Cuando se
está enseñando sobre el discernimiento de las voces espirituales, a menudo se
dice que no todas las voces en tu
cabeza provienen de ti, y no todas tienes que escucharlas.
"Si el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente
libres" (Juan 8,36)
¿Crees
que Cristo tiene el poder de liberarte? Cualquier cosa con la que luches, ya
sea adicción, soledad, pecado habitual, baja autoestima, orgullo o enojo, Jesús quiere ayudarte a liberarte de ello.
Él tiene el poder de hacerlo. A veces no creemos en esto realmente.
¡Cuidado con el
enemigo!
Si Cristo
quiere liberarnos de nuestros pecados y tentaciones, ¿por qué nos sentimos como
si fuera una tarea imposible llevarlo a cabo?
Liberarnos
de nuestras cadenas puede ser difícil porque estamos en medio de una batalla
espiritual. El demonio está
tentándonos constantemente a escucharlo, a creer las mentiras con las
que se ha infiltrado nuestra cultura y nuestra mente.
Con
demasiada frecuencia, las mentiras del demonio no se reconocen como tal en
nuestras propias cabezas. Las confundimos con nuestra voz o con la voz de Dios.
El demonio es un mentiroso, pero también es muy inteligente, y puede conseguir que aquellos que no
estén alerta caigan en sus trampas.
Por eso la Escritura nos dice:
“Mantente sobrio y
vigilante. Tu oponente, el diablo, ronda como un león buscando a quien devorar.
Resístete, mantente firme en la fe, sabiendo que tus compañeros creyentes en
todo el mundo sufren tus mismos sufrimientos” (1 Pedro 5,8-9)
Para que
no sintamos que estamos luchando una batalla perdida, Cristo nos ha equipado
con todo lo que necesitamos para luchar la batalla contra la oscuridad del pecado.
La gracia de Dios nos guía.
En
primer lugar, nos ha permitido discernir la
voz de Dios. Dependemos totalmente de su gracia, y cuanto más nos damos cuenta
de esto, más nos abrimos a recibirlo.
Permanecemos abiertos a su gracia
a través de la oración diaria y
de la recepción de los sacramentos.
Herramientas para el
viaje.
En
segundo lugar, Dios nos ha dado la Sagrada
Escritura para ayudarnos a andar nuestro camino a través de este viaje.
En
tercer lugar, Dios nos ha dado la sabiduría
de los grandes santos que han venido antes nosotros, de Pablo y de Agustín
hasta Teresa de Ávila y Teresa de Lisieux, los santos vivieron profundas vidas de oración e
impartieron gran sabiduría sobre nosotros.
Todos
estos santos escribieron extensamente y, en sus escritos, que encontraron rica sabiduría sobre cómo discernir la voz de
Dios en nuestras vidas.
Tal vez
uno de los escritores más perspicaces de todos es San Ignacio de Loyola, quien
escribió las catorce reglas para el
discernimiento de los espíritus.
Estas
catorce reglas se basaban primordialmente en su propia experiencia, pero
correspondían notablemente a las verdades a las que asistieron todos los demás
santos y doctores de la Iglesia.
Las
reglas de Ignacio sirven como excelentes guías para
ayudar a discernir la voz de Dios.
Estos,
fueron algunos consejos con los que puedes aprender sobre el Discernimiento de los Espíritus y
ayudarte en la guía de tu vida espiritual.
Adaptación y traducción por Mariel Parra, para PildorasdeFe.net,
del artículo publicado en: Spiritual Direction,
autor: Dylan Jedlovec
Publicado por Unción Católica y Profética
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