ABBA, HABSA ABBA, ABRA SARAIDA JESÚS, ABRA SARAIDAM MARÍA, HABSA ABBA.
Se roció agua bendita en todo el
lugar.
El Ángel Rosa del Corazón del
Santísimo hizo la señal de su presencia.
HNO. JOSÉ: Gracias Rosa del Corazón
del Santísimo por tu presencia, bendita seas.
Se rezó San Miguel Arcángel,
defiéndenos del combate…
Luego se rezó 3 Ave María.
DIOS PADRE: Buenas noches Grupo “Sí
Señor”… SOY SU PADRE CELESTIAL.
HNO. JOSÉ: Bendito seas Señor,
gracias por tu presencia.
DIOS PADRE: Hijos míos de Mi
Corazón, ustedes son testigos de una época de oscuridad espiritual, ustedes son
testigos que la maldad reina en el corazón del hombre y por tanto muchos de mis
hijos sufren, sufren la guerra, la persecución, sufren el hambre, sufren el
destierro, sufren por enfermedades, sufren por desastres… hijos míos, todos
aquellos que tienen un sentimiento paternal, pueden entender el dolor de Mi
Corazón, Yo Soy un Padre de Amor que les he hecho para ser felices conmigo en
el Paraíso, pero… el hombre está en el destierro en éste momento, en ésta
tierra y pues sufren hijos míos, Yo no Soy indiferente y jamás lo he sido,
porque Yo los cree por Amor y para el Amor, pero están en un camino y quiero
que ustedes sean conscientes de ello, al estar en un camino de destierro, al
estar en un camino de sufrimiento y donde hay dolor, es inevitable que muchas
veces los sientan, pero han de ser ustedes mis luces en ésta tierra, mis Almas
Reparadoras que en comunión con nuestro Santo Espíritu recibido en la Santísima
Comunión ustedes puedan ser aquella Luz para la que han sido destinados aquí,
ninguno de mis hijos presentes está aquí por nada, todos han venido… los que
han venido mucho tiempo y los que por primera vez vienen, porque en Mi Corazón
estuvieron desde el vientre de sus madres destinados a estar aquí, y cada uno
de ustedes tienen una misión de Amor que cumplir en ésta tierra, una misión de
Amor que será posible cuando se encuentren en Gracia, en verdadera Gracia, tienen
a su disposición a aquellos Sacramentos que están aquí para ayudarlos en su
caminar, como objetivo y como fin el Cielo y el Paraíso Eterno hijitos, Yo los
quiero ahí, los he criado para que estén ahí, pero han de esforzarse hijitos,
han de ofrecer sus penas y sus sufrimientos, contemplen la vida de los
discípulos amados de Jesús, todos ellos fueron presa del martirio y vivieron
aquello con un Espíritu totalmente entregado al Amor, porque ya su vida la
tenían… la vida terrenal por nada, porque su vida estaba en el Cielo, como
objetivo y centro de su ser el Cielo y recibieron aquel Espíritu Santo
consolador paráclito que les dio la Luz en medio de la tiniebla, a ustedes
también hijitos se les concede el Santo Espíritu desde el momento de su
Bautizo, si ustedes son fieles, si ustedes son fieles a los Sacramentos que han
recibido, la Comunión… Confiésense, confiésense de corazón y YO los perdono y
olvido, YO no perdono y recuerdo, YO PERDONO Y OLVIDO, y cuando ustedes abren
ése corazón con humildad, con Espíritu de Verdad y de Amor, entonces todo el
posible hijitos, El Espíritu Santo viene a reinar con la Trinidad en sus
corazones y ustedes van a saber cómo actuar, cómo consolar, cómo liberar, cómo
proteger a sus hermanitos que les han sido confiados, cómo guiar a las almas
que se les han sido confiadas, cómo tener fortaleza en el sufrimiento humano,
tener fortaleza en el mayor momento del dolor, el Espíritu Santo les infunde y
los ayuda en todo momento cuando ustedes viven en Gracia y están entregados al
Amor… y hacen a todos vivir en el Amor, con cada gesto, palabra, comentario,
intervención, ustedes pueden ser ésa Luz grande en éste mundo, lleno de
tinieblas, de horrores y de perdición, hijitos míos de Mi Corazón Yo los Amo,
los Amo entrañablemente, porque Yo les
puse el Cielo sobre sus cabezas y la tierra sobre sus pies por Amor, quiero que
ustedes lo entiendan, porque muchos ahora me rechazan y es una espina en Mi
Corazón, ustedes sean el consuelo hijitos y los bendigo infundiéndoles el
Espíritu Santo si tienen por un momento la apertura de sus corazones, porque
ustedes son libres hijitos, esa libertad que tienen úsenla con la convicción y
con el ofrecimiento humilde del Amor
HNO. JOSÉ: La bendición de Dios
Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo esté con ustedes.
TODOS: Y con tu Espíritu.
HNO. JOSÉ: Podemos ir en Paz.
TODOS: Demos gracias a Dios y a
nuestra Madre Santísima.
Un aplauso para la Santísima
Trinidad y nuestra Madre Santísima
Grupo Católico de Oración por los
Enfermos – Si Señor
José Miguel Pajares Clausen
No hay comentarios:
Publicar un comentario