viernes, 30 de septiembre de 2016

LA ORACIÓN, FUERZA QUE CAMBIA EL MUNDO: ASÍ LO EXPLICAN SANTA TERESA DE ÁVILA Y JOSEPH RATZINGER


La Biblioteca de Autores Cristianos (bac-editorial.es) presentó este miércoles en la hermosa Sala Capitular de la catedral de la Almudena, iluminada por los mosaicos de Rupnik que reflejan el tema de la Transfiguración, el libro La oración, fuerza que cambia el mundo, que recoge los frutos del V Congreso Internacioanl de la Fundación Joseph Ratzinger, que se celebró en Madrid, en la Universidad Francisco de Vitoria, el 28 y 29 de octubre de 2015.

El tema del congreso fue la oración, y por eso el libro (de 230 páginas) a la vez ayuda a orar, enseña a orar, exhorta a orar y hace pensar sobre el valor de orar.

“LA ORACIÓN NOS HACE SALIR AL MUNDO”
 En la presentación del libro, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, habló de cuatro santos modelos de oración: la Virgen María, con su Magníficat; San Pedro Poveda, mártir en Madrid, que pedía “ser crucifijos vivientes”; y San Isidro Labrador y su esposa Santa María de la Caebza, que ofrendaban su vida a Dios.

“Atrévete a tener un diálogo con Cristo”, propuso el arzobispo Osoro. “En un mundo fragmentado, de personas que se enfrentan, grupos con desentendimiento… qué buena nueva y qué remedio contra la soledad es la oración, el diálogo con Dios”, exhortó.

El arzobispo insistió: en la oración nos revestimos de la misericordia de Jesucristo, dijo; la oración permite perder la vida por el Señor porque ¿de qué sirve al hombre ganar el mundo si pierde la vida? “La oración no nos hace evadirnos del mundo, sino salir al mundo”, añadió.

“¿QUÉ ES EL HOMBRE? UN SER DESTINADO A ALABAR”
 Carlos Granados, director de la Biblioteca de Autores Cristianos, señaló que la oración es clave en la teología de Joseph Ratzinger, cuando presenta la figura de Cristo y cuando presenta la Iglesia, con su liturgia. Es clave en su antropología: el hombre, dijo, es el ser destinado a la oración de alabanza.

Granados señaló que ante el mundo la oración “parece que es debilidad, pero en realidad es fuerza, porque se basa en la fuerza de las relaciones y la amistad”. Así, por ejemplo, Santa Teresa experimentó que en su fragilidad la oración la volvía recia.  Como editor, señaló que este libro, con reflexiones de Ratzinger y sobre Ratzinger y la oración se enmarca en la edición de sus obras completas, obra magna de las que la BAC ha publicado ya 8 volúmenes.
 
EXPLORADORES DE LA VERDAD Y DEL ALMA
Miguel Márquez, superior de los carmelitas descalzos de la provincia ibérica, habló de Santa Teresa, como “amiga de los exploradores de la verdad, que sondean los caminos del alma”. Señaló que el libro y las jornadas “confirman hoy con fuerza la doctrina de una monja del siglo XVI”.

Orar, decía Santa Teresa, es “tratar de amistad con quien sabemos nos ama”. Ella misma reconocía que orar es una aventura, pedía “ánimas animosas” y exhortaba diciendo: “aventuremos la vida”.

Es también conocida su enseñanza sobre la oración: “No está la cosa en hablar mucho sino en amar mucho”.

Márquez recordó que Santa Teresa era una contemplativa que no paraba de viajar, que recorrió miles de kilómetros, que escribía cientos de cartas, libros, apuntes… sin dejar de llevar vida de monja contemplativa. Un día Teresa oyó de Jesús: “No te inquietes por nada, goza del bien que te ha sido dado”. Y finalizó con unos versos de la Santa:

En Cristo mi confianza, y de Él solo mi asimiento, en sus cansancios, mi aliento, y en su imitación, mi holganza.
Aquí estriba mi firmeza, aquí, mi seguridad, la prueba de mi verdad, la muestra de mi fineza.


