viernes, 20 de enero de 2017

¿QUÉ MEDIOS USA DIOS PARA COMUNICARSE SÓLO CON NOSOTROS?


Para quien recién empieza, le es difícil comprender dónde encontrar las señales de Dios hablándole a él.
Le es difícil entender lo que oye de los curas que le dicen “habla con Dios, pregúntale que te contestará”.  
Lo primero que le surge es ¿cómo hago?, ¿qué lenguaje tengo que aprender para oírlo?, ¿cómo me entreno? 
Dios usa variadas formas de comunicarse con cada uno, no sólo la biblia.
A algunas personas se les presenta casi físicamente con visiones y locuciones.
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Mientras que en el otro extremo, a la mayoría de nosotros, nos envía señales a través de diferentes modos, menos evidentes y deslumbrantes.  
Pero en todos los casos debemos tener cierto entrenamiento para saber dónde se pueden hallar las señales de Dios.
Debemos tener la predisposición a buscarlas, a discernir si las señales vienen de Dios o no, y a interpretar lo que nos quiere decir.
Las señales que recibimos son lo que llamamos revelaciones privadas, personales, para distinguirlas de las revelaciones públicas que son las que dejó Nuestro Señor en la Biblia.
En este artículo hacemos una reseña de las formas que Dios tiene de comunicarse con nosotros, pero no son todas.
REVELACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA
La teología católica distingue comúnmente entre lo que se conoce como la revelación pública y la revelación privada.
Revelación pública, es el tipo de revelación que encontramos en las Escrituras, es vinculante para todos los cristianos de todas las épocas.
Por el contrario, la revelación privada sólo es vinculante para aquellos a quienes les es dada.
La Iglesia Católica enseña que la revelación pública está cerrada hasta la Segunda Venida.
El Catecismo de la Iglesia Católica establece:
La economía cristiana, por lo tanto, desde que es la nueva y definitiva alianza, nunca pasará, y ninguna nueva revelación pública es de esperar antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo [CIC 66].
La revelación privada, sin embargo, está en curso:
A lo largo de los siglos, ha habido las llamadas revelaciones “privadas”, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia.
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Ellas no llegan, sin embargo, hasta el depósito de la fe.
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Su papel no es para mejorar o completar la revelación definitiva de Cristo, sino para ayudar a vivir más plenamente en una cierta época de la historia.
Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sensus fidelium [es decir, el sentido colectivo de los fieles] sabe cómo discernir y dar la bienvenida en estas revelaciones a lo que constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
La fe cristiana no puede aceptar “revelaciones” que pretenden superar o corregir la Revelación de la cual Cristo es el cumplimiento, como es el caso de ciertas religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se fundan en tales “revelaciones” (CIC 67).
SIGUEN EXISTIENDO LAS REVELACIONES PRIVADAS
Algunos asimilan las revelaciones privadas a las llamadas apariciones y llegan a considerar que la época de la revelación, incluso revelación privada ha terminado.
Sin embargo, esto es algo que la Escritura nunca dice.
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Ninguno de los autores del Nuevo Testamento dice que Dios va a dejar de usar visiones y fenómenos relacionados antes de la Segunda Venida.
San Pablo expresa la actitud cristiana apropiada hacia estos fenómenos de esta manera:
No apaguéis el Espíritu. No desprecies declaraciones proféticas. Probad todo y quedaos con lo bueno (1 Tesalonicenses 5:19-21.).
Los Padres de la Iglesia eran de la misma opinión.
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Cuando la Era Apostólica se cerró y comenzó la era de los Padres, no pensaron que Dios había dejado de repente de dar visiones.
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Reconocieron que las nuevas visiones no estaban en el mismo plano que la revelación que se encuentra en la Biblia (revelación pública).
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Pero reconocieron la continua presencia de las revelaciones privadas en la Iglesia.
No fue hasta la época de la Reforma Protestante que la gente comenzó a negar el concepto.
DEBEMOS ESTAR ABIERTOS A VER Y ESCUCHAR
Aunque no todas las comunicaciones son tan explícitas como sueños y visiones.
Hay otras más sutiles, que vamos a enumerar más abajo.
Pero además de captar el evento como un signo con el cual Dios nos quiere comunicar algo, el punto central es discernir que nos quiere decir.
