La estrella de Belén, que
según la Biblia guio a los Magos hasta Belén, es materia de estudio astronómico
desde la antigüedad.
Se ha tratado de descifrar su
historicidad y que la produjo.
A todas luces parecería que
tal astro fue una intervención directa de Dios.
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O lo que es menos probable, que Dios aprovechó un hecho natural astronómico para guiar a los Magos hasta Belén.
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Porque Dios no tiene necesidad de aprovechar nada ya que Él puede crear cualquier cosa.
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O lo que es menos probable, que Dios aprovechó un hecho natural astronómico para guiar a los Magos hasta Belén.
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Porque Dios no tiene necesidad de aprovechar nada ya que Él puede crear cualquier cosa.
LA DUDA ES COMO SE PLASMÓ
¿Fue un hecho astronómico
natural y visible para todos o fue una creación divina para ese momento?
En las Sagradas Escrituras nos encontramos a Dios muchas veces se comunica con los
hombres por medio de señales en la naturaleza: la brisa de la tarde en
el Paraíso, el arco iris después del Diluvio, la Zarza ardiente, la diáfana
nube de San Elías, etc…
Pero lo cierto es que los evangelios dejan claro que los Magos fueron los únicos en darse
cuenta de este astro.
¿Fue porque eran estudiosos de
la astronomía, fue porque Dios puso un velo en las demás personas para que no
vieran este evento astronómico o fue una visión que Dios dio solamente a los
Magos?
No
lo sabemos.
En su propio nacimiento humano, la segunda persona de la Santísima Trinidad
quiso usar de una señal en el cielo, la Estrella de Belén.
Este hecho es narrado únicamente por un
evangelista: San Mateo.
Es verdad que en aquella época se admitía que el nacimiento de personas importantes estaba
relacionado con ciertos movimientos de los astros celestiales.
Así, se decía que Alejandro Magno, Julio César,
Augusto, y hasta filósofos como Platón
tuvieron su estrella, aparecida en el cielo cuando ellos vinieron al mundo.
Mucho se ha hablado respecto de la estrella
aparecida a los tres Reyes Magos. Y no
han faltado hombres de ciencia que han intentado encontrar una explicación
natural para ese suceso sobrenatural, centro de la historia humana.
El evento hay que buscarlo en la naturaleza en los años alrededor del nacimiento de Jesús
en Belén hace 2000 años.
EL NACIMIENTO DE JESÚS
Los mismos evangelios permiten aproximar tal fecha,
al momento que señalan hechos
históricos claves como el reinado de Herodes, la realización en esa
época de un censo de población y el
hecho de que Cirinio era gobernador de Siria.
Los períodos de tiempo de tales hechos están bien
acotados.
Tomando en cuenta la variación
en el calendario, diversas teorías establecen que en realidad el año en que
habría ocurrido la Natividad sería entre 7 años antes a 7 años después de la
era cristiana y no el año cero como lo determinó Dionisio el Exiguo.
Por otra parte, considerando las descripciones del
suceso, tales como el pastoreo de la época durmiendo al raso, lo que
normalmente se hacía en la primavera, indican que el nacimiento habría ocurrido entre los meses de marzo y abril.
Hay abundantes opiniones sobre que la celebración
de la Navidad el 25 de diciembre tiene
orígenes paganos, ya que se celebraba el solsticio de invierno, que en
esa época ocurría en esa fecha.
El solsticio se ha corrido en el tiempo debido a la
lenta rotación del eje de la Tierra conocida con precesión.
Fue entre los años 352 y 366
cuando se comenzó a imponer la celebración de la Natividad la noche del 24 de
diciembre, por influencia de los monjes griegos San Juan Crisóstomo y San
Gregorio Nacianceno.
LOS REYES MAGOS
Según narra el Evangelio de San Mateo 2:2:
“…llegaron
del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los
judíos que acaba de nacer? Porque hemos visto su estrella al oriente y venimos
a adorarle”.
