domingo, 6 de noviembre de 2016

DESDE EL FIN DE OCTUBRE 2016 VERÍAMOS EL ASTRO QUE PRODUCIRÁ EL AVISO [INFORME DEL DR. YAGÜE]


Desde marzo de 2016 estamos en la estela de los 100 años de las apariciones de Fátima.
Porque el 21 de marzo de 1916 se les apareció a los pastorcitos el Ángel diciendo “No teman, yo soy el Ángel de la Paz”; como preludio de lo que luego vendría.
Y este hecho dispara las ‘alarmas’ de que “algo grande va a pasar”.
Hoy lo que está sobre la mesa es la posibilidad de un efecto astronómico que cause una catástrofe en la tierra, que desencadene las profecías del Aviso-Milagro mencionadas en Garabandal y los Secretos dados a los videntes de Medjugorje.
Coincidentemente, Internet está lleno de videos que dicen tener pruebas de que Nibiru o el Planeta X ya está en el sistema solar.
Y este terreno ha sido abonado en estos días por las órdenes de los gobiernos de Alemania y EE.UU. pidiendo prepararse para una catástrofe.
Nos preguntamos entonces ¿qué está pasando?
Y recurrimos a consultar al Dr. Antonio Yagüe, quien es el que ha trabajado más seriamente sobre estos temas proféticos.
Y él nos ha escrito en exclusividad el artículo que sigue, que recomendamos a nuestros lectores reflexionarlo en oración y discernimiento.
¡ATENCIÓN! El Dr. Yagüe respondió las preguntas de los lectores en este artículo, agregando mucha más información.
ACTUALIZACIÓN SOBRE EL ASTRO QUE PRODUCIRÁ FENÓMENO NATURAL DEL AVISO (por Antonio Yagüe)
En el 50 aniversario del comienzo de las apariciones de Garabandal (España), escribí un libro de análisis sobre las profecías que transmitió allí la Virgen.
Más allá del relato periodístico de los llamativos hechos ocurridos allí, Nuestra Madre se apareció una media de 4 veces al día, durante 18 meses a 4 niñas.
Por primera vez la Virgen habló allí de tres futuros sucesos que pronto vendrían al mundo y que denominó Aviso, Milagro y Castigo.
La portada del libro ilustraba un posible escenario del fenómeno externo del Aviso.
Y el texto del libro mostraba el paralelismo entre aquel relato de las niñas y la narración del sexto sello del Apocalipsis en la Sagrada Escritura.
De este modo, señalaba algo independiente a que la Iglesia no haya emitido todavía juicio definitivo sobre aquellos sucesos de Garabandal.
Lo que la Virgen allí profetizó no era algo nuevo sino más bien algo olvidado de la Escritura Sagrada.
Y por ello su veracidad no tenía que esperar al futuro juicio eclesial.
CONCHITA ‘VIÓ’ QUE EL SOL QUE SE VOLVÍA NEGRO
Lo que Conchita describía como un “choque entre dos estrellas”, el Apocalipsis (6, 12) lo relataba como “el sol se volvió negro como tela de saco”.
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Y cualquier intérprete comprende que ambos hablaban de un eclipse de Sol extraordinario, no producido por la Luna.
Las consecuencias de aquel futuro y casi olvidado hecho astronómico singular, las describen ambas fuentes como catastróficas para la naturaleza.
Conchita aseguraba que “si no hubiera visto el Castigo, ¡qué más castigo que el Aviso!”.
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Y el Apocalipsis (6,14) dice que “todos los montes y las islas fueron desplazados de su sitio”.
Esta interpretación llevó a buscar la existencia de algún astro capaz de producir dicho eclipse extraordinario y sus importantes consecuencias.
Independientemente de otros aspectos que completan el desarrollo del suceso del Aviso,
¿NIBIRU, PLANETA X?
Los astrónomos de la Nasa desde finales de la década de los 70 buscaban un supuesto Planeta X que alteraba las órbitas de Urano y Neptuno.
También los trabajos de Velikovsky, un matemático ruso de ascendencia judía, amigo de Einstein y afincado en los Estados Unidos, había publicado en 1950 el controvertido libro Mundos en colisión con ideas parecidas.
Por último diversos estudios sobre antiguas civilizaciones mostraban tradiciones sobre el paso de un astro muy destructivo al que llaman Nibirú, Hercólobus o Némesis.
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Y al que se atribuye el choque con un supuesto planeta situado donde hoy se encuentra el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter.
