1- EN LA SALUD. El Maligno tiene el poder de causar males físicos y psíquicos. Ya he
mencionado los dos males más comunes, de la cabeza y del estómago. En general
estos males son males estables. Otros males son pasajeros. Se trata de
inflamaciones, heridas, moretones…El Ritual sugiere hacer sobre ellos el signo
de la cruz y rociarlos con agua bendita. Muchas veces he visto la eficacia del
sólo hecho de imponerles encima la estola y apretar la mano. Varias veces me ha
sucedido el caso de mujeres que han venido a verme afligidas porque estaban a
punto de ser operadas de tumores en los ovarios; así se deducía de los dolores
y de la ecografía. Después de la bendición cesaban los dolores y en una nueva
ecografía ya no aparecían los tumores. El P. Cándido ha vivido una rica casuística
de graves males desaparecidos con sus bendiciones; incluso tumores cerebrales
de los que los médicos estaban seguros. Naturalmente, estas cosas pueden
sucederles solamente a aquellas personas que tienen negatividades y sobre
quienes existen sospechas de que el mal depende del maligno.
2- EN LOS AFECTOS. El maligno puede
producir nerviosismos insuprimibles, especialmente hacia las personas por
quienes se es más amado. Así rompe matrimonios, trunca noviazgos; suscita
litigios con vergüenza y escándalos en familias en donde en realidad todos se
llevan bien; y siempre por motivos fútiles. Trunca amistades; produce en la
persona afectada la impresión de no ser querida en ningún lugar, de estar
cansada, de que debe aislarse de todos. Incomprensión, no amor, vacío afectivo
total, imposibilidad de casarse. Esto también es muy común: cada vez que se
comienza una relación de amistad que podría desembocar en amor, o inclusive ya
hecha una declaración abierta, de repente todo se esfuma sin motivo.
3- EN LOS NEGOCIOS. Imposibilidad de encontrar trabajo, inclusive estando con la casi
certeza de un empleo; los motivos no se pueden encontrar o son absurdos. O
también personas que encuentran el trabajo pero luego, por motivos fútiles lo
dejan; difícilmente encuentran otro trabajo, y luego, o no se presentan, o
también lo dejan, con una ligereza que a los familiares les parece
inconsciencia o anormalidad. He visto familias muy solventes que han caído en
la más profunda miseria por motivos humanamente inexplicables. A veces han sido
grandes industriales a quienes de repente, por motivos extraños todo se les ha
comenzado a derrumbar; otras veces grandes empresarios han comenzado
repentinamente a cometer errores enormes, hasta llevarlos a quedarse con un
montón de deudas; otras veces comerciantes que tenían negocios muy prósperos,
de pronto han comenzado a ver que nadie entraba en sus locales.
4- EN EL GUSTO DE VIVIR. Es lógico que los males físicos, el aislamiento afectivo, la quiebra
económica lleven a un pesimismo por el cual la vida es vista solamente en lo
negativo. Llega una especie de incapacidad para el optimismo o al menos para la
esperanza; la vida toda aparece negra, sin posibilidad de salidas,
insoportable.
5- EN EL DESEO DE MORIR. Es el punto final que se ha prefijado el
maligno: hacer llegar a la desesperación y al suicidio. Y debo decir de una vez
que cuando se pone bajo la protección de la Iglesia, así sea con una sola
bendición, este quinto punto queda excluido.
Muchos cuando yo exponía estos
cinco puntos, los tenían todos, aunque con diverso grado de gravedad. Debo
repetir que estos males pueden ser consecuencia de una presencia maléfica, pero
pueden tener otras causas: no son suficientes ellos solos para concluir que una
persona está poseída o infestada por el maligno.
Publicado por Unción Católica y Profética
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