La sutileza del demonio para
derribarnos es impresionante.
Porque utiliza herramientas de
psicología profunda para que nos desviemos.
Simplemente susurrándonos al
oído algunas ideas que sintonizan con nuestros conflictos más hondos.
En la absoluta mayoría de los
casos el demonio tentador no aparece bajo ninguna figura física.
Y es por esto mucha gente
no cree en el demonio exista.
Pero no se dan cuenta que la acción predilecta de él es a través de ideas que nos surgen en la mente.
.
Y que nos obligan a tomar decisiones conflictivas, muchas veces en medio de la ambivalencia.
Si no tenemos clara esta forma de actuar demoníaca vamos a pensar que estas ideas surgen de
nosotros solamente.
Y
entonces no se nos va a prender la “luz de peligro”, con lo cual
tenemos una señal adicional para resistirle.
Y esto está más presente cuando recorremos el
camino de servir a Dios.
Los
humanos podemos desarrollar una fuerte voluntad y prudencia natural, y ponerlos al
servicio de logros útiles e impresionantes.
Podemos desarrollar las virtudes naturales de
responsabilidad y confianza a través de un esfuerzo perseverante.
Pero cuando
nos enfocamos en servir al reino de Dios, en vez del reino de este
mundo, aparecen una serie de obstáculos
adicionales.
En ese momento entra a jugar la batalla espiritual,
una lucha, como lo explica San Pablo:
que “no
es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las
Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las
alturas.” (Efesios 6:12).
Para
complementar y profundizar esto recomendamos leer:
- ¿Qué
podemos Aprender de las Tentaciones que el Diablo le hizo a Jesús en el
desierto?
- 10
Estrategias que Funcionan, para Superar las Tentaciones
- Como
Funcionan las Tentaciones y los Ataques del Maligno a Nuestra Misión
- Las
tentaciones sutiles de las que deben cuidarse los que están en el camino
de la fe
- Las tres
tentaciones que llevan a la inmadurez espiritual de la iglesia
- Las 10
Armas más Poderosas para Luchar Contra el Demonio
- Cómo Descubrir
los Disfraces Celestiales que usa el Demonio para Engañarnos
- 10 Señales
para Saber si estás Bajo Ataque Espiritual
- Las 4
Tácticas Principales que el Demonio Usa Contra Nosotros y Cómo Defendernos
- 10 Pasos
para Construir Tu Defensa Espiritual Contra el Mal
LA BATALLA ESPIRITUAL
Desarrollar fuerza de voluntad siempre exige
esfuerzo y sacrificio.
Pero alinear
nuestra voluntad con la de Cristo y crecer en coraje y perseverancia cristianos—algo
que siempre requiere obediencia y no
solo pura determinación—exigirá mucho más.
Tanto nuestro intelecto como
nuestra voluntad están heridos por el pecado original.
.
Y cuando despegamos hacia el camino de la sanación y hacemos de la obediencia amorosa del plan de Dios nuestro mayor deseo del corazón, nuestros enemigos espirituales se volverán intensamente determinados en impedírnoslo.
.
Y cuando despegamos hacia el camino de la sanación y hacemos de la obediencia amorosa del plan de Dios nuestro mayor deseo del corazón, nuestros enemigos espirituales se volverán intensamente determinados en impedírnoslo.
San
Juan Pablo II
explicó esto es su encíclica sobre la vida moral:
Esta obediencia no siempre es fácil.
Como resultado de ese misterioso pecado original,
cometido por inspiración de satanás, el que es “mentiroso y el padre de la
mentira”, el hombre está constantemente
tentado a desviar su mirada lejos del Dios vivo y verdadero, para dirigirla a
los ídolos, cambiando “la verdad de Dios por una mentira”.
La
capacidad del hombre para saber la verdad también se ve oscurecida, y su deseo de
someterse a ella se ve debilitado. Entonces, el hombre se entrega a si mismo al
relativismo y al escepticismo, y sale en busca de una libertad ilusa, lejos de
la verdad como tal.
Jesús también tuvo que dar
esta batalla en su vida en la Tierra.
.
Su naturaleza no fue herida por el pecado original o pecados personales, pero Él tuvo que combatir con nuestro enemigo eterno, el demonio.
.
En el combate, El reveló las tres estrategias básicas del demonio.
.
Su naturaleza no fue herida por el pecado original o pecados personales, pero Él tuvo que combatir con nuestro enemigo eterno, el demonio.
.
En el combate, El reveló las tres estrategias básicas del demonio.
LA PRIMERA ESTRATEGIA DEL
ENEMIGO: CORROMPER EL CORAZÓN
Al principio de su vida pública, Jesús fue al desierto durante cuarenta días para
orar y prepararse.
Durante este período, los Evangelios explican que
fue “tentado por satanás”
(Marcos 1:13).
Nosotros todos estamos familiarizados con las
tentaciones que fueron empleadas en esta ocasión (Mateo 4).
En estas, el diablo trató de
dividir el corazón de Jesús, para eliminar o al menos corromper su deseo
interno de amar y obedecer a su Padre.
El
diablo trató de reemplazar esto con el deseo de placer y confort, tentando al
Señor a convertir piedras en pan.
Cuando esto no funcionó, el diablo trató de reemplazarlo con el deseo de poder y dominio en la
tierra, mostrándole al Señor todos los reinos del mundo y prometiendo
colocarlos todos bajo su control por el pequeño precio de alabarlo.
Eso tampoco le funcionó y entonces el diablo tentó a Jesús a buscar mayor
popularidad y adulación realizando un milagro dramático tal como
lanzarse del techo del templo sin sufrir ningún daño. Esa tentación también
fracasó.