LOS CIELOS NOS RELATAN EL PLAN DE SALVACIÓN
Siguiendo esta línea de interés y preguntándome por el mensaje que transmitían las estrellas en el manto de la Virgen de Guadalupe, dos años después publiqué un nuevo libro titulado “Astronomía Sagrada y fin de los tiempos”.
En él se exponen los principios de esa antigua ciencia basada en estudios lingüísticos sobre el significado de los nombres de las estrellas en las culturas primitivas.
Que concluyen que el firmamento contiene una revelación muy antigua del Plan de Salvación de Dios al hombre.
Esto explica el mensaje de gloria que transmite el firmamento, según el Salmo 19, la historia de los Reyes Magos (Mt 2) y que haya signos proféticos en las estrellas.
Su simbología es totalmente distinta a la que posteriormente tergiversó y se usa para la adivinación la Astrología.
Con esos simbolismos originales de los astros es posible buscar las señales que Jesús anunció ocurrirán antes de su nueva Venida en el Sol, la Luna y las estrellas (Lc 21, 25).
Esta investigación cumplía con el mandato de vigilar porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti (Ap. 3, 3).
Con un software astronómico adecuado, resultó fácil indagar situaciones estelares de los próximos años.
Para interpretar su posible relación simbólica con hechos profetizados que configuran la próxima Venida del Señor en la Sagrada Escritura.
Así construí una hipótesis, es decir, un escenario fundamentado y posible de cumplimiento profético.
En el que los simbolismos y movimientos de los astros marcan tiempos en que podrían ocurrir ciertos hechos profetizados.
Para mi sorpresa, varias fechas encontradas, encajan exactamente con plazos señalados en la Sagrada Escritura por el profeta Daniel y el Apocalipsis.
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Y con datos temporales que la Virgen había dado en Garabandal para el Milagro, con plazos de profecías de santos, etc.
En definitiva, resultó que la unión de información profética dentro del marco temporal astronómico, era una poderosa herramienta de ayuda para interpretar profecías.
En la hipótesis no sólo cada fuente profética refuerza a otra, sino que finalmente forma una imagen de conjunto inteligible.
Y es a partir de un puzle inicial de multitud de datos desordenados se llega a los datos relativos al dogma de la próxima Venida del Señor.
Si le interesa, aquí puede encontrar un cronograma con 61 hechos ordenados sobre los últimos tiempos.
LAS FECHAS PROFÉTICAS DEL AVISO Y EL MILAGRO
En esta hipótesis o escenario construido con diversidad de datos proféticos, la fecha del Milagro ocurrirá el próximo 13 de abril del 2017, con una probabilidad de 1 entre 100.000 años.
Este hallazgo queda justificado por datos astronómicos, bíblicos y de aparición mariana, por lo que es mucho más seguro que otros eventos del escenario profético.
En relación con esa fecha, la Virgen dijo en Garabandal que el Aviso ocurriría dentro de los 12 meses anteriores al Milagro, por lo que ya estaríamos hoy en fechas posibles para que suceda el Aviso.
Así pues, proféticamente hablando, sería lógico esperar ver pronto un astro nuevo en el Cielo que pudiera ser la causa del fenómeno natural del sexto sello del Apocalipsis.
En la Sagrada Escritura, el profeta Ezequiel (capítulo 38) enmarca el gran terremoto simultáneo al Aviso en una próxima situación de guerra que denomina invasión de Magog.
En la que hay un enfrentamiento entre una alianza ruso-musulmana y “mi pueblo Israel”.
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Esta guerra a su vez sería la que provocaría la huida del Papa de Roma, profetizada sistemáticamente por santos y beatos de varios siglos para estos tiempos.
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Asimismo el profeta Amós, (capítulo 8) enmarca el vuelco de los polos geográficos simultáneo al Aviso.
En el entorno de una situación económica de crisis y explotación de los pobres.
Estos hechos sociales entran dentro de lo que puede suceder de modo inminente.
Lo cual indirectamente contribuye al sentimiento de proximidad temporal del Aviso.
SEÑALES EN EL MUNDO
Recientemente los gobiernos de varios países europeos han recomendado a los ciudadanos tener reservas de alimentos para 10 días, como prevención ante posibles eventos catastróficos extraordinarios.
Hace pocos días el Presidente Obama alimentó la sensación de que algo importante podría suceder.
Y ordenó la elaboración urgente de protocolos para proteger instalaciones nucleares y sensibles ante un posible evento inusual de tipo “clima espacial“.
Sin embargo, a pesar de estas recomendaciones inusuales, los gobiernos mantienen un mutismo absoluto acerca de posibles amenazas espaciales concretas.
Paralelamente, en los grandes medios de comunicación existe un silencio absoluto que impide formar a la opinión pública sobre el tema.