¿Quiénes
eran los magos?
Si investigamos, el término mago concluimos que no es la idea actual que tenemos de estos
personajes.
Mago viene del griego magoi.
Un magoi significa matemático,
astrónomo y astrólogo.
Por lo tanto, en una época donde todavía no se
separaba la Astronomía de la Astrología, eran personajes que estudiaban las estrellas.
¿De dónde procedían?
Esto es importante al momento de marcar una
dirección y así poder ubicar hacia
dónde veían la estrella.
Muchos historiadores los ubican en la antigua Persia, hoy Irán.
Pero para los Persas, una estrella más no habría
sido elemento relevante.
Por lo tanto, aunque
originarios de Persia, los reyes magos habrían sido Babilonios, quienes si
tenían interés y estudiaban las estrellas.
Finalmente, ¿qué fue lo que vieron?
Los relatos indican “…hemos visto su estrella hacia el oriente”, “Una estrella
indescriptiblemente grande…”. “…un astro brillaba en el cielo más que todos los
restantes…”.
LA POSICIÓN DE SANTO TOMAS DE
AQUINO
Algunos teólogos defienden que San Mateo hizo una interpretación de las
tradiciones de la época.
Refiriéndose al astro no como una estrella en el sentido literal, sino como símbolo del
nacimiento de un personaje importante.
Sin embargo esta es una posición modernista que trata de desvestir a los evangelios de
eventos sobrenaturales calificando todo o casi tomo como un símbolo.
Pero Santo
Tomás, el doctor angélico, ya pensó en eso en su época y resolvió la
cuestión en la Suma Teológica (III q. 36 a. 7), usando cinco argumentos de San Juan Crisóstomo:
• Esta
estrella siguió un camino de norte a sur, que no es lo común en las estrellas.
• Ella
aparecía no solo de noche, sino también durante el día.
• Algunas
veces ella aparecía y otras se ocultaban.
• No
tenía un movimiento continuo: avanzaba cuando era preciso que los magos
caminasen, y se detenía cuando ellos debían detenerse, como la columna de nubes
en el desierto.
• La
estrella mostró el parto de la Virgen no sólo permaneciendo en lo alto, sino
también descendiendo, pues no podía indicar claramente la casa si no estuviese
cercana a la Tierra.
Pero si ese astro no fue propiamente una estrella ¿qué era?
Según
el propio Santo Tomás, todavía citando al Crisóstomo, podría haber sido:
• El
Espíritu Santo así
como apareció en forma de paloma sobre Nuestro Señor en Su Bautismo, también
apareció a los Reyes Magos en forma de estrella.
• Un
ángel,
el mismo que apareció a los pastores, apareció a los Reyes Magos en forma de
estrella.
• Una especie de astro
creado aparte de los otros, no en el cielo sino en la atmósfera próxima a la
tierra, y que se movía según la voluntad de Dios.
Como solución al misterio de la estrella de Belén, Santo Tomás afirmaba que lo más probable y
correcto era esta última alternativa.
Ahora
evaluemos la posibilidad de que se tratara de un astro verdadero, para lo cual
hay que ir a la astronomía.
LA ESTRELLA DE BELÉN Y EL
CONOCIMIENTO ASTRONÓMICO ACTUAL
¿Existió realmente la estrella
de Belén?
Los hombres de Ciencia, particularmente los
astrónomos, vienen haciéndose esa pregunta desde hace mucho tiempo.
Aunque todavía no se puede dar una explicación
científica unánime y hay muchas teorías
al respecto.
Podemos saber que en la zona aproximada, en donde se sitúa el nacimiento de Jesús y en esa
fecha, tuvieron lugar algunos acontecimientos astronómicos importantes e
inusuales.
CONJUNCIONES ASTRONÓMICAS
Algunas veces debido al
movimiento aparente en el cielo de los planetas puede darse que dos planetas se
encuentren tan juntos en el cielo que incluso en ocasiones (las menos), ambos
cuerpos sean indistinguibles a simple vista.
