Breve reflexión del
patriarca Ignacio IV Hazim de Constantinopla.
Sin el Espíritu Santo:
Dios es un ser distante, Cristo
es un personaje del pasado, el Evangelio es letra muerta, la Iglesia es una
simple organización, la autoridad es dominación, la misión es propaganda, el
culto es evocación, el actuar cristiano es una moral de esclavos.
Pero con el Espíritu Santo y en el Espíritu Santo:
El Universo es elevado y
suplica la venida del Reino de Dios, la presencia de Cristo Resucitado es
reconocida, el Evangelio es vida y poder, Iglesia significa comunión
trinitaria, la autoridad es un servicio que libera, la misión, un Pentecostés, la
liturgia es memorial y anticipación del misterio, el actuar humano se diviniza.
Por Ignacio IV Hazim de Constantinopla (1920-2012), patriarca de Antioquía y de todo Oriente y primado de la Iglesia de Antioquía desde 1979
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