La sangre de San Genaro suele
licuarse tres veces al año.
El sábado del primer fin de
semana de mayo, el 19 de septiembre que es el día de su fiesta, y 16 de
diciembre.
La sangre del relicario
pertenece a San Genaro, patrón de Nápoles, ex obispo y mártir de la ciudad,
cuyos huesos también se conservan en la catedral.
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Se cree que fue martirizado durante la persecución de los cristianos durante el reinado del emperador romano Diocleciano, alrededor del año 305.
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Se cree que fue martirizado durante la persecución de los cristianos durante el reinado del emperador romano Diocleciano, alrededor del año 305.
La
misteriosa licuefacción de la reliquia de la sangre rara vez ha ocurrido fuera
de la fecha “canónica”.
La sangre seca de San Genaro, que se conserva en dos frascos de vidrio en la
Catedral de Nápoles, se licua tradicionalmente tres veces al año:
–el 19 de
septiembre la fiesta del santo, que conmemora su martirio en el
calendario litúrgico católico;
–el 16 de
diciembre de la fecha de la erupción del Monte Vesubio en 1631, que
se cree que fue detenido gracias a la intervención del santo;
-y el
sábado anterior al primer domingo de mayo, cuando es trasladada la
reliquia a la Basílica de Santa Clara.
Según la leyenda, la sangre de San Genaro fue recogida por una mujer llamada Eusebia justo
después de su muerte.
La práctica de la recolección
de sangre en busca de reliquias era una práctica común a partir de los
días de la persecución de los primeros cristianos.
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Las telas embebidas en la sangre derramada de los mártires o, la sangre líquida recogida en frascos se conservaban como artículos devocionales.
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Las telas embebidas en la sangre derramada de los mártires o, la sangre líquida recogida en frascos se conservaban como artículos devocionales.
En
las catacumbas estos frascos eran enterrados con los muertos. Su
descubrimiento indicaba que la persona había muerto como un mártir.
También
puedes leer el caso similar de la licuefacción de la sangre de San Pantealeón,
que sucede en varias partes del mundo.
QUIEN ES SAN GENARO
San Genaro, Obispo de Benevento, Mártir,
Patrón de Nápoles, muere
aproximadamente en el 305 d.C., su fiesta es el 19 de septiembre.
Durante la persecución de
Diocleciano, sufrió el martirio, juntamente con otros cristianos, en la ciudad
de Nápoles, en donde se le tiene una especial veneración.
San Genaro es famoso por el milagro que generalmente ocurre cada año desde hace
siglos, el día de su fiesta, el 19 de septiembre.
Su
sangre, se licua ante la presencia de todos los testigos que deseen asistir.
Nápoles
y Benevento (donde fue obispo) se disputan el nacimiento de San Genaro.
Durante
la persecución de Diocleciano, fueron detenidos en Pozzuoli, por orden del
gobernador de Campania, Sosso, diácono de Miseno, Próculo, diácono de Pozzuoli,
y los laicos Euticio y Acucio. El delito era haber públicamente confesado su
fe.
Cuando
San Genaro tuvo noticias de que su amigo Sosso y sus compañeros habían caído en
manos de los perseguidores, decidió ir a visitarlos y a darles consuelo y
aliento en la prisión.
Como era de esperarse, sus visitas no pasaron
inadvertidas y los carceleros dieron
cuenta a sus superiores de que un hombre de Benevento iba con frecuencia
a hablar con los cristianos.
El
gobernador mandó que le aprehendieran y lo llevaran a su presencia.
El obispo Genaro, Festo, su diácono y Desiderio, un
lector de su iglesia, fueron detenidos
dos días más tarde y conducidos a Nola, donde se hallaba el gobernador.
Los tres soportaron
con entereza los interrogatorios y las torturas a que fueron sometidos.
Poco tiempo después el gobernador se trasladó a
Pozzuoli y los tres, cargados con
pesadas cadenas, fueron forzados a caminar delante de su carro.
En Pozzuoli fueron
arrojados a la misma prisión en que se hallaban sus cuatro amigos.
Estos últimos habían sido echados a las fieras
un día antes de la llegada de San Genaro y sus dos compañeros, pero las bestias no los atacaron.
Condenaron
entonces a todo el grupo a ser echados a las fieras.
Los siete condenados fueron
conducidos a la arena del anfiteatro y, para decepción del público, las fieras
hambrientas y provocadas no hicieron otra cosa que rugir mansamente, sin
acercarse siquiera a sus presuntas víctimas.
