MADRID, 23 Feb. 17 / 01:40 pm (ACI).- El portavoz de los obispos
españoles, P. José María Gil Tamayo, afirmó que “los
vientres de alquiler constituyen una explotación de la mujer y convierte al
niño que va a nacer en un objeto de consumo”.
Ante el debate de los vientres de alquiler en la sociedad española, el
portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) alentó el acompañamiento a
las parejas que no pueden tener hijos y pidió leyes “garantistas”
y “flexibles” para facilitar la
adopción de niños.
Según ha manifestado en la rueda de prensa del jueves 23 de febrero en
la sede de la CEE, “la posición de los obispos
españoles” sobre los vientres de alquiler “es
la misma posición de la Iglesia
y de la moral
cristiana y va en línea con lo defendido en el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos”.
En ese sentido explicó también que su postura es independiente a si las
madres reciben un pago ya que “hay casos de mujeres
que lo hacen en países del primer mundo, pero también en países del tercer
mundo con condiciones económicas más precarias donde se viven auténticas
situaciones de mercantilización”.
“Seamos serios al tratar estas cosas y no busquemos
eufemismos: si es vientre de alquiler es vientre de alquiler. Si es aborto es aborto y no
interrupción del embarazo”, aclaró.
“Por tanto si se paga o como si no se paga el
servicio de gestación, este contraviene el orden natural, de la procreación
humana. Y no cura la infertilidad sino que trata de proporcionar un medio
alternativo, que la Iglesia considera no lícito al acto de procreación humana”.
Esto, dijo, es “algo en lo que coincidimos
con otras instituciones sociales de diversos signos con las que compartimos la
percepción común qué es la dignidad del ser humano”.
“Quisiera ser muy respetuoso y no entro en las
conciencias ni en la valoración de las personas que sufren por no tener hijos.
Pero los niños y las mujeres no tienen un precio sino dignidad. Un hijo no es
un derecho, es un don”, precisó el P. Gil Tamayo.
“La Iglesia entiende y acompaña el dolor de las
personas que no pueden tener hijos y anima a vivir el deseo natural de la
paternidad de otros modos, no solo el biológico. Como es la paternidad
orientada a la adopción y acogida especialmente de los más pequeños”, subrayó el portavoz de la CEE.
El P. Gil Tamayo dijo además que los niños que nacen de un vientre de
alquiler “tienen la misma dignidad que las demás” y
“serán fruto de una transacción, casi siempre
económica, o de una instrumentalización al servicio de un derecho falso que es
el derecho a tener hijos”.
VIOLENCIA CONTRA LAS
MUJERES
En las últimas 72 horas, cinco mujeres han muerto en España en distintos
casos de violencia doméstica. El portavoz de los obispos españoles lamentó profundamente
estas muertes. “Condenar de forma rotunda, por
parte de la CEE, la violencia doméstica que se está sufriendo en la sociedad
española y que llega a cotas preocupantes por la reiteración”, afirmó.
El vocero también aseguró “la unión a las
familias de las víctimas y nuestra oración para que en la sociedad española
quede erradicada esta forma de violencia”.
Según apuntó el P. Gil Tamayo, detrás de la muerte de estas cinco
mujeres en los últimos días, así como en los casos de violencia doméstica, “hay mucho sufrimiento, dolor contenido a lo largo de
años, hijos huérfanos, en este caso hay un bebé muerto”.
“Esto nos duele y nos tiene que hacer pensar como
sociedad. Es un problema social y de todos que debemos solventarlo con
responsabilidad, con educación y sensibilización, además de con la denuncia
clara y firme”, concluyó.
Por Blanca Ruiz
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