REDACCIÓN CENTRAL, 03 Dic. 16 / 02:01 am (ACI).- El 12 de
diciembre la Iglesia
celebra la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de América y
Patrona de México, que dejó su imagen desde ese día en una sencilla “tilma” como señal del Amor de Dios para creyentes
y no creyentes.
Cercanos a esta gran solemnidad mariana les dejamos
una Novena para pedir la intercesión de la Virgen María ante Dios.
En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo
sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo
enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me
perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por
intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de
Guadalupe. Amén".
Primer Día
"¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona con que ciñes tus
sagradas sienes publica que eres Reina del Universo. Lo eres, Señora, pues como
Hija, como Madre y como Esposa del Altísimo tienes absoluto poder y justísimo
derecho sobre todas las criaturas.
Siendo esto así, yo también soy tuyo; también pertenezco a ti por mil
títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta jurisdicción que tienes
sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto es, por elección de mi
voluntad.
Ved que, aquí postrado delante del trono de tu Majestad, te elijo por mi
Reina y mi Señora, y con este motivo quiero doblar el señorío y dominio que
tienes sobre mí; quiero depender de ti y quiero que los designios que tiene de
mí la Providencia divina, pasen por tus manos.
Dispón de mí como te agrade; los sucesos y lances de mi vida quiero que todos corran por tu
cuenta. Confío en tu benignidad, que todos se enderezarán al bien de mi alma y
honra y gloria de aquel Señor que tanto complace al mundo. Amén.
Se dicen las intenciones de la novena
y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe
¡Oh Virgen Inmaculada Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde
este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu
amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos, y preséntala
ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro. Madre de misericordia, Maestra del
sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros,
los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías,
nuestras enfermedades y nuestros dolores. Da la paz, la justicia y la
prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos
bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena
fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen
de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que
conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de
humilde servicio a Dios y a las almas. Contempla esta inmensa mies, e intercede
para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones
de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los
misterios de Dios. Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar
la vida que comienza. Con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la
vida del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a
nuestras familias, para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos. esperanza
nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si
caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de
nuestras culpas y pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego
al alma. Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son como
las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra. Así, Madre Santísima, con la paz
de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de odios, podremos
llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
- Primer Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Segundo Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Tercer Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Cuarto Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Quinto Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Sexto Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Séptimo Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Octavo Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Noveno Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
No hay comentarios:
Publicar un comentario