El pueblo, arrastrado y cegado por las pasiones que
se alimentan de la violencia, imputó a
la magia la mansedumbre de las fieras ante los cristianos y a gritos pedía que
los mataran.
Ahí mismo los siete confesores fueron condenados a morir decapitados.
La sentencia se ejecutó cerca de Pozzuoli, y en el mismo sitio fueron
enterrados.
Los
cristianos de Nápoles obtuvieron las reliquias de San Genaro que, en el
siglo quinto, fueron trasladadas desde la pequeña iglesia de San Genaro, vecina
a la Solfatara, donde se hallaban sepultadas.
Durante
las guerras de los normandos, los restos del santo fueron llevados a Benevento
y,
poco después, al monasterio del Monte Vergine.
Pero en 1497, se trasladaron con toda solemnidad a Nápoles que, desde entonces,
honra y venera a San Genaro como su patrono principal.
Muchos se cuestionan la autenticidad de los hechos
arriba mencionados y de la misma reliquia porque no hay registros sobre el culto a San Genaro anterior al año 431.
Pero es significante que ya en esa época el
sacerdote Uranio relata sobre el obispo Genaro en términos que indican claramente que le consideraba como a
un santo reconocido.
Los frescos pintados en el
siglo quinto en la “catacumba de san Genaro”, en Nápoles, lo representan con
una aureola.
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En los calendarios más antiguos del oriente y el occidente figura su nombre.
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En los calendarios más antiguos del oriente y el occidente figura su nombre.
RETOS A LA CIENCIA
Mientras que muchos se cuestionan sobre la
historicidad de San Genaro, nadie se
puede explicar el milagro que ocurre con la reliquia del santo que se
conserva en la Capilla del Tesoro de la Iglesia Catedral de Nápoles, Italia.
Se trata de un suceso maravilloso que ocurre periódicamente desde hace
cuatrocientos años.
Sobre la autenticidad de la
sangre de san Genaro, un grupo de científicos de la Universidad de Turín
aseguró hace años que la sustancia contenida en las dos ampollas que
guarda el relicario es sangre auténtica.
Los científicos reconocieron entonces que no podían explicar por qué el polvo se vuelve
sangre un día determinado y luego de nuevo polvo, hasta la precisa fecha
siguiente.
Este es el milagro, la Iglesia permite el culto y los napolitanos no admiten dudas al respecto.
Si
fuera un truco
sería necesario admitir que todos los arzobispos de Nápoles y un sinnúmero de
eclesiásticos eminentes por su saber y muchas veces por su gran santidad fueron cómplices del fraude.
Además, en todos estos cuatrocientos años, ninguno
de los que bajo la suposición de un fraude han estado en alerta, ha dado alguna explicación o revelado cómo
ocurre el aparente milagro.
Un fuerte testimonio de esta verdad es el hecho de
que incluso en estos tiempos los
oponentes racionalistas a una explicación sobrenatural están totalmente en
desacuerdo sobre cómo debe ser el fenómeno.
CÓMO SUCEDE
Lo que en verdad ocurre puede ser descrito así en
forma breve: Está en un relicario de plata que de alguna manera
sugiere por su forma y tamaño una
pequeña lámpara de carruaje de dos redomas unidas.
La
ampolla menor contiene sólo restos de sangre y no nos ocuparemos de ella aquí.
La ampolla más grande, es un
frasquito con forma de garrafa de diez centímetros de altura y cerca de cinco y
medio de diámetro.
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Está llena en más de la mitad con una masa oscura y sólida, absolutamente opaca cuando es llevada ante la luz y no muestra ningún desplazamiento cuando el relicario es volteado hacia abajo.
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Está llena en más de la mitad con una masa oscura y sólida, absolutamente opaca cuando es llevada ante la luz y no muestra ningún desplazamiento cuando el relicario es volteado hacia abajo.
Ambos frascos parecen estar fijados en la cavidad
del relicario por medio de algún poderoso pegamento, pues están herméticamente sellados.
Es más, debido al hecho de que la masa oscura en el
frasco está protegida por el grosor del cristal, presumiblemente es poco afectada por la temperatura del aire que lo
rodea.
Dieciocho
veces cada año
un busto de plata en que se cree contiene la cabeza del Santo es expuesto en el
altar y el relicario ya descrito es sacado y llevado por el oficiante a la
vista de la concurrencia.