Este tipo de situaciones reciben el nombre de conjunciones planetarias.
Aunque la posibilidad de que se den es más pequeña,
puede suceder que en lugar de dos sean
tres los planetas que estén muy cerca en el cielo.
Dichas
conjunciones planetarias han sido consideradas a lo largo de la historia
como el acontecimiento astronómico que inició
la marcha de los Reyes Magos a Belén.
La conjunción del año 7 a.C.
La estrella pudo haber sido la
conjunción de Júpiter y Saturno que se produjo el año 7 a. C.
En el año 7 a.C. ocurrió una conjunción planetaria
(acercamiento aparente en el cielo de dos o más planetas), nada habitual.
Júpiter
se paseó casi justamente por delante de Saturno, hasta en 3 ocasiones en poco
tiempo, en la constelación de Piscis.
En este caso, los magos
interpretarían este hecho como un gran rey (Júpiter) de Justicia (Saturno) nace
entre los judíos (Piscis).
El símbolo de los peces (Piscis) está asociado además a la simbología antigua del
cristianismo.
Se
esperaba la llegada del Mesías, según los profetas, y estos signos indicaban que
el hecho estaba ocurriendo, al menos para los Magos de oriente.
Júpiter
es el dios principal y Saturno su padre.
¿Qué acontecimiento más grande se podía pedir para
el nacimiento del Mesías?
Y no una sola vez confluyeron los planetas, sino
tres.
Reyes,
dioses y pescadores, una simbología concordante con la aparición de una gran
figura,
al menos para aquellos que esperaban al Mesías.
En
1925 se encontró una tablilla de arcilla a 100 km de Babilonia, con caracteres cuneiformes,
que habla de la conjunción triple entre
Júpiter y Saturno, así que fue visible en toda aquella zona.
Dicha conjunción planetaria o acercamiento entre
los dos grandes planetas, es posible reproducirla hoy con programas
informáticos de astronomía.
La tablilla está en el museo estatal de Berlín.
La conjunción de Júpiter y
Saturno en Piscis, que tuvo lugar en el año 7 a.C., entre Mayo y
Diciembre del año 7 a.C., en tres ocasiones, es un fenómeno que ocurre cada 900
años.
La primera de las tres grandes aproximaciones de
los planetas, se produjo el 22 de mayo,
del año 7 a.C. tal como se recogió en ciertos papiros egipcios.
Este fenómeno, tan espectacular e infrecuente, pudo servirles a los Magos para iniciar su
viaje, con lo que la segunda conjunción, a finales de septiembre, coincidiría
con su visita a Herodes.
Si procedían de Arabia, Mesopotamia o lugar
análogo, la duración de su viaje podría
alargarse a unos 4 meses.
La
tercera conjunción, ocurrió a comienzos de diciembre.
La hipótesis de que la estrella de Belén se trató
de esa triple conjunción tuvo su
origen, a principios del siglo XIX, en el obispo danés Munter.
Hubo
otras conjunciones planetarias en los años 6, 5, 3 y 2 a.C.
La conjunción del año 6 a.C.
El 25 de febrero del año 6
a.C. otro fenómeno celeste tuvo lugar: Júpiter y Saturno estaban muy próximos,
aún menos que en el año 7 a.C., pero un tercer planeta brillante, Marte, se
colocó justo entre ellos.
El astrónomo Kepler, observó este fenómeno entre el
19 y el 24 de diciembre de 1603 con los planetas en conjunción: Júpiter, Saturno, Mercurio.
Y tras numerosos cálculos, llegó a la conclusión de
que se repetía cada 805 años y que
había sucedido entre los años 7 al 6 a.C. con los planetas gigantes.
Aunque en aquella ocasión Júpiter solo pasó una vez cerca de Saturno y no tres veces como la del
año 7 a.C.
Por lo tanto también fue un acontecimiento
maravilloso y rarísimo en el cielo.