Mientras que en internet cada día crece el volumen de información falsa que desacredita todo lo relativo al astro.
Detrás de esta actitud, podría estar el concepto de no generar alarma social ante una catástrofe natural que excede toda capacidad de gestión de los gobiernos.
Ese temor es aún mayor si pasamos al mundo eclesial, muy lejos de los ámbitos científicos punteros y nada proclive a dar publicidad o apoyo a temas proféticos.
Por otro lado y según el tamaño y masa del astro que debe producir el Aviso muchos se preguntan por qué, si el tiempo es tan aparentemente próximo, aún no es visible.
Ya que como todo astro, cualquiera debería ya observarlo con sólo mirar al lugar del cielo en que se encuentre.
Tampoco las entidades científicas oficiales como la Nasa ayudan en este aspecto, pues no solo no proporcionan datos de observación sino que niegan la existencia de un astro como el propuesto para el Aviso.
En consecuencia, hay una completa disociación entre las interpretaciones proféticas de proximidad temporal sobre una catástrofe de origen astronómico y lo que nos dice la Ciencia Astronómica oficial.
La realidad en este aspecto es que el firmamento hoy parece estar a favor de que nada va a pasar.
O favorece una indefinición que mantiene en vilo a miles de personas, deseosas por otra parte de vigilar y cumplir la Voluntad de Dios.
¿POR QUÉ AÚN NO SE VE EL ASTRO?
Trataré de explicarlo del mejor modo posible.
El tipo de astro que producirá el fenómeno natural del Aviso es de muy difícil observación óptica en el espectro visible.
Se trata de una estrella enana marrón de gran masa que no emite luz visible y tiene muy bajo albedo (% de luz reflejada).
El astro sí produce mucho calor, pero observarlo en el espectro infrarrojo térmico es muy costoso y requiere medios que sólo están al alcance de la inversión pública de los estados más avanzados tecnológicamente.
Los detectores de estos instrumentos de observación deben estar refrigerados con nitrógeno líquido por debajo de 200º C bajo cero.
Cuando existen esos medios, ya sea en telescopios orbitales o terrestres, la información obtenida es fácil retener dentro de los ámbitos de seguridad y nunca se transmite públicamente.
Así las cosas es muy fácil que florezcan como hongos vídeos y fotos, en que los reflejos de diverso origen muestran más o menos juntos dos soles en cualquier latitud.
Rodeando el astro extra al Sol o la Luna en cualquier posición posible, a cualquier hora y fecha del año, sin ningún estudio de repetitividad, ni información de lugar y hora de observación.
O como consecuencia de programar observaciones coordinadas en distintos lugares al mismo tiempo, ni visualizando en el área del firmamento fotografiada otras estrellas o astros, etc.
Todos parecen afortunados descubridores que lo encontraron por casualidad aquel día y lo publican como gran hallazgo del siglo,… para poco más tarde quedar decepcionados para siempre y no saber qué hacer con aquello.
HAY FORMAS DE RASTREARLO
Están descartadas las observaciones visible e infrarroja.
Pero afortunadamente hay otros modos de observación indirecta que pueden fundamentar la existencia del astro y confirmar una posible cercanía.
Se trata de observar los efectos geofísicos que su presencia causa en nuestro planeta o en otros del Sistema Solar, básicamente de tipo sísmico o magnético.
El canal Blackstar de Youtube desde hace 6 años realiza semanalmente informes sobre estos efectos del astro y ha encontrado patrones que indican la dirección en la que se sitúa en los últimos años.
Aunque los datos de posición son ciertamente innegables, el modelo de astro que se propone es un pequeñísimo objeto, “mini agujero negro”, de tan solo 4 km de diámetro que sería invisible por su tamaño.
Esto no encaja con la descripción del Apocalipsis en que todo el Sol se pone negro.
Ni con la redundancia descriptiva de decenas de sueños proféticos que algunos de ellos han quedado plasmados en imágenes reconstruidas a partir de paisajes con Photoshop.
Asimismo, Carlos Muñoz Ferrada, astrofísico chileno, famoso por sus aciertos en la predicción de terremotos y órbitas de cometas, antes de su fallecimiento en 2001, explicó la existencia del astro, al que llamó “planeta-cometa”, y del que dio algunos importantes parámetros orbitales.
Pero en esta tarea de búsqueda de una órbita posible para el astro, la Sagrada Escritura también aporta información.
Pues tras describir el sexto Sello, plantea un tiempo “como de media hora” (Ap. 7,1) antes de que vuelvan a producirse nuevos daños en la Tierra procedentes del espacio.