Esto
sucede: 1)
el sábado anterior al primer domingo de mayo y los ocho días siguientes, 2) en
la fiesta de San Genaro (19 de septiembre) y durante la octava, y 3) el 16 de
diciembre-
La gente reza, implorando que
ocurra el milagro, mientras que un grupo de mujeres pobres conocidas como “zie di
San Gennaro” (tías de San Genaro), se distinguen especialmente por su fervor y
a veces, cuando el milagro se demora, por la extravagancia de sus súplicas.
El oficiante usualmente toma el relicario por sus
extremos, sin tocar el cristal, y de
cuando en cuando lo voltea hacia abajo para advertir cualquier movimiento
perceptible en la masa oscura de la redoma.
Después de un intervalo de
duración variable, usualmente no menos de dos minutos o más de una hora; se ve
que la masa gradualmente se separa de los lados de la redoma.
Ésta se
torna líquida y de un color más o menos carmesí, y en algunas ocasiones comienza a derretirse y
burbujear, aumentando su volumen.
Entonces
el oficiante anuncia: “Il miracolo é fatto”, se canta un Te Deum y el relicario conteniendo la
sangre licuefacta es llevado a la balaustrada del altar donde los fieles pueden
venerarlo besando el depósito.
LA HIPÓTESIS DEL CALOR
Rara vez la licuefacción ha
dejado de ocurrir en las exposiciones de mayo o septiembre, pero en la del
16 de diciembre la masa permanece sólida más frecuentemente.
Es por eso que algunos consideran el fenómeno de la licuefacción como producido por los efectos
del calor.
Sostienen
que existen ciertas sustancias (p. e. una mezcla de aceite de ballena con éter)
que tienen un punto de ebullición bastante bajo.
El
calor producido por las manos del oficiante, la apretada multitud de espectadores, las luces
del altar y en particular la vela que antiguamente se ponía cerca al relicario
para permitir a la gente ver que la masa estaba opaca, combinado con el aumento
de la temperatura del aire hasta el punto de derretir la sustancia en la redoma
–que se asume que es sangre–.
Es más, desde
los primeros años del siglo dieciocho, científicos escépticos, usando ciertos
compuestos químicos, han reconstruido el milagro con mayor o menor éxito.
Esto es que han sido capaces de exhibir alguna sustancia roja que a pesar de ser en un
principio aparentemente sólida, acaba por derretirse después de un
intervalo de tiempo sin ninguna aplicación directa de calor.
Sin embargo, puede decirse con absoluta
confianza que la teoría del calor no
produce ninguna explicación adecuada a los fenómenos observados.
Desde hace más de un siglo se
han realizado cuidadosas observaciones de la temperatura del aire en las
cercanías de la reliquia durante estas ocasiones y se han guardado registros.
Lo cierto es que acorde a las memorias científicas
de los profesores Fergola, Punzo y Speindeo no hay ninguna relación directa entre la temperatura, el tiempo y la
forma de la licuefacción.
Muchas
veces cuando el termómetro ha estado a 25 grados centígrados y hasta más, la
licuefacción se ha demorado hasta por veinte minutos e inclusive por cuarenta.
Mientras que por otro lado el contenido de la
redoma algunas veces se fundió en un
tiempo considerablemente menor estando el termómetro en 18 o 15 grados.
Es más, la
teoría del calor no puede ser tomada en cuenta bajo ningún motivo por
otro hecho remarcable, observado desde hace doscientos años.
La masa que se derrite
incrementa su volumen, pero no retorna necesariamente a su volumen original. A
veces se ve que toda la redoma está ocupada y otras veces poco más de la mitad.
Esto ha llevado a que un científico napolitano, el
profesor Albini, sugiera que una nueva teoría física se deriva de observar el comportamiento de un fluido viscoso como la
miel parcialmente congelada.
Conjetura que la sustancia desconocida de la redoma
consiste en una materia sólida
altamente dividida que se mantiene suspendida por una cantidad
desproporcionadamente pequeña de líquido.
Cuando
finalmente el líquido se hunde en el fondo de la redoma, las
partículas sólidas forman una suerte de corteza que no se mueve fácilmente
cuando el recipiente es puesto hacia abajo.
Sin
embargo se alcanza la cohesión mediante movimientos repetidos como los que
experimenta el relicario mientras se espera impacientemente la licuefacción.
Después
ese líquido viscoso se endurece fácilmente en las paredes del recipiente y permite la
aparición de grandes burbujas de aire que originan la ilusoria apariencia de un
cambio de volumen.
El profesor Albini sostiene haber reproducido el
fenómeno con un compuesto de chocolate
en polvo y suero lácteo.
Pero, aquellos que han estudiado de cerca el
proceso de la licuefacción del contenido de la redoma declaran que tal explicación es absolutamente imposible.
