¿Pueden los laicos luchar contra el Demonio empleando el ritual
sacerdotal de exorcismos? ¿Qué es el Don de Liberación y como saber con debida
prudencia quien tiene tal llamado de parte del Espíritu Santo? ¿Qué debe hacer
entonces un laico cuando afronta los ataques del demonio? En primer lugar, se
debe dar un vistazo a los sacramentales que se les ha dado preferencia en la
lucha contra los demonios. En segundo lugar, se debe abordar el tema de la
liberación y examinar si los seglares podrían participar directamente en la
lucha contra el diablo a través del Don de Liberación recibido el Sacramento
del Bautismo y por medio de los Sacramentales debidamente Exorcizados por un
Sacerdote.
Los
sacramentales
Además de
llevar una vida virtuosa, unida a los sacramentos de la Iglesia y dedicada a
una vida de oración, los sacramentales son dados a nosotros por la Iglesia para
ayudarnos en la lucha contra Satanás y sus secuaces.
En
particular, los exorcistas
sugieren los siguientes sacramentales como la forma más eficaz para
expulsar la presencia del mal en nuestras vidas:
1. El agua bendita
2. Crucifijo
3. Aceite bendito
4. Sal bendita
5. Las reliquiasdelos Santos
Estos
sacramentales son utilizados
normalmente en el rito de exorcismo y, por tanto, tiene sentido que
estos sacramentales sean utilizados fuera del rito para ahuyentar a los
demonios de una persona, lugar u objeto.
Valdría
la pena tener estos sacramentales en nuestros hogares y hacer uso devoto de
ellos diariamente.
Otros
sacramentales que han sido reconocidos por ser eficaces son: la medalla de San Benito, el Escapulario de Nuestra Señora del Monte
Carmelo y el Rosario.
Me
gustaría destacar que estos sacramentales deben tener un uso devoto y no un uso supersticioso. No
debemos utilizarlos de una manera supersticiosa sin fe que lo respalde.
Estos sacramentales
no siempre producen un efecto, los cuales están directamente ligados con
nuestra fe. Si tenemos una fe débil, estos sacramentales no servirán de nada en
la lucha contra Satanás. Si tenemos una fe fuerte, arraigada en los
sacramentos, estos sacramentales tendrán un profundo poder de expulsar el mal
del lugar que vayamos.
Como
recordatorio, el sacerdote que es un exorcista debe ser distinguido por su piedad, prudencia e
integridad de vida. Él debe cumplir este devoto compromiso con toda
constancia y humildad.
Estas mismas virtudes debemos encontrarlas en nuestra propia
vida, si queremos utilizar los sacramentales de una manera devota y
santa.
MINISTERIO DE
LIBERACIÓN
Escribiendo
sobre el exorcismo, se debe tener siempre en cuenta que sólo un sacerdote ordenado y autorizado por
su obispo local puede realizar el rito de exorcismo.
Esto
significa que incluso el párroco local NO puede realizar el rito. Sencillamente
porque no tiene la autoridad para hacerlo.
A los
sacerdotes les puede ser concedida autoridad para muchas cosas, pero hasta para
escuchar una confesión requieren el permiso del obispo.
Por
ejemplo, un obispo puede revocar la facultad de oír confesiones si se presenta
un caso grave. Más aún con el rito de exorcismo el sacerdote necesita la debida
autorización.
¿Pueden los Laicos hacer exorcismos?
Con lo
anterior expuesto, significa que los
laicos NUNCA podrán realizar el rito de exorcismo. Simplemente no
tenemos la potestad del ordenado o la autoridad de hacerlo.
Si
intentamos recitar las diversas oraciones del Rito de exorcismo, el demonio
simplemente se reirá en nuestras caras. No tenemos ese tipo de poder sobre los demonios.
Al mismo
tiempo, se cree que algunas
personas han recibido el carisma del exorcismo. Este es un don del Espíritu
Santo dado a estas personas en el bautismo.
Estas
personas tienen un extraordinario sentido de lo sobrenatural y se les ha dado
cierta cantidad de poder sobre los demonios. Sin embargo, este don es una gracia singular que
no todo el mundo tiene, y no es lo mismo que el rito de exorcismo.
Estas
personas son capaces de orar por
la liberación de una persona del maligno y Dios, en su
misericordia, interviene y permite que esto ocurra.
El
discernimiento de este "carisma" no
debe hacerse a la ligera y sólo puede hacerse con la orientación adecuada de un
director espiritual.
Por otra
parte, algunos afirman que
CUALQUIER PERSONA puede hacer oraciones de
liberación y liberar a una persona o lugar del mal. Se dice que el Padre nuestro, es la perfecta oración de liberación a
consecuencia de su petición de líbranos del mal.
Sin
embargo, la Iglesia no tiene mucho que decir acerca de este ministerio y por lo
tanto debe ser abordado con mucha prudencia. No queremos vernos involucrados
con Satanás y después descubrir que no tenemos poder alguno sobre él. Esto no
pronosticaría un buen presagio para nosotros.
Al final,
recordemos, los laicos tenemos CERO poder
sobre Satanás y sus secuaces. Sólo a través del poder de DIOS podemos vencer el
mal.
Adaptación, traducción por Ana Mercedes de Alvarado para PildorasdeFe.net, del artículo publicado
en: PhilipKosloski.com, autor:Philip Kosloski
Ana Mercedes de Alvarado, es de Panamá, felizmente
casada, con títulos universitarios en administración y humanidades.
Comprometida con anunciar el Evangelio en lengua española y con vocación de
servir. Tiene como lema: ¡Aquí estoy: envíame! (Isaías 6,8)
Publicado por Unción Católica y Profética
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