jueves, 6 de octubre de 2016

¿POR QUÉ EL CRISTIANISMO ESTÁ CRECIENDO MÁS FUERTEMENTE FUERA DE OCCIDENTE?


Si queremos comprender por qué el cristianismo está perdiendo fuerza en occidente, debemos mirar cómo evoluciona en las distintas partes del planeta.
El cristianismo está descendiendo fuertemente en América del Norte y en Europa, y creciendo fuertemente en África y Asia.
En algunos casos explosivamente como en África, donde en 1900 había 9 millones de cristianos y ahora hay 500 millones.
Y ni que hablar de China, que está a punto de convertirse en el país con más cantidad de cristianos en el mundo.
¿Cuál es el secreto de esto?
El secreto es que aquellas áreas donde la fe se está expandiendo rápidamente hay un cristianismo que cree en lo sobrenatural, en los milagros.
.
Mientras donde se está contrayendo hay un cristianismo que se ha hecho racionalista, cientificista y ya no cree en los milagros.
Y la Iglesia Católica, por su matriz europea, está dirigida por esta mentalidad de desconfianza y desprecio por lo sobrenatural.
Al punto que ha dicho el padre Rene Laurentín que si la aparición de Lourdes se hubiera dado en nuestra época, no habría sido aprobada por la Iglesia.
Esta mentalidad de desestimación de los sobrenatural es la que lleva a los sacerdotes a sembrar la duda entre su rebaño sistemáticamente.
Recuerdo que hace unos meses presencié una homilía de un sacerdote – famoso por su trabajo con los jóvenes –donde habló de la división del Mar Rojo para que pasaran los Israelitas (Éxodo 14:21-31). Y dijo:
Yo no creo que se haya abierto el Mar Rojo en dos.
.
Debe haber sido una cosa mucho menor, que luego el folklore lo fue agrandando.
.
¡Mire si el mar se va a abrir en dos!
Y agregó: Dios no hace esas cosas grandes, sino pequeñas cosas en nuestras vidas, nos ayuda a caminar por la vida.
Basta que un sacerdote desde el ambón diga una sola de estas cosas para que siembre la duda sobre todos los milagros que están descriptos en la Biblia.
Y esta resistencia es peor sobre las apariciones marianas.
A pesar, como dice el padre René Laurentin, de que la Biblia está estructurada en base a la revelación de Dios a su pueblo.
Dios habla y se aparece al patriarca Abraham, a Moisés y a los profetas, a Jesucristo, a los apóstoles Pedro y Pablo y a otros cristianos en los Hechos de los Apóstoles, en definitiva, de un extremo al otro de las Escrituras.
Las apariciones de Cristo resucitado son la culminación y el cumplimiento del Evangelio. Y, como enseña el apóstol Pablo (1 Cor 15), son el fundamento de la fe.
LOS SEMINARIOS SON LA CADENA DE TRASMISIÓN DEL DESCREIMIENTO A LO SOBRENATURAL
¿Cuánto tiempo se dedica en la formación de un sacerdote a estudiar temas místicos, devociones, oraciones?
.
¿Y cuánto se dedica a estudiar teología, filosofía y derecho canónico?
Es por esta formación que las homilías que escuchamos son un compendio teológico y no de vivencia de la fe.
Son relatos académicos secos, poco pertinentes para el desarrollo espiritual personal que cierran la creencia en lo milagroso.
Es lo que se ha dado en llamar el tsunami del cientificismo en los seminarios.
Nuestra mayor necesidad en occidente son sacerdotes santos no sacerdotes teólogos.
Piensa en esto, todo el ministerio de Jesús fue dominado por los milagros de sanidad, liberación, y otros fenómenos inexplicables.
.
Pero en la actual lógica de la Iglesia, tales maravillas están siendo relativizadas y despreciadas.
E increíblemente es el clero quien a menudo descarta rápidamente  supuestos milagros y no los medios seculares.
Sin duda que la precaución es muy importante pero también la apertura.
¿Cómo podemos poner en duda los milagros que menciona la Biblia y creer en el Antiguo o Nuevo Testamento?
¿Cómo es que la gente de la época de Jesús creyó que él era el hijo de Dios?
.
¿Por sus sermones teológicos o por los milagros de curaciones y la expulsión de demonios que demostró?
Sin embargo, aun cuando el Evangelio del día se refiere a un milagro – como la curación o la expulsión de demonios –  la homilía que sigue por lo general evita ese aspecto en occidente.
¿Cómo puede ser esto?
¿Qué es lo que convierte más gente: oír una homilía brillante teológicamente o escuchar las historias de las apariciones de Guadalupe, Lourdes, Fátima?
¿Con qué frecuencia la filosofía conduce a la conversión cristiana?
¿No dijo Santo Tomás de Aquino, al final de su vida, después que tuvo una visión de la eternidad, que todos sus pensamientos y todos sus escritos, eran “paja” a la luz de lo que se había visto? ¿No comenzó a quemar todo lo que había escrito?
No queremos significar que haya que quemar los escritos de teólogos, lejos de eso.
Sino que deberíamos complementar adecuadamente la teología con la mística.
Porque las personas tienen hambre de contacto con lo sobrenatural. Al final y al cabo somos seres espirituales.
Una prueba de esto es que la tumba del Santo Padre Pio  ahora recibe más visitantes cada año que los museos del Vaticano.
Los que están en los bancos, y los que han dejado los bancos ¿Qué creen ustedes que quieren oír en las prédicas?
¿Qué se hable de un Milagro Eucarístico o una disertación teológica sobre la Verdadera Presencia?
Se pierde de vista el hecho de que Dios no envía ocurrencias frívolas.
Incluso los milagros, como una estatua llorando (cuando es una ocurrencia legítima), Dios la envía por una razón divina.
Él envía esto como una señal.
Sin embargo, a menudo se lo trata como una molestia que perturba el desarrollo de la conversión de los fieles.
¿Cuál sería la reacción de muchos clérigos de hoy si una mujer viene y le afirma que tuvo la visita del ángel Gabriel?
Y el Obispo Robert Barron, hablando sobre la diferencia del cristianismo africano y el occidental dijo:
El cristianismo africano pone énfasis en lo milagroso, la vida eterna, en la providencia activa de Dios, la gracia de curación, y en la divinidad de Jesús…
Y es bueno acotar que el cristianismo crece más rápidamente en África que en cualquier otro lado.
Pero agregó algo aún más importante: La razón por la que el cristianismo orientado sobrenaturalmente crece es que es congruente con los fines de la Espíritu Santo, y también que presenta algo que el mundo no puede…
Cuando el cristianismo se dedica a las preocupaciones puramente de este mundo… se seca rápidamente.
Y analizó también: Algo de vital importancia que ha ocurrido en los años transcurridos desde el Concilio.
Las iglesias que una vez apoyaron y dieron lugar a esos líderes intelectuales han caído.
El catolicismo se está marchitando en la vid en Holanda, Bélgica, Francia, Alemania y Austria.
Mientras tanto, el centro de gravedad para el cristianismo en general y el catolicismo en particular, ha cambiado dramáticamente hacia el sur, sobre todo al continente africano.
Y en contestación a un obispo alemán que desestimó la tendencia sobrenatural del cristianismo africano dijo: Yo diría que el obispo alemán tiene, de hecho, mal diagnosticada la situación.
La Iglesia está creciendo en África, no porque las personas tienen poca educación, sino debido a que la versión del cristianismo que se ofrece es robusta sobrenaturalmente.
En definitiva está claro que la Iglesia occidental es en gran parte hostil a lo sobrenatural.
¿Y cuál es el fruto?
La secularización, el divorcio, la pérdida de valor de la vida, y todo lo demás que ya sabemos.
Pero cuando la Iglesia ofrece lo milagroso se contrarresta lo negativo; se convierta en un imán, atrae.
¿QUÉ CREES QUE CONVIERTE MÁS UNA HOMILÍA TEOLÓGICA U OÍR ESTOS MILAGROS DE SAN FRANCISCO DE ASÍS?
En el proceso de canonización del santo fueron reconocidos por las autoridades eclesiásticas más de cuarenta milagros.
He aquí algunos: Una mujer, particularmente devota de San Francisco, murió en la ciudad de Montemarano.
En la vigilia fúnebre se reunieron muchas personas para rezar, improvisadamente el cadáver se levanta y solicita al sacerdote que estaba allí, el poder confesarse.
Terminada la confesión le confía al sacerdote: “Estaba a la espera de ser condenada a una dura pena, pero San Francisco, ha pedido y obtenido para mí, la gracia de volver a la vida, para arrepentirme y confesar todas mis culpas”.
Después la mujer se encomendó al Señor.
En Pomarico vivían dos cónyuges que amaban tiernamente a su hijita. Un día su pequeña improvisadamente murió.
La madre abatida por el dolor, oró y suplicó con ardientes súplicas a San Francisco, el santo se le aparece asegurándole la suerte de su amada hijita.
Poco después la nenita despertó entre la maravilla de los presentes, y se levantó como si nada hubiera pasado.
En Capua, un chico se ahogó en el Volturno, un hombre, tras socorrerlo, lo arrastró a la orilla ya cadáver.
Los presentes constatando la muerte del muchacho, invocaron la intercesión de San Francisco.
El fraile no los desilusionó, el chico, en efecto, se levantó como si nada hubiese ocurrido entre la alegría y el estupor de los testigos.
En Sessa Aurunca, una casa se derrumbó aplastando a una joven.
Los socorristas la sacaron de entre los escombros y la pusieron con cuidado en una litera.
La madre, confiando en Dios, y en los méritos de San Francisco, se puso a rezar.
A la una de la madrugada la joven despertó perfectamente sana.
El prodigio hizo exaltar de alegría a los presentes.
En Ragusa, mientras un joven estaba trabajando cerca de una prensa, porque era tiempo de vendimia, un montón de leña puesta allí al lado, le cayó en la cabeza y lo mató.
El padre acudió rápidamente, le suplicó a San Francisco para que le devolviese al hijo.
El milagro ocurrió, el joven resucitó perfectamente sano.
Jesús, una vez más, escuchó la intercesión de San Francisco.
En Tebe vivía una mujer devota de San Francisco. Era ciega de nacimiento.
En la vigilia de la fiesta del santo, había ayunado en su honor.
Al día siguiente fue conducida a la Iglesia de los Frailes para asistir a la Santa Misa.
Durante el acto de elevación del Cuerpo de Cristo, sus ojos de repente adquirieron luz.
Súbito por la alegría, irrumpe gritando por el júbilo, al que se unieron muchos fieles.
San Francisco había obtenido la gracia de la curación.
En Gargano, un hombre trabajando con sarmientos de una viña, se golpeó con una rama violentamente, y se rajó un ojo.
El pobre hombre apeló con fe a San Francisco y este no le desilusionó.
El ojo cicatrizó al instante, de modo tan perfecto que no le quedó señal de la lesión.
A un hombre, de la ciudad de Asís, por un presunto hurto le fueron arrancados los ojos.
El pobrecillo, tan horriblemente mutilado, se hizo llevar hasta el altar de San Francisco donde, llorando por su inocencia, imploró la ayuda del santo.
Francisco no permaneció impasible a las súplicas del hombre y obtuvo de Jesús la gracia.
Tras tres días, al ciego le salieron nuevos ojos; más pequeños pero con la misma vista.
En la Iglesia de San Francisco de Asís, mientras predicaba el Obispo de Ostia una gran piedra, dejada incautamente sobre el púlpito marmóreo, cae sobre la cabeza de una mujer que estaba sentada bajo el púlpito.
Los presentes, tras ver la cabeza aplastada de la mujer, la cubrieron con una capa porque la creían muerta.
Grande fue el estupor de todos cuando acabado el sermón, la vieron levantarse totalmente sana.
La mujer contó que se había encomendado a San Francisco y estaba segura de que el prodigio era por méritos de este glorioso santo.
En Vicalvi, vivía un ciego llamado Mateo.
Un día por accidente ingirió un potente veneno que actuó inmediatamente, endureciéndole los miembros y bloqueándole el habla.
Mateo exhortó a Jesús para que, por los méritos de San Francisco, le salvase la vida.
De repente, logró pronunciar el nombre del santo y vomitó el veneno ingerido. Así recuperó plenamente la salud.
En Castello di Cori, situado en la diócesis de Ostia, un hombre estaba desesperado porque tenía un tumor en la pierna.
Apeló al pobrecillo de Asís para obtener socorro y no quedó desilusionado.
Se le aparece Francisco en compañía de otro fraile y con un bastón le tocó la parte enferma de la pierna.
Súbito, y de forma increíble, recuperó el uso del miembro, de manera tan perfecta que podía caminar libremente.
En recuerdo del prodigio, quedó impresa, en la parte tocada por San Francisco, el símbolo del Tau.


Foros de la Virgen María

No hay comentarios:

Publicar un comentario