La conjunción de los años 3 y
2 a.C.
Por su parte Antonio Yagüe
maneja la hipótesis de que se trató de una conjunción séxtuple de Júpiter en
poco más de un año, entre el 12 de agosto del (3 a.C.) y 18 de octubre del (2
a.C.).
Esto sucedió mientras transitaba por las constelaciones de Leo y Virgo.
Estas tres veces seguidas en muy poco tiempo quería
decir simbólicamente para ellos algo así como: viene el Mesías (Júpiter) al pequeño Rey (Regulus) del Rey del Cielo
(Leo).
Tres
coincidencias de Júpiter y Regulus, los días 14 de septiembre del año 3 a.C. , 16 de
febrero y 9 de mayo del año 2 a.C.
Sus indagaciones lo llevan a pensar que el astro
percibido debió ser la triple
conjunción Júpiter-Regulus, que estuvo precedida en aquella ocasión por una conjunción Júpiter-Venus como
estrella de la mañana y seguida de otra doble Júpiter-Venus, que alterna como
estrella de la tarde y finalmente estrella de la mañana.
De este modo la señal completa
del Nacimiento de Jesucristo supone 6 conjunciones de Júpiter en un breve
espacio de 427 días: tres con Venus y tres con Regulus.
El triple signo Júpiter-Regulus queda embebido en
un triple signo Júpiter-Venus.
La cadencia de repetición de esta señal de 6 conjunciones significativas de Júpiter es
de 4 veces cada 2147 años.
Era
la cuarta vez que se producía desde los tiempos del diluvio.
Él interpreta que el
simbolismo global que consideraron los Magos era el encuentro de la Madre
(Venus) y el Rey del Cielo (Leo), trayendo al Mesías (Júpiter) como pequeño Rey
(Regulus).
LA HIPÓTESIS SOBRE COMETAS
La aparición de cometas como símbolo de la estrella
de Belén es un hecho procedente de la
Edad Media.
Y es claramente representado en el cuadro La Adoración de los Reyes Magos pintado por el
italiano Giotto di Bondone sobre el año 1304.
Giotto pintó su “estrella de
Belén” en el cuadro, probablemente por la sorpresa que le habría supuesto la
aparición en 1301 del cometa que hoy conocemos con el nombre de Halley.
La
iconografía fue adaptando poco a poco esta figura en todas las
escenas que hacían referencia a la Natividad y, de alguna u otra forma, nos ha
llegado a nuestros días.
Científicos han analizado la posibilidad de que la
estrella de Belén se tratase de un
cometa que viajase visible desde el este al sur durante 2-4 meses.
Sin embargo, la astronomía no registró por esos tiempos ningún fenómeno de ese tipo.
Tan solo existe la posibilidad
del cometa Halley, pero su aparición tuvo lugar hacia el año 12 a.C., lo que
parece alejarse de la posible fecha del nacimiento de Jesús.
LA HIPÓTESIS DE UNA SUPERNOVA
Otra posibilidad planteada es la aparición de una
supernova en los cielos.
Una supernova es una estrella muy masiva que aumenta bruscamente su luminosidad, de
tal forma que no es posible que pase inadvertida en el cielo.
Ciertamente es difícil que la estrella de Belén pudiera interpretarse como una supernova.
Porque cuando una estrella se convierte en una
supernova, su estadio final es una
envoltura gaseosa que se va expandiendo con el tiempo.
Con los telescopios y
radiotelescopios que existen hoy día, es fácil observar donde se encuentra éste
remanente de supernova y no se ha detectado ningún resto de supernova en la
zona.
LA HIPÓTESIS DE UNA ESTRELLA
NOVA
Antes sugerimos una supernova como un candidato
ideal para ser la estrella de Belén. Hubiera sido, cuanto menos, curioso.
Pero ¿y si
en lugar de ser un objeto tan espectacular como una supernova fuera una nova?
