VATICANO, 06 Dic. 16 / 05:47 am (ACI).- Pocos días antes de la Navidad, el Papa Francisco
recordó que Dios es el buen pastor que “nos ama uno
por uno” con una ternura sin fin y comparó la figura de la oveja perdida
con Judas.
El Pontífice aseguró que “quien no conoce
las caricias del Señor no conoce la doctrina cristiana”. “¡Quien no se deja
acariciar por el Señor está perdido!”.
"Es este el gozoso anuncio, esta es la sincera
alegría que nosotros queremos hoy. Esta es la alegría, este es el consuelo que
buscamos: que venga el Señor con su potencia, que son las caricias, a
encontrarnos, a salvarnos, como la oveja perdida y a llevarnos al rebaño de su Iglesia”.
En la homilía que pronunció en la Misa de la Casa Santa
Marta, el Pontífice comentó el Evangelio de la oveja perdida. “Él viene como un juez, pero es un juez que acaricia, un
juez que está lleno de ternura: hace todo lo posible para salvarnos”. Es
decir, no viene “a condenar, sino a salvar”.
Francisco explicó que Dios “no ama la masa
indistinta” si no que “nos ama por el
nombre, nos ama como somos”. Así, la oveja perdida “no se ha perdido porque no tenía una brújula en la
mano". "Conocía bien el camino”, pero “tenía
el corazón enfermo” con una “disociación
interior para alejarse del Señor, para saciar esa oscuridad interior que la
llevaba a la doble vida".
“El Señor conoce estas cosas” y “va a buscarla”. “La figura que más me
hace entender la actitud del Señor con la oveja perdida es la actitud del Señor
con Judas”, subrayó.
“La oveja perdida más perfecta en el Evangelio es
Judas: un hombre que siempre, siempre tenía algo de amargura en el corazón,
algo que criticar a los otros”.
“No sabía la dulzura de la gratuidad de vivir con
todos los otros. Y siempre, como no estaba satisfecha esta oveja –¡Judas no era
un hombre satisfecho!– escapaba”.
“Escapaba porque era un ladrón, él iba por ese
lado. Otros son lujuriosos, otros… pero siempre escapan porque tienen esa
oscuridad en el corazón que le desapega del rebaño. Es esa doble vida, esa
doble vida de muchos cristianos, también, con dolor, podemos decir, sacerdotes,
obispos… Y Judas era obispo, fue uno de los primeros obispos, ¿eh? La oveja
perdida. ¡Pobre!”.
El Papa pidió entender a las ovejas perdidas porque “también nosotros tenemos siempre alguna cosilla, pequeña
o no tan pequeña, de las ovejas perdidas”.
Lo que hace esa oveja “no es tanto un error
sino una enfermedad que tienen en el corazón y que el diablo aprovecha”. Así,
Judas con su “corazón dividido, disociado” es
“el icono de la oveja perdida”.
Pero “al final cuando ha visto eso que la
propia doble vida ha hecho en la comunidad, el mal que ha sembrado, con su
oscuro interior, que lo llevaba a escapar siempre, buscando luces que no eran
la luz del Señor pero luces como adornos de Navidad, luces artificiales, se ha
desesperado”, comentó.
El Papa terminó la homilía comentando que “hay
una palabra en la Biblia
–el Señor es bueno, también para estas ovejas, no deja nunca de
buscarlas– hay una palabra que dice que Judas se ha
ahorcado, se ahorcó y se arrepintió”.
“Creo que el Señor tomará esa palabra y la llevará
consigo, no lo sé, puede darse, pero esa palabra nos hace dudar. ¿Esa palabra
qué significa? Que hasta el final el amor de Dios trabajaba en esa alma, hasta
el momento de la desesperación”.
“Esta es la actitud del buen pastor con las ovejas
perdidas. Este es el anuncio, el buen anuncio que nos lleva a Navidad y que nos
pide esta sincera alegría que cambia el corazón, que nos lleva a dejarnos consolar
por el Señor y no por los consuelos que vamos a buscar para desahogarnos, para
huir de la realidad, huir de la tortura interior, de la división interior”.
"Que el Señor nos dé esta gracia de esperar la
Navidad con nuestras heridas, con nuestros pecados, reconocerlos sinceramente,
de esperar la potencia de este Dios que viene a consolarnos, que viene con
poder, pero su poder es la ternura, las caricias que han nacido de su corazón,
su corazón que es tan bueno que ha dado su vida por nosotros”, concluyó.
EVANGELIO COMENTADO POR
EL PAPA:
Mateo 18:12-14
12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada?
13 Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas.
14 De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.
12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada?
13 Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas.
14 De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.
Por Álvaro de Juana
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