Mucha gente lo usa como
amuleto o como una moda, pero ese no es su verdadero sentido
Muchas personas usan el
escapulario u otros objetos de devoción sin saber su verdadero significado, o
incluso como un amuleto, algo mágico que “da
suerte”, que libra del “mal de ojo” o
algo parecido. Como si el verdadero sentido no viniese del corazón de quien usa
tal o cual objeto, pues su verdadero significado es el de señalar algo que está
en su interior, en su fe, en sus propósitos y en su conversión. Muchos usan
cruces, medallitas, rosarios y escapularios de Nuestra Señora del Carmen como
una moda, porque lo usa tal artista o tal telenovela.
Pero ¿cuál es el
verdadero significado del escapulario?
El escapulario era un delantal
usado por los monjes durante el trabajo, para no ensuciar la túnica. Colocado
sobre las escápulas (hombros), el escapulario es una pieza del hábito que aún
hoy usan los carmelitas.
Con el tiempo, se estableció
un escapulario reducido para ser dado a los fieles laicos. De esa forma, quien
lo usase podría participar de la espiritualidad del Carmelo y de las grandes
gracias que están ligados a él; entre otras el privilegio sabatino.
En su bula llamada Sabatina,
el Papa Juan XXII afirma que quienes usan el escapulario serán rápidamente
librados de las penas del purgatorio el sábado que sigue a su muerte. Las
ventajas del privilegio sabatino fueron confirmadas por la Sagrada Congregación
de las Indulgencias, el 14 de julio de 1908.
El escapulario actual está
hecho de dos cuadraditos de tejido marrón unidos por cordones, que tienen a un
lado la imagen de Nuestra Señora del Carmen, y en la otra el Corazón de Jesús,
o el escudo de la Orden del Carmen. Es una miniatura del hábito carmelita, por
eso es de tela. Quien se reviste del escapulario pasa a formar parte de la
familia carmelita y se consagra a Nuestra Señora. Así, el escapulario es un signo
visible de la alianza con María.
¿Para qué sirve?
El escapulario es un signo
exterior de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima
Virgen María, por medio de la inscripción en la Orden Carmelita.
El escapulario del Carmen es
un sacramental. Según el Vaticano II, es “un signo sagrado, según el modelo de
los sacramentos, por medio del cual se obtienen efectos, sobre todo
espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia” (SC 60)
“La devoción del
escapulario del Carmen hizo descender sobre el mundo una copiosa lluvia de
gracias espirituales y temporales”. (Pío XII, 6/8/50)
La devoción al escapulario de
Nuestra Señora del Carmen comenzó con la visión de san Simón Stock. Según la
tradición, la Orden del Carmen atravesaba una fase difícil entre los años
1230-1250.
Recién llegada a Europa como
nómada, expulsada por los musulmanes del Monte Carmelo, la Orden atravesaba un
período crítico. Los frailes carmelitas encontraban fuerte resistencia por
parte de otras órdenes religiosas. Eran hostilizados e incluso satirizados por
su manera de vestir. El futuro de los carmelitas lo dirigió Simón Stock, hombre
de fe y gran devoto de Nuestra Señora.
Es importante
destacar algunas actitudes que deben ser asumidas por quien se reviste de este
signo mariano:
- Colocar a Dios en primer lugar en su vida y buscar siempre realizar
Su voluntad.
- Escuchar la Palabra de Dios en la Biblia y practicarla en la vida.
- Buscar la comunión con Dios por medio de la oración.
- Abrirse al sufrimiento del prójimo, solidarizándose con él en sus
necesidades, procurando solucionarlas.
- Participar con frecuencia de los sacramentos de la Iglesia, de la
Eucaristía y de la confesión.
Tomado y
adaptado del original escrito por el Padre Luizinho en Cançáo Nova
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