¿ES OSADÍA HABLAR DE ORACIÓN EN LA UNIVERSIDAD?
 Daniel Sada, rector de la Universidad Francisco de Vitoria, recordó que en el congreso  “me preguntó un periodista si no era osado dar carta de naturaleza universitaria a la oración, dedicándole un Congreso universitario, y no sé si es una osadía pero fue magnífico hacerlo”. 

El congreso, dijo, fue testimonio de una comunión preciosa –carmelitas, Fundación Joseph Ratzinger, Universidad Francisco de Vitoria. Valoró la exhortación de Juan Pablo II y de Joseph Ratzinger a “trabajar con una razón abierta” y la vocación universitaria de poner en contacto las ciencias particulares con la filosofía y teología.

De ahí los Premios Razón Abierta (www.premiosrazonabierta.org) que convocan la Universidad y la Fundación (son 4 premios, cada uno de 25.000 euros, que explicamos aquí). Su objetivo, dijo, es “prestar un servicio a la sociedad, y a la cultura con la que la Iglesia quiere dialogar”.

ENTENDER CÓMO ORA JESÚS
Federico Lombardi, ex director de la Sala de Prensa Vaticana y actual director de la Fundación Joseph Ratzinger explicó cómo, para el Papa emérito, la oración de Jesús es la clave para entender a la persona de Jesús.

Así, él reza diciendo “abbá” y así entendemos que él es Hijo. Jesús es Hijo en comunión con el padre, y esa comunión da impulso a su acción y su enseñanza. La oración del cristiano nos transforma, nos permite amar como Jesús, nos conduce a la acción.

Jesús enseña a orar diciendo: “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Eso muestra que la  oración da capacidad para transformar el mundo, que la oración cambia el mundo.

Lombardi cree que en esta última etapa de su vida, el anciano Joseph Ratzinger es modelo para muchos de persona que “se prepara para el encuentro con Dios en un clima casi monástico”, y que eso lo plasma en sus “Últimas conversaciones” con Peter Seewald.

Lombardi, jesuita, recuerda que San Ignacio enseñaba que “el amor está más en las obras que en las palabras”, pero que también Santa Teresa escribía en El Castillo Interior: “Para esto es la oración, para que nazcan siempre obras, obras, obras…”

Respecto al libro La oración, fuerza que cambia el mundo, Lombardi destacó el valor de los testimonios, como el de Carmen Maldonado, que después de muchos años de ayudar a los necesitados desde la fe pasó de rezar “Señor, ayúdame a ayudar, quiero cambiar el mundo” a rezar “Suelto el control, haz conmigo lo que quieras”.

Lombardi dijo: “La oración que transforma lleva consigo también la experiencia de la impotencia”.

NUEVAS LÍNEAS DE REFLEXIÓN
El jesuita propuso nuevas líneas de reflexión para ocasiones futuras: oración y contemplación y cuidado de la creación; crecer en la conciencia de que somos criaturas, que Dios nos ha creado; la oración por la paz, “como el Papa en Asís”, oración y perdón público (“en Italia el perdón público ayudó a la reconciliación del terrorismo de los años 70 y 80…”).

Lombardi animó a seguir trabajando en el eje relación fe-razón, filosofía-teología-ciencia, “es muy importante para Benedicto XVI. El positivismo que reduce la visión del hombre preocupa a Ratzinger, porque pone en peligro el reconocimiento de la dignidad humana. Hay filosofías que piden que solo se considere racional lo que se pueda someter al método experimental… el sentido de la vida humana, de su muerte o trascendencia, quedan reducidas, en estas filosofías, a sentimentalismo”.

Lombardi recordó que el Papa Benedicto planteó el tema en tres encuentros clave ante los poderes del mundo, pidiendo un “ensanchamiento de la razón” para abarcar más allá de lo empírico. Lo hizo en 2008 ante los intelectuales franceses en el Convento de los Bernardinos, lo hizo en Westminster ante los políticos ingleses, allí donde Santo Tomás Moro fue condenado a morir, y en el Reichstag de Berlín en 2011, un alemán en el pueblo que vivió la locura del poder nazi, cuando dijo que el exclusivismo positivista deja sin base el ethos del derecho y que el derecho necesita un lenguaje sobre el ser.

A todo ello puede ayudar la oración, porque como recuerda el título del libro, La oración es fuerza que cambia el mundo.


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