Si se interpreta esta media hora como media órbita de la Tierra, indicaría que la órbita del astro corta a la órbita de la Tierra en dos puntos separados 6 meses: uno cercano al Aviso y el otro diametralmente opuesto.
Al unir los datos orbitales fidedignos que se poseen, se puede construir una posible órbita aproximada del astro, que se encuentra en la siguiente figura ilustrada con comentarios y fechas aproximadas.
El Astro tarda sólo 46 días a la velocidad de 76 km/sg que calculó Muñoz Ferrada, en cruzar por dos puntos de la órbita terrestre casi opuestos.
Los días posibles para el eclipse y vuelco se encuentran aproximadamente a partir del 13 de noviembre.
Si esta órbita es aproximadamente cierta, desde el pasado mes de septiembre la posición del astro, visto desde la Tierra, estaría siempre entre Venus y el Sol.
Aunque esto parece ir a favor de las docenas de fotografías con dos soles, la realidad es la contraria, ya que al ser un objeto muy oscuro, la luminosidad propia del entorno del Sol hace imposible verlo.
De hecho, en este mes de octubre, Venus cada día se aleja cada día más del Sol en el atardecer y, siendo un objeto brillante, el crepúsculo todavía no deja verlo por la propia brillantez del Sol, en la mayoría de las latitudes.
Pero la situación de observación del astro ahora desfavorable, tiene un día en que cambia a favorable.
Será cuando el astro se sitúe en su órbita más cerca de nosotros que el propio Sol.
La cual será aproximadamente hacia el 28 de octubre, dejando ya muy pocos días para su observación.
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Entonces se comenzará a ver como un pequeño círculo oscuro, creciente cada día, que contrastará con el fondo luminoso alrededor del Sol que progresivamente va quedando tras él.
Este detalle de veracidad afortunadamente escapa a la mayoría de los que pintan fotos con dos soles brillantes con Photoshop y las difunden como reales.
Cada día entonces será más notoria la presencia del astro oscuro y sus efectos magnéticos, especialmente hacia el final de su acercamiento.
Su tamaño aparente crecerá exponencialmente de día en día, por la ley de la perspectiva.
Solo al final del acercamiento seremos visualmente conscientes de la catástrofe que se avecina.
SERÁ EL DISPARADOR DE LA ILUMINACIÓN DE CONCIENCIA DEL AVISO
Pero es muy probable que entonces al hombre le preocupe más la guerra en desarrollo según Ezequiel que la llegada de un nuevo astro.
Pienso que Dios utilizará el efecto sorpresa de un choque inminente, de nuestro planeta Tierra con otro objeto mucho mayor.
Para provocar en ese momento la iluminación espiritual interior sobre nuestras vidas, en la que veamos el bien o mal que hayamos hecho o dejado de hacer.
No será muy diferente esta situación a la que cuentan personas que sobrevivieron a un choque frontal con otro vehículo y en aquel último momento vieron con gran detalle en pocos segundos toda su existencia.
Las fechas orbitales posibles para esta iluminación extraordinaria coinciden asimismo con el final del Año de la Misericordia, establecido por el Papa Francisco.
Pues las puertas del Jubileo extraordinario se cierran el próximo 13 de noviembre en todo el mundo y el 20 de noviembre en Roma.
Es posible un cierto margen de desplazamiento de los hechos sobre los cálculos previstos.
Pero ni la fecha del Milagro, ni la “media hora de silencio” que el Apocalipsis (8,1) establece entre dos hechos diferentes de origen astronómico, sexto sello y primera trompeta, permiten prolongar demasiado el momento en que finalmente llegará el astro.
Por último, dentro del conjunto de efectos espirituales en el entorno del Aviso, también se interpreta que el vuelco de los polos geográficos terrestres es el hecho que el Apocalipsis (7, 3) define como “hacer daño a la Tierra”.
En ese caso el Aviso también sería el entorno temporal de los 144.000 sellados, que desempeñarán el importante papel de primicias espirituales y materiales en los últimos tiempos.
UN SUCESO LARGAMENTE ESPERADO
Como resumen de este artículo, quisiera dejar claro que indagar sobre la aparición del nuevo astro en el cielo en estos tiempos no es superfluo.
Si finalmente aparece, en el entorno del 28 de octubre y días posteriores, puede estar seguro de que no será una anécdota en la historia.
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Sino una importante señal divina de que, como apostilla el Apocalipsis (6,17), “ha llegado el día de su Ira, y ¿quién podrá resistir?”.
En mis trabajos anteriores he publicado en internet videos y artículos sobre este tema al que puede acudir si lo desea para una mayor información:

Foros de la Virgen María

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