Además parecen
existir ejemplos de licuefacción bastante probados que ocurren tanto en
este caso como en similares reliquias de sangre cuando el relicario no ha
sufrido el más mínimo movimiento.
OTRAS HIPÓTESIS
Se ha sugerido que el fenómeno ocurre debido a cierta forma de fuerza psíquica. (ver
Di Pace, “Ipotesi scientifica sulla Liquefazione”, etc., Nápoles, 1905).
La concentración de
pensamiento y voluntad de la multitud expectante y especialmente de las “tías
de San Genaro”, tiene capacidad para producir un efecto físico.
Pero a esto se debe presentar el hecho de que la licuefacción ha ocurrido muchas veces de
manera inesperada y en la presencia de muy pocos espectadores.
Probablemente la dificultad más seria contra el carácter milagroso del fenómeno
se deriva del hecho de la misma licuefacción ocurre en el caso de otras
reliquias, casi todas conservadas en las cercanías de Nápoles o de origen
napolitano.
Entre
estas reliquias se incluyen la sangre de San Juan Bautista, San Esteban el Protomártir, San
Pantaleón, Santa Patricia, San Nicolás de Tolentino y San Luis Gonzaga, entre
otros.
En
el caso de la supuesta licuefacción de la llamada “Sangre de Nuestra Señora” o
la de la grasa de Santo Tomás de Aquino quizás nos encontremos ante pura ficción.
Pero en las redomas tradicionalmente asociadas con
los nombres de San Juan Bautista, San
Esteban y San Pantaleón indudablemente exhiben en sus respectivos días de
fiesta fenómenos exactamente análogos a los ocurridos en el caso de la
más famosa reliquia de San Genaro.
Además ha sido comprobado por
testigos oculares de crédito científico y alta respetabilidad que un bloque de
basalto en Pozzuoli, que tiene fama de llevar restos de sangre de San Genaro,
se torna vívidamente rojo por un corto tiempo en mayo y septiembre a la misma
hora en que el milagro de la licuefacción tiene lugar en Nápoles.
OTRAS COMPROBACIONES
Algunos puntos sostenidos por investigaciones
recientes parecen merecer especial atención.
Parece que el
primer registro seguro de la licuefacción de la sangre de San Genaro data de
1389. (ver de Blassis, “Chronicon Siculum incerti auctoris”, Nápoles,
1887, 85) y no de 1456 como se suponía antiguamente.
En 1902 se le permitió al profesor Sperindeo pasar
un rayo de luz a través de la parte superior de la redoma durante la
licuefacción y examinarlo
espectroscópicamente.
El experimento arrojó líneas distintivas del espectro de la sangre. Esto, sin embargo,
solo prueba que existe alguna cantidad de muestras de sangre en el contenido de
la redoma.
Lo más notable de todo es que la evidente variación
en el volumen de la reliquia llevó entre 1902 y 1904 a una serie de
experimentos en los cuales todo el
relicario fue pesado en una balanza bastante exacta.
Se encontró que el peso no era
más constante que el volumen, y que el peso del relicario cuando la sangre
llenaba toda la cavidad de la redoma excedía por 26 gramos el peso de la redoma
cuando parecía medio llena.
Esta
gran diferencia
hace que sea imposible creer tal variación substancial en el peso se deba a un
error de observación.
Estamos obligados a aceptar el hecho de que,
contrariamente a toda ley conocida, un
cambio ocurre en los contenidos del recipiente herméticamente cerrado, que los
hace más pesados o más ligeros en proporción aproximada a su volumen
aparente. (Cavène,333-39).
La realidad del milagro de San Genaro ha sido
repetidamente sujeto de controversia. Ha
tenido que ver con muchas conversiones al catolicismo, notablemente la del
viejo Herder.
LA LICUEFACCIÓN DE LA SANGRE
EN PRESENCIA DEL PAPA FRANCISCO SIN PRECEDENTES DESDE 1848
Se conoce un solo precedente
de este suceso maravilloso ante un Papa. La reliquia de la sangre de San
Genaro se licuó en presencia en presencia del Papa Pío IX en 1848.
El
de Pío IX fue el pontificado más largo en la historia de la Iglesia Católica
(31 años).
Convocó el Concilio
Vaticano I, que decretó la infalibilidad papal; definió el dogma
de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María; y fue el último Papa para gobernar como el soberano de
los estados papales que cayeron al ejército italiano en 1870.
Huyendo
de los disturbios de los Mazzini en 1848, el
Papa Pío IX fue rescatado por un barco enviado por Francisco II de Borbón, quien lo llevó
al Palacio Real de Portici.
