VATICANO, 07 May. 17 / 05:13 am (ACI).- Después de la ordenación de
10 nuevos sacerdotes en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco presidió el
rezo del Regina Coeli y advirtió de escuchar la voz de falsas sabidurías que no
son las del Buen Pastor.
“A veces racionalizamos demasiado la fe y corremos
el riesgo de perder la percepción del timbre de esa voz, de la voz de Jesús
buen pastor, que estimula y fascina”. Para
Jesús “no somos nunca extraños, sino amigos y
hermanos”, dijo el Papa.
Sin embargo, “no siempre es fácil distinguir
la voz del pastor bueno. Existe siempre el peligro del ladrón, del bandido y
del falso pastor”, advirtió.
“Existe el riesgo de estar distraído por el sonido
de otras voces”, por eso “hoy
estamos invitados a no dejarnos distraer por las falsas sabidurías de este
mundo, sino a seguir a Jesús, Resucitado, como única guía segura que da sentido
a nuestra vida”.
El Papa explicó que en el Evangelio se presentan 2 imágenes: la del
pastor y la de la puerta del redil. “El rebaño, que
somos todos nosotros, tiene como habitación un redil que sirve de refugio,
donde las ovejas viven y descansan tras el cansancio del camino. Y el redil
tiene un recinto con una puerta, donde hay un guardia”.
“Al redil se acercan varias personas. El primero es
el pastor, el segundo un extraño que no ama las ovejas. Jesús se identifica con
el primero y manifiesta una relación de familiaridad con las ovejas expresada a
través de la voz, con la cual les llama y ellas le reconocen y lo siguen”.
“Cristo, Buen Pastor, se ha convertido en la puerta
de la salvación de la humanidad, porque ha ofrecido la vida por sus ovejas.
Jesús, pastor bueno y puerta de las ovejas, es un jefe cuya autoridad se
expresa en el servicio, un jefe que para mandar dona la vida y no pide a los
otros que la sacrifiquen”, añadió.
Es “un jefe del que uno se puede fiar, como
las ovejas que escuchan la voz de su pastor porque saben que con él se va a
pastos buenos y abundantes. Basta una señal, un reclamo y ellas le siguen,
obedecen, se encaminan guiadas por la voz de aquel que escuchan como presencia
amiga, fuerte, y dulce, que guía y protege, consuela y medica”.
“Así es Cristo para nosotros”, destacó el Papa. “Hay una dimensión de la
experiencia cristiana que quizás dejamos un poco en la sombra: la dimensión
espiritual y afectiva. El sentirse unidos por un vínculo especial al Señor como
las ovejas a su pastor”.
Por último, el Papa pidió que la Virgen María “acompañe
a los diez nuevos sacerdotes que he ordenado hace poco y sostenga con su ayuda
a los que son llamados por Él, para que estén dispuestos y sean generosas a
seguir su voz”.
Por Álvaro de Juana
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