Una nova es una estrella que, como consecuencia de
las reacciones nucleares explosivas que se dan en las capas más superficiales
de la estrella, sufre un aumento de
brillo considerable aunque no se acerca al excepcional aumento que sufren las
supernovas
¿Acaso pudo ser la estrella de Belén una nova, una
nueva estrella?
Datos procedentes de los
astrónomos chinos indican el registro de una nova en la constelación de
Capricornio hacia marzo-abril del año 5 a.C., estrella que fue muy brillante y
visible durante 70 días.
Esa estrella parece ser que apareció por el este varias horas antes del amanecer, lo que concuerda
con el relato de Mateo.
Sin embargo, lo que se cuenta en Mateo 2:9, implica que posteriormente fue
visible hacia el sur, cuando los Magos se dirigían a Belén, tras su
visita al rey Herodes.
Una nova no hubiera podido
moverse tanto, por lo que la hipótesis de la nova resulta difícil de creer.
EL PLANETA JÚPITER POR SI
MISMO
El astrónomo Ivor
Bulmer-Thomas propuso que las conjunciones, antes mencionadas, de Marte,
Júpiter y Saturno en los años 7 y 6 a.C. alertaron a los Magos para otra señal
celestial.
Y
esta tuvo lugar en mayo del año 5 a.C., consistente en el llamado movimiento retrógrado de
Júpiter, cuando el planeta hace una especie de lazo en el cielo y al final del
mismo parece permanecer estacionario durante una semana.
Los astrónomos babilonios tenían un gran interés
por este fenómeno y los Magos podrían haber
iniciado el viaje cuando Júpiter emergió desde detrás del Sol en el mes de mayo
del año 5 a.C.
Con lo que, cuatro meses después, al final del
viaje en Belén, el luminoso planeta
Júpiter se encontraría aparentemente parado, estacionario.
La suposición de que el planeta Júpiter fue
realmente la estrella de Belén es la aceptada
también por numerosos astrónomos como los del Observatorio Griffith.
Se basan también en el hecho
de que Júpiter estuvo en conjunción próxima con Venus dos veces, y con Regulus
tres veces en un periodo de 10 meses cercanos al tiempo supuesto del nacimiento
de Jesús, que es lo que manejó Yagüe.
OTRAS HIPÓTESIS
Algunos astrónomos como Mark Kidger (investigador
del Instituto de Astrofísica de Canarias) o Humphreys (de la Royal Astronomical
Society) disponen de una hipótesis no
centrada en un objeto u acontecimiento en concreto, sino en varios.
Su hipótesis se basa en
centrarnos primeramente en la conjunción planetaria del año 7 a.C.
Júpiter
y Saturno en la constelación de Piscis le habría llamado poderosamente la
atención
a los Reyes Magos como ya hemos explicado.
Posteriormente en el año 6
a.C. Marte, Júpiter y Saturno se agruparon muy cerca entre ellos en una zona
del cielo reducida, de nuevo en la constelación de Piscis.
Si bien el suceso no tuvo nada en especial los
Reyes Magos estaban ya sobreavisados,
así que a la menor señal de alarma, iniciarían la partida.
Algo que llegaría con la nova
del año 5 a.C la cual se mantendría visible durante más de 70 días, tiempo
suficiente para que los Reyes Magos llegaran a ver a Jesús.
De ésta forma Kidger y Humphreys sitúan a la
Estrella de Belén como una sucesión de
acontecimientos astronómicos sucedidos durante dos años.
Fuentes:
- http://www.theopenscroll.com/when_jesus_was_born.htm
- http://ec.aciprensa.com/wiki/Magos
- http://www.religionenlibertad.com/de-la-estrella-de-belen-a-la-gran-senal-en-el-33096.htm
- https://es.wikipedia.org/wiki/Estrella_de_Bel%C3%A9n
- http://www.abc.es/ciencia/20131217/abci-realidad-estrella-belen-201312171121.html
- http://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/12/121223_estrella
Foros de la
Virgen María
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