"El rey Herodes oyó hablar de
Jesús y de todo lo que hacía. Y no sabía qué pensar, porque unos decían que
era Juan, que había resucitado; otros, que había aparecido el profeta
Elías, y otros, que era alguno de los antiguos profetas que había resucitado. Pero
Herodes dijo:
– Yo mismo mandé que cortaran la
cabeza a Juan. ¿Quién, pues, será este de quien oigo contar tantas cosas?
Por eso Herodes tenía ganas de ver
a Jesús."
Herodes pregunta quién es ese del que oye contar
prodigios. Juan no puede ser, porque él vio su cabeza cortada sobre la
bandeja. Lo de Herodes es mera curiosidad. Quizá algo de temor de perder su
trono. Pero a Jesús no se llega por curiosidad, sino porque Él se nos acerca
antes a nosotros. Sobre Jesús nos preguntamos para seguirlo.
¿Cuál es nuestra actitud ante Jesús? ¿Curiosidad o ganas de ir tras Él e imitarle? Puede ser que los estudiemos y seamos grandes teólogos. Eso no sirve de nada si no nos hacemos sus discípulos e intentamos poner en práctica su Palabra y su vida. |
Enviat per Joan Josep
Tamburini
No hay comentarios:
Publicar un comentario