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Y esa es una de las principales funciones de la oración, en la que pedimos a Dios nos ilumine para comprender.
Sin embargo, suceden casos en que no comprendemos inmediatamente el mensaje.
Y ahí debemos tener la templanza de seguir adelante con el aparente pedido del Señor, porque más tarde se aclarará, como en el ejemplo de abajo.
UN TESTIMONIO
Jane Hamon, escritora y profesora estadounidense relata esta visión.
Poco después de dar a luz nos dimos cuenta que nuestro hijo tenía un defecto congénito facial. 
Una mujer que vivía a 45 kilómetros de nuestra casa tuvo una visión de un bebé con calcetines en las manos y los pies
Ella comenzó a orar por el bebé a pesar de que ella no entendía la visión.
Más tarde esa semana dedicamos nuestro hijo al Señor durante el servicio de la noche del viernes. 
El defecto de nacimiento de nuestro hijo era tan sensible que teníamos que mantener los calcetines en las manos para que no se lastimara.
Cuando se llevó a cabo la dedicación de nuestro hijo, la mujer, que estaba de visita en esa noche, reconoció que él era el bebé de su visión.
Dios usó una visión para inspirar a esta mujer para organizar la oración para mi hijo durante sus primeros días de la infancia y la cirugía correctiva.
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La visión y oraciones nos bendijeron con un aliento fresco y esperanza durante una temporada muy traumática en nuestras vidas.
Este es un ejemplo de cómo Dios se comunica, pero lo hace en muchas más formas que en sueños y visiones. 
Por eso quisimos hacer un listado de los métodos y formas en que Dios se comunica con nosotros y nos da respuestas.
Ante cada signo, la reacción debería ser “que me está diciendo”.
LOS MÉTODOS ESTÁNDAR
 LA PALABRA DE LA BIBLIA. Allí está su revelación, aunque no totalmente explícita sino para irla descubriendo.
Cada vez que leemos un pasaje se presenta con nuevos significados para nosotros.
 LA ORACIÓN Y LA ADORACIÓN. Orar y postrarse ante el santísimo sacramento son la forma de diálogo que tenemos con Dios.
En la repetición monótona del rosario y en el silencio de la adoración podemos obtener respuestas a nuestras interrogantes.
 LOS CONSEJEROS. Englobamos aquí a los exégetas del cristianismo que nos interpretan las enseñanzas, a los pastores en sus homilías.
Y también diálogos personales, e incluso amigos que nos hacen llegar respuestas a lo que buscamos.
OTRAS INSTANCIAS DONDE BUSCAR LOS MENSAJES
Los mensajes de Dios ante nuestras preguntas pueden venir de diferentes sucesos.
Por eso no debemos estar distraídos y pensar en cada caso, que nos quiere decir.
Y si parece extraña la forma en que nos llegó el mensaje, entonces debemos pedir una confirmación.
Este listado lo hacemos para que tengamos los ojos, oídos y corazón abiertos para discernir las señales.
 ATRACCIÓN INSTANTANEA. Cuando dos personas congenian.
Son como dos piezas que encajan la una en la otra, y eso permite una comunicación fluida para escuchar el mensaje.
 AUGURIOS. Son acontecimientos o fenómenos que parecen presagiar un evento futuro.
Por ejemplo un pájaro negro (malo).
 COINCIDENCIAS. Cuando los acontecimientos parecen tener algún tipo de conexión sin que en apariencia exista ningún plan o proyecto.
 CORAZONADAS. Son una fuerte sensación intuitiva relativa a un acontecimiento o resultado futuro.
 DIOS A TRAVÉS DE LOS DEMÁS. Define el principio de que DIOS nos habla por boca de otras personas.
Quienes nos dan respuestas que estábamos buscando sin que les preguntemos.
 EFECTO ECO.  Se trata del uso que hace DIOS de la repetición de acontecimientos, ideas o personas para decirnos algo.
Se remite a la experiencia de oír lo mismo o ver a las mismas personas, objetos o mensajes en un breve lapso de tiempo.
ENSUEÑOS. Son una creación visionaria, a menudo ilusoria, de nuestra imaginación.
