lunes, 26 de septiembre de 2016

INFLUENCIA Y POSESIÓN DEMONÍACA


Según la información del Nuevo Testamento, el demonio tomaba posesión de una víctima y en algunos casos causaba locura, ceguera o mudez. No quiere decir que todos los locos, ciegos o mudos estaban poseídos por el demonio, sino que en algunos casos el demonio causaba estas enfermedades.

Muchas enfermedades mentales no tienen que ver absolutamente nada con influencia demoníaca, por esta razón hay que mirar otros síntomas que son comunes en las personas influenciadas o poseídas por el demonio.

Muchas posesiones demoníacas suceden en personas inocentes que son víctimas de la maldad de otras personas, inclusive familiares. En otros casos de influencia y posesión demoníaca, la víctima ha contribuido a su estado por causa de su desobediencia a las leyes de Dios y a su curiosidad en lo oculto.

Posesión. Es común en casos de aquellos que están poseídos el tener ciertos signos supernaturales tales como el producir una voz grotesca de tono bajo imposible de ser imitada por seres humanos, suelen mostrar fortaleza superior a cualquier ser humano, conocen los pecados de las personas presentes si no han sido confesados, conocen el futuro, leen la mente y muestran mucho orgullo al hablar, pueden hablar cualquier idioma con total facilidad.

Los poseídos por el demonio, se llenan de odio y blasfemia por todas las cosas santas, emiten sonidos furiosos, se mueven y actúan con conducta muy extraña, tienden a herir su cuerpo o a mutilarse, entran en periodos de trance, vomitan y hacen funciones biológicas como si fuesen animales, se vuelven una amenaza para los familiares y aquellos alrededor, pues pierden su contacto con la sociedad. En otras palabras reciben el nombre de locos y generalmente la gran mayoría terminan en un sanatorio mental donde son dopados de por vida sin ninguna ayuda espiritual.

Tanto la influencia demoníaca, como la posesión por malos espíritus pueden suceder por varias causas.

Maldiciones de los padres muchas veces desde el vientre de la madre.

Casos de incesto o de abuso sexual en la niñez.

Víctimas de hechizos, brujerías, odios, mal ojo, vudú, etc.

Participación en cultos de satanismo, brujería, espiritismo, magia, yoga, guija, clarividencia, adivinaciones, supersticiones, amuletos, encantaciones, cristales, nueva era, literaturas, cines y exhibiciones impuras, violentas o satánicas, etc.

Influencia demoníaca. Es un estado mas leve de posesión demoníaca. Aquel que sufre la influencia del demonio, resulta haciendo cosas malignas sin explicación, puede resultar blasfemando de Dios sin saber por que lo hace, puede escuchar voces que le llevan a hacer cosas indeseables, puede obsesionarse con el suicidio y terminar matándose o matando a otra u otras personas.

Estas personas se pueden especializar en cometer cualquiera de los pecados capitales que son: orgullo, avaricia, envidia, ira, lujuria, glotonería, y pereza. Esto lo hacen influenciados por el malvado, como un escape a su frustración, y por la pérdida del temor de Dios. En otras palabras todavía pueden darse cuenta por su conducta de que algo está mal y que pueden hacer algo al respecto. En algunos casos pierden el coraje al tratar de obtener liberación porque sienten que el enemigo los maltrata y no los deja en paz. Algunos van a la confesión, pero aún no llevan el arrepentimiento suficiente para poder orar por ellos mismos y ser liberados. Otros son personas del mundo que no conocen a Dios.

La influencia demoníaca puede empezar por interés en lo oculto, consultas de horóscopo, leída de las manos, predicciones del futuro, tabla de guija, brujería, hechizos, mal de ojo, maldiciones de otras personas, odios, espiritismo, magia, yoga, péndulo, comunicación con espíritus a través de medios, clarividentes, cartas, adivinaciones, supersticiones, amuletos, encantaciones, cristales, nueva era, literaturas, cines y exhibiciones impuras, violentas o satánicas, etc.

Liberación de influencia o posesión.

El poseído pierde finalmente control de sus facultades mentales en cuanto a llegar a una espiritualidad que le permita orar por sí mismo, pues el demonio ha recibido dominio de esta persona totalmente. Tan solo la oración profunda de liberación hecha por otras personas creyentes o un exorcismo oficial de la Iglesia le puede liberar.


Aquel que está siendo influenciado por el demonio todavía tiene oportunidad de orar por si mismo o de pedirle a otros que oren por él, primero que todo tiene que arrepentirse de su pecado, ir a la confesión con un corazón contrito y rogar la misericordia divina a través de la Preciosa Sangre de Cristo y del Poder del Santo Nombre de Jesús que ha garantizado liberación en su nombre.

Mucha preparación, oración y lucha se requiere para superar al demonio, pero no es imposible, bendito sea el Señor que nos ha dado los medios para librarnos de la maldad del enemigo.

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