VATICANO, 03 Mar. 17 / 05:12 am (ACI).- En la Misa matutina en la Casa
Santa Marta, el Papa Francisco afirmó que el verdadero ayuno en Cuaresma
es ayudar a los otros y criticó la actitud hipócrita de algunos respecto a la
limosna.
El verdadero ayuno en nuestros días “¿no
consistirá en compartir el pan con el hambriento, en introducir en casa a los
pobres, sintecho, en vestir a uno que ves desnudo sin ayuda de sus parientes?”,
se preguntó Francisco.
El Papa explicó las lecturas del día, que hablan “de la penitencia que somos invitados a hacer en este tiempo de
Cuaresma”. Así, en la primera de ellas, Dios reprueba la falsa
religiosidad de los hipócritas que ayunan mientras hacen sus propios negocios y
oprimen al resto.
“Es un ayuno para hacerse ver o para sentirse
justo, pero al mismo tiempo he hecho injusticias, no soy justo, exploto a la
gente. ‘Pero soy generoso, haré una hermosa ofrenda a la Iglesia’. ‘Pero dime,
¿pagas lo justo a tus empleados de hogar?, ¿a tus dependientes les pagas en
negro?, ¿o como dicta la ley para que puedan dar de comer a sus hijos?’".
Cuando no se paga lo justo, “tomamos de
nuestras penitencias, nuestros gestos de oración, de ayuno, de limosna, tomamos
una tangente: la tangente de la vanidad, del hacernos ver. Y eso no es
autenticidad, es hipocresía. Por eso cuando Jesús dice: ‘Cuando oren háganlo a
escondidas, cuando den limosna no hagan sonar la trompeta, cuando ayunen no lo
hagan con tristeza’, es lo mismo que si dijese: ‘Por favor, cuando hagan una
obra buena no tomen la tangente de esta obra buena, es solo para el Padre’”.
“Pensemos en estas palabras, pensemos en nuestro
corazón, como nosotros ayunamos, oramos, damos limosna. Y también nos ayudará
pensar qué siente un hombre después de una cena, que ha pagado 200 euros, por
ejemplo, y regresa a casa y ve un hambriento y no lo mira y continúa caminando.
Nos hará bien pensar en ello”.
LECTURAS COMENTADAS POR
EL PAPA:
Primera lectura
Isaías 58:1-9
1 Clama a voz en grito, no te moderes; levanta tu voz como cuerno y denuncia a mi pueblo su rebeldía y a la casa de Jacob sus pecados.
2 A mí me buscan día a día y les agrada conocer mis caminos, como si fueran gente que la virtud practica y el rito de su Dios no hubiesen abandonado. Me preguntan por las leyes justas, la vecindad de su Dios les agrada.
3 - ¿Por qué ayunamos, si tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si tú no lo sabes? - Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a todos vuestros trabajadores.
4 Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de puñetazos a malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz.
5 ¿Acaso es éste el ayuno que yo quiero el día en que se humilla el hombre? ¿Había que doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y día grato a Yahveh?
6 ¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo?
7 ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes?
8 Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahveh te seguirá.
9 Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad,
1 Clama a voz en grito, no te moderes; levanta tu voz como cuerno y denuncia a mi pueblo su rebeldía y a la casa de Jacob sus pecados.
2 A mí me buscan día a día y les agrada conocer mis caminos, como si fueran gente que la virtud practica y el rito de su Dios no hubiesen abandonado. Me preguntan por las leyes justas, la vecindad de su Dios les agrada.
3 - ¿Por qué ayunamos, si tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si tú no lo sabes? - Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a todos vuestros trabajadores.
4 Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de puñetazos a malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz.
5 ¿Acaso es éste el ayuno que yo quiero el día en que se humilla el hombre? ¿Había que doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y día grato a Yahveh?
6 ¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo?
7 ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes?
8 Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahveh te seguirá.
9 Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad,
EVANGELIO
Mateo 9:14-15
14 Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?»
15 Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán.
14 Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?»
15 Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán.
Por Álvaro de Juana
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