Según la información del Nuevo Testamento, el demonio tomaba posesión de
una víctima y en algunos casos causaba locura, ceguera o mudez. No quiere decir
que todos los locos, ciegos o mudos estaban poseídos por el demonio, sino que
en algunos casos el demonio causaba estas enfermedades.
Muchas enfermedades mentales no tienen que ver absolutamente nada con
influencia demoníaca, por esta razón hay que mirar otros síntomas que son
comunes en las personas influenciadas o poseídas por el demonio.
Muchas posesiones demoníacas suceden en personas inocentes que son
víctimas de la maldad de otras personas, inclusive familiares. En otros casos
de influencia y posesión demoníaca, la víctima ha contribuido a su estado por
causa de su desobediencia a las leyes de Dios y a su curiosidad en lo oculto.
Posesión. Es común en casos de
aquellos que están poseídos el tener ciertos signos supernaturales tales como
el producir una voz grotesca de tono bajo imposible de ser imitada por seres
humanos, suelen mostrar fortaleza superior a cualquier ser humano, conocen los
pecados de las personas presentes si no han sido confesados, conocen el futuro,
leen la mente y muestran mucho orgullo al hablar, pueden hablar cualquier
idioma con total facilidad.
Los poseídos por el demonio, se llenan de odio y blasfemia por todas las
cosas santas, emiten sonidos furiosos, se mueven y actúan con conducta muy
extraña, tienden a herir su cuerpo o a mutilarse, entran en periodos de trance,
vomitan y hacen funciones biológicas como si fuesen animales, se vuelven una
amenaza para los familiares y aquellos alrededor, pues pierden su contacto con
la sociedad. En otras palabras reciben el nombre de locos y generalmente la
gran mayoría terminan en un sanatorio mental donde son dopados de por vida sin
ninguna ayuda espiritual.
Tanto la influencia demoníaca, como la posesión por malos espíritus
pueden suceder por varias causas.
Maldiciones de los padres muchas veces desde el vientre de la madre.
Casos de incesto o de abuso sexual en la niñez.
Víctimas de hechizos, brujerías, odios, mal ojo, vudú, etc.
Participación en cultos de satanismo, brujería, espiritismo, magia, yoga, guija, clarividencia, adivinaciones, supersticiones, amuletos, encantaciones, cristales, nueva era, literaturas, cines y exhibiciones impuras, violentas o satánicas, etc.
Influencia
demoníaca. Es un
estado mas leve de posesión demoníaca. Aquel que sufre la influencia del
demonio, resulta haciendo cosas malignas sin explicación, puede resultar
blasfemando de Dios sin saber por que lo hace, puede escuchar voces que le
llevan a hacer cosas indeseables, puede obsesionarse con el suicidio y terminar
matándose o matando a otra u otras personas.
Estas personas se pueden especializar en cometer cualquiera de los
pecados capitales que son: orgullo, avaricia, envidia, ira, lujuria,
glotonería, y pereza. Esto lo hacen influenciados por el malvado, como un
escape a su frustración, y por la pérdida del temor de Dios. En otras palabras
todavía pueden darse cuenta por su conducta de que algo está mal y que pueden
hacer algo al respecto. En algunos casos pierden el coraje al tratar de obtener
liberación porque sienten que el enemigo los maltrata y no los deja en paz.
Algunos van a la confesión, pero aún no llevan el arrepentimiento suficiente
para poder orar por ellos mismos y ser liberados. Otros son personas del mundo
que no conocen a Dios.
La influencia demoníaca puede empezar por interés en lo oculto, consultas
de horóscopo, leída de las manos, predicciones del futuro, tabla de guija,
brujería, hechizos, mal de ojo, maldiciones de otras personas, odios,
espiritismo, magia, yoga, péndulo, comunicación con espíritus a través de
medios, clarividentes, cartas, adivinaciones, supersticiones, amuletos,
encantaciones, cristales, nueva era, literaturas, cines y exhibiciones impuras,
violentas o satánicas, etc.
Liberación de influencia o posesión.
El poseído pierde finalmente control de sus facultades mentales en
cuanto a llegar a una espiritualidad que le permita orar por sí mismo, pues el
demonio ha recibido dominio de esta persona totalmente. Tan solo la oración
profunda de liberación hecha por otras personas creyentes o un exorcismo
oficial de la Iglesia le puede liberar.
Aquel que está siendo influenciado por el demonio todavía tiene
oportunidad de orar por si mismo o de pedirle a otros que oren por él, primero
que todo tiene que arrepentirse de su pecado, ir a la confesión con un corazón
contrito y rogar la misericordia divina a través de la Preciosa Sangre de
Cristo y del Poder del Santo Nombre de Jesús que ha garantizado liberación en
su nombre.
Mucha preparación, oración y lucha se requiere para superar al demonio, pero no es imposible, bendito sea el Señor que nos ha dado los medios para librarnos de la maldad del enemigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario