martes, 11 de octubre de 2016

LA VERDADERA LIMPIEZA



"Cuando Jesús dejó de hablar, un fariseo le invitó a comer en su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. Y como el fariseo se extrañase al ver que no había cumplido con el rito de lavarse las manos antes de comer, el Señor le dijo:
– Vosotros los fariseos limpiáis por fuera el vaso y el plato, pero por dentro estáis llenos de lo que habéis obtenido mediante el robo y la maldad. ¡Necios!, ¿no sabéis que el que hizo lo de fuera hizo también lo de dentro? Dad vuestras limosnas de lo que está dentro y así todo quedará limpio."

A Jesús le recriminan que no cumpla con un rito. Los judíos daban mucha importancia a los ritos. Jesús da importancia a lo interior. No al exterior.
A nosotros nos ocurre lo mismo. Vivimos en una sociedad en la que predomina la apariencia. Buscamos una buena imagen. En lo religioso damos importancia a las ceremonias, a las grandes reuniones y asambleas. Jesús nos dice que lo importante está en el interior. Nuestra verdad es lo que somos, no lo que aparentamos. Nuestra "limpieza" ha de ser interna. Y es Jesús, quien estando en nuestro interior, nos limpia con su amor.


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