que los seres humanos somos iguales y libres; en la que ya no importa para nada si uno ha nacido en Honduras o en Alemania, en México o en Japón.

Qué diferencia entre esa sociedad que culmine nuestra evolución como Humanidad, y la barbarie de cientos de miles de seres humanos cargados de doctrinas de resentimiento, deseando imponer el yugo de sus visiones delirantes sobre naciones enteras.

Nuestro himno de la Unión Europea es todo un canto a la alegría, al gozo de vivir, a la fraternidad, a la libertad, a la tolerancia. Me parece el más bello himno nacional de cuántos he escuchado. Más que un himno a una tierra, es un poema sinfónico a un ideal.

Me gustaría decir que el tiempo va a nuestro favor. Pero la Libertad debe ser fuerte. Una libertad débil será conculcada y hasta encadenada. Hay que reconocer que los pilares económicos de esa fortaleza se han ido debilitado más y más en los últimos casi veinte años. No son unos pocos terroristas los que me preocupan. Nos harán llorar, pero no nos derribarán. Lo que me preocupa es que Persia finalmente invada a la Liga Griega.

Los aqueménidas llegaron a quemar Atenas. No se quedaron en Grecia, pero ¿y si lo hubieran logrado? Podrían haber incluso haber destruido todo su pasado. El pasado griego podía haberse convertido en un mito para una colonización persa masiva impulsada por una monarquía que exigía adoración.

No son esos terroristas musulmanes los que nos derribarán. Lo que me preocupa es la nueva Persia del este: una dictadura científica, programada. Un Trántor del siglo XXI. Pero mientras podamos, este blog será libre.


P. FORTEA

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