Si lo combinamos con la meditación podemos alcanzar la percepción sobre cuál es la voluntad de DIOS para nuestra vida.
 EPIFANIA. Es una repentina manifestación o percepción de la naturaleza o del significado esencial de una cosa.
Es una comprensión intuitiva de la realidad mediante algo normalmente sencillo pero sorprendente.
 FENÓMENOS NATURALES. En los tiempos bíblicos DIOS a menudo hablaba a través de fenómenos naturales: viento, tormentas, arco iris, fuego, nubes, zarza ardiente, etc.
 IMPRESIONES MENTALES. Cuando algo en nuestra mente parece estar dándonos nuevas ideas o  modificando nuestro pensamiento pero no se oye sonido audible alguno, es posible que DIOS nos esté hablando a través de impresiones mentales.
Estos pensamientos son distintos de los que desarrollamos en nuestros monólogos interiores habituales.
Una impresión mental puede impulsarnos a decir “¿de dónde he sacado esta idea?”.
INTUICIÓN. Es la capacidad o facultad de obtener un conocimiento o cognición directos sin recurrir al conocimiento racional y a la información objetiva.
 LLAMADAS DE ATENCIÓN. Advertencias o avisos repentinos o sorprendentes que pueden captarse mediante una sensación visceral, una intuición o un obstáculo físico.
Pueden adquirir la forma de un susurro al oído o una impresión mental que se percibe como una idea inconfundiblemente ajena.
 MANIFESTACIONES SENSIBLES. Hechos extraños que captan los sentidos, como por ejemplo un aroma de rosas cuando se reza el Rosario.
El Padre Pío enviaba mensajes a sus ‘hijos’ mediante el aroma.
 MILAGROS. Se trata del uso que hace DIOS del asombro y el espectáculo para llamar la atención respecto a su omnipotencia, la majestad de su creatividad y su infinito poder.
 MURMULLOS DE ANGELES. Es un habla suave al oído de parte de un mensajero de DIOS cuando necesitamos ayuda o consejo especial o urgente.
 PREMONICIONES. Anticipar un acontecimiento sin razonarlo conscientemente, se trata de advertencias.
 PRESAGIOS. Cuando un acontecimiento anuncia otro y nos prepara para un evento culminante.
 REACCIÓN VISCERAL. Es una respuesta intuitiva ante una persona o situación que entraña la activación de emociones básicas, es una respuesta inmediata y espontánea.
 SABIDURÍA INTERIOR. Cuando no tenemos hechos que nos respalden, pero algo nos dice que una cosa es cierta, estamos confiando en nuestra sabiduría interior.
SERENDIPIDAD. Es la facultad de realizar descubrimientos afortunados de forma accidental mientras se está buscando otra cosa.
 SEÑALES DIOS. Nos trasmite sus mensajes a través de carteles, postales, tarjetas de visita, titulares, publicidad.
La aparición inesperada pero oportuna de un animal.
Un objeto o un acontecimiento puede captar nuestra atención.
La experiencia de recibir una señal suele tener un regusto mágico y puede transmitir un consejo o un mensaje de aliento.
SINCRONICIDADES. Son coincidencias significativas que entrañan siempre un elemento temporal crucial.
Una interacción entre dos personas o acontecimientos paralelos sin previa cita o plan es una sincronicidad.
 TENER PINTA DE SER CIERTO. Un hecho tiene pinta de ser cierto cuando oímos a alguien hablando sobre algo de lo que nosotros no sabemos nada de primera mano, pero que debido a cierta resonancia y conexión mental y emocional, reconocemos como auténtico.
 SUEÑOS. Son series de pensamientos, imágenes o emociones que transcurren mientras dormimos. Una creación visionaria de la imaginación.
Como si se tratase de una premonición, un sueño puede vaticinar el futuro o proporcionar una caja de resonancia para los problemas con que pronto nos toparemos.
 TELEPATÍA. Es la comunicación mental a través de medios extrasensoriales.
Es como si unos cables telefónicos invisibles trasmitieran mensajes entre dos o más personas.
 VISIONES. Experiencias místicas de ver como si lo hiciésemos a través de los ojos de un ente sobrenatural.
La visión en si misma suele ser una aparición milagrosa que comporta una revelación.
Fuentes:

Foros de la Virgen María

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