Me gustó mucho y vi con el
rabillo del ojo, mientras trabajaba, la ceremonia religiosa a la que asistió el
presidente Trump el primer día de su presidencia. Una ceremonia en la
esplendorosa e impresionante Catedral Nacional. La foto es de esa ceremonia. 27
confesiones religiosas oraron por el Presidente. La catedral es episcopaliana,
pero allí estaba en primera fila el cardenal de Washington DC, como se ve en la
foto.
Muchas
naciones deberían aprender de Estados Unidos. Es tradición que el Presidente-electo
y su familia, la mañana que va a asumir el cargo, asista a un oficio religioso
en una iglesia. Se trata de un acto familiar, privado, sin cámaras. Sólo se
graba su ingreso y salida. De allí va al Capitolio a jurar su cargo. Y al día
siguiente, ya Presidente, asiste a un servicio religioso interconfesional en la
catedral. Un servicio grandioso, público, que tiene carácter de acto de Estado.
Estados Unidos (aun tan secularizado) sigue siendo un gran país del que tenemos
mucho que aprender.
P.
FORTEA
No hay comentarios:
Publicar un comentario