La
primera estrategia del diablo, de corromper el corazón, quedó descubierta.
LA SEGUNDA ESTRATEGIA DEL
ENEMIGO: HACER FLAQUEAR LA VOLUNTAD
San Lucas termina la narración de las tentaciones
en el desierto señalando que “cuando el diablo terminó con todas las
tentaciones, se alejó de Jesús por un
tiempo” (Lucas 4:13).
Ese
tiempo terminó la víspera de la pasión de Nuestro Señor.
Después de haber sido traicionado, según San Lucas,
el Señor explicó que el momento para el
poder de la oscuridad había vuelto:
“Dijo Jesús a los sumos sacerdotes, jefes de la
guardia del Templo y ancianos que habían venido contra él: «¿Como contra un
salteador habéis salido con espadas y palos?
Estando yo todos los días en el Templo con
vosotros, no me pusisteis las manos encima; pero esta es vuestra hora y el poder de las tinieblas.»” (Lucas 22:
52-53).
Durante la pasión de Cristo, aprendemos acerca de
las otras dos estrategias del enemigo.
En el Huerto de Getsemaní, el
diablo bombardea a Jesús con tentaciones tan profundas que inspiraron temor y
confusión y le produjeron “tristeza y angustia” (Mateo 26:37).
Fue tan profunda su batalla que Jesús sudó gotas de sangre (Lucas
22:44), y además manifestó a sus compañeros, “mi alma siente una tristeza de
muerte” (Mateo 26:38).
Por muchos siglos los teólogos han debatido sobre la naturaleza exacta de estas tentaciones.
Pero todos están de acuerdo en que, cualquiera que
sea su contenido (y es aquí donde las tentaciones tratan de corromper la
inteligencia, sembrando falsas ideas o verdades a medias engañosas), su meta era clara.
El
demonio estaba tratando de que Jesús desobedeciera la voluntad de su Padre, negándose
hacer lo que Él le estaba pidiendo que hiciera.
Esta es la segunda estrategia,
desviar nuestra voluntad de la de Dios, hacer parecer la voluntad de Dios tan
injusta, dolorosa o difícil, que nuestro coraje nos falla y escogemos otro
camino.
El
demonio no puede crear la realidad; él no es Dios. Así, él debe distorsionarla para podernos asustar.
Para evitar que nosotros entremos en el camino que
Dios nos invita a seguir, él debe
exagerar el peligro ó la dificultad.
Nosotros ya sabemos que va a ser difícil, pues
Jesús nos reveló esto:
«Entrad por
la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino
que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella.
Mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y
poco son los que lo encuentran»”. (Mateo 7:13-14).
Pero Jesús
nunca nos pediría algo que fuera absolutamente imposible. Esto es lo que
el demonio nos quiere hacer olvidar.
Él quiere que
veamos la invitación de Dios solo desde una perspectiva humana y mundana.
Aquí es cuando nuestro coraje posiblemente falla.
Pero Dios siempre nos recuerda que esa perspectiva
está incompleta: “Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, más para
Dios todo es posible»” (Mateo 19:26).
LA TERCERA ESTRATEGIA DEL
ENEMIGO: LOGRAR QUE NOS DEMOS POR VENCIDOS
Jesús resistió el ataque perverso del demonio en el
huerto de Getsemaní, principalmente por medio
de oración fervorosa:
“Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su
sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra”. (Lucas 22:44).
Entonces el enemigo pasó a la
tercera táctica.
.
Como no pudo cambiar el corazón del Señor, y como no pudo convencerlo de no seguir el camino trazado por la voluntad de Dios, hizo el seguimiento de ese camino agonizante y difícil.
.
Como no pudo cambiar el corazón del Señor, y como no pudo convencerlo de no seguir el camino trazado por la voluntad de Dios, hizo el seguimiento de ese camino agonizante y difícil.
La pasión y muerte de Nuestro Señor incluyó sufrimiento, traición, injusticia, tortura
física y sicológica, humillación, calumnia, rechazo de todo tipo y aún
presenciar la tristeza descorazonante de aquellos a quienes más amaba,
como era su Madre.
Cada paso a lo largo del camino siguiendo la
voluntad de su Padre incrementaba el sufrimiento.
Cada
aumento en el sufrimiento requería de una renovación de su obediencia amorosa.
El diablo estaba tratando de
agotarlo, tratando de hacerlo sufrir tanto que finalmente Jesús se rebelaría
contra el plan del Padre.
.
Y se desviaría del camino que Él voluntariamente había escogido seguir: el camino correcto, el camino del amor a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerza.
.
Y se desviaría del camino que Él voluntariamente había escogido seguir: el camino correcto, el camino del amor a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerza.
Continuar
por ese camino requería perseverancia; requería fuerza de voluntad humanamente
madura, combinada y elevada por la gracia divina.
Ahora, piensa en cada cosa que
te pasa, piensa en lo que te problematiza, y mira si alguna de estas tres
estrategias del demonio está operando en tu vida.
.
Fuentes:
.
Fuentes:
- http://www.spiritualdirection.com/2015/10/26/help-me-understand-attacks-of-the-devil-part-ii-of-ii
- http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/en/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_06081993_veritatis-splendor.html
- http://www.spiritualdirection.com/2015/10/19/help-me-understand-attacks-of-the-devil-part-i-of-ii
- http://www.catholicword.com/catalog/public/seeking-first-the-kingdom.html
- http://forosdelavirgen.org/41644/conferencia-del-exorcista-padre-fortea-sobre-su-experiencia-con-el-demonio-2012-03-21/
Foros de la
Virgen María
No hay comentarios:
Publicar un comentario