El Papa expresó su deseo de ir a la catedral de
Nápoles y allí se produjo el milagro de San Gennaro en su presencia.
Como muestra de su gratitud, el pontífice donó un cáliz de oro a la
catedral en honor del santo. El cáliz está catalogado hoy entre las
“Diez Maravillas del Tesoro de San Gennaro”.
El
21 de marzo de 2015, al término de la reunión con los sacerdotes,
religiosos y seminaristas en la catedral de Nápoles, el Papa Francisco dio una bendición con la reliquia.
Cuando
Francisco recibió el relicario de manos del cardenal de la diócesis, Crescenzio
Sepe, la sangre seguía estando sólida en un lado del vial.
Y Cuando Francisco devolvió el
relicario, el cardenal le dijo:
“Parece que San Genaro ama al Papa, porque la sangre ya está medio licuada”
“Parece que San Genaro ama al Papa, porque la sangre ya está medio licuada”
Cuando el cardenal Sepe anunció estas palabras, se
pudieron escuchar gritos de la pasión napolitana: “¡Es un milagro, es un milagro!”
Francisco
de inmediato respondió jocosamente: “El arzobispo dijo que la sangre se
licuó a medias. Esto significa que el santo nos ama hasta a la
mitad. Todos tenemos que convertirnos un poco más para que él nos ame
más”.
Esto provocó sonrisas entre los presentes.
Para que el milagro ocurra totalmente, es necesario esperar varios minutos
antes de que la masa seca de color pegada a un lado del relicario se convierta
en sangre que cubra todo el vidrio.
EL TESORO DE SAN GENARO
Pero lo cierto es que además del milagro de la licuefacción de la sangre, San Genaro tiene un importante
tesoro de obras de arte y donaciones.
Los expertos dicen que es más rico que el de la corona de la Reina Isabel II y de los zares de
Rusia.
Concretamente Wikipedia dice
El tesoro de San Gennaro se
compone de obras de arte y donaciones recogidas en siete siglos por papas,
reyes, emperadores, famosos y gente común, conservado en un museo en Nápoles,
Italia.
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De acuerdo con estudios realizados por un grupo de expertos que han analizado todas las piezas de la colección, el tesoro de San Gennaro sería aún más rico que la corona de Inglaterra y los zares de Rusia.
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De acuerdo con estudios realizados por un grupo de expertos que han analizado todas las piezas de la colección, el tesoro de San Gennaro sería aún más rico que la corona de Inglaterra y los zares de Rusia.
El tesoro es una colección de obras de arte, mantenido gracias a la Diputación de la
Capilla Real del Tesoro de San Gennaro, una institución secular antigua
fundada en 1527 por un voto de la ciudad de Nápoles, que aún existe.
El
tesoro se exhibe en el museo que está en la parte derecha de la catedral de
Nápoles
y por el museo se puede también acceder a la Capilla Real de San Genaro.
Abajo hay una serie de links en que puedes
informarte mejor de este extraordinario museo.
El museo es propiedad de la
ciudad de Nápoles, pero el busto de San Genaro, así como las ampollas de su
sangre, siempre han permanecido en poder de la Iglesia.
Fuentes:
- http://en.wikipedia.org/wiki/Giuseppe_Mazzini
- http://www.aleteia.org/en/religion/article/will-relic-of-saints-blood-miraculously-liquify-in-popes-presence-5893092284563456
- http://www.aleteia.org/en/article/st-gennaros-blood-relic-miraculously-liquifies-in-the-presence-of-pope-francis-in-naples-5869691155251200
- http://www.patheos.com/blogs/catholicnews/2015/03/saints-relic-with-miraculous-tendencies-does-it-again-for-pope-francis/
- http://es.wikipedia.org/wiki/Jenaro_(obispo)
- http://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_N%C3%A1poles
- http://forosdelavirgen.org/90790/sangre-genaro-papa-150323/
- http://napoli.repubblica.it/cronaca/2015/04/02/news/tesoro_di_san_gennaro_ecco_le_dieci_meraviglie-111041355/
- http://www.museosangennaro.it/es/
- https://it.wikipedia.org/wiki/Reale_cappella_del_tesoro_di_San_Gennaro
- https://en.wikipedia.org/wiki/Museum_of_the_Treasure_of_St._Gennaro
- http://www.patheos.com/blogs/catholicnews/2016/03/fight-in-italy-over-saints-jewels-completely-misleading/
Foros de la
Virgen María
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