¿Cuál es el medio más eficaz
de rezar a por ser querido que ha fallecido?
¿Y por una persona que aún
vive?
¿Y por una persona que no es
católica y ni siquiera tiene fe?
La base de todo esto es tener
claro que las oraciones siempre son eficaces, en cualquier circunstancia.
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En todo momento, para cualquiera, e incluso para nadie en particular sino para el que Dios juzgue necesario.
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En todo momento, para cualquiera, e incluso para nadie en particular sino para el que Dios juzgue necesario.
También
hay que destacar los cementerios como lugares de oración.
Más
allá de su papel tradicional como lugares tranquilos y a menudo hermosos, los
cementerios tienen una gran oportunidad para evangelizar.
Y además
canalizar las oraciones para liberar a las almas del purgatorio.
DE DONDE VIENE LA PRÁCTICA DE
ORAR POR LOS MUERTOS
La referencia bíblica más
antigua de oraciones por los muertos viene en el segundo libro de los Macabeos.
Los
libros de los Macabeos fueron de los últimos libros escritos del Antiguo
Testamento.
Hacen un recuento de la lucha del pueblo judío por la libertad contra el Imperio
seléucida, alrededor de 100-200 años antes del nacimiento de Cristo.
El segundo libro de los Macabeos dice cómo Judas Macabeo, el líder judío, condujo
a sus tropas a la batalla en 163 aC.
Cuando la batalla terminó ordenó que los cuerpos de aquellos judíos que habían muerto fueran
enterrados.
Cuando los soldados prepararon a sus compañeros
para el entierro, descubrieron que cada
uno llevaba un amuleto tomado como botín de un templo pagano.
Esto violaba la ley de Deuteronomio y así Judas y
sus soldados oraron para que Dios
perdonara el pecado que estos hombres habían cometido (2 Macabeos 12:
39-45).
Esta es la primera indicación en la Biblia de la
creencia que las oraciones ofrecidas
por los vivos pueden ayudar a liberar a los muertos de cualquier pecado
que los separe de Dios en la vida futura.
Se hizo eco en el Nuevo
Testamento cuando Pablo ofrece una oración por un hombre llamado Onesíforo que
había muerto:
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“Que el Señor le conceda que halle misericordia cerca del Señor en aquel día” (2 Timoteo 1:18).
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“Que el Señor le conceda que halle misericordia cerca del Señor en aquel día” (2 Timoteo 1:18).
Las tumbas excavadas debajo de la ciudad de Roma,
que llamamos catacumbas, dan evidencia que los miembros de la comunidad cristiana romana se reunían allí
para orar por sus compañeros seguidores de Cristo que estaban enterrados allí.
Por el siglo
cuarto se mencionan oraciones por los muertos en la literatura cristiana
como si ya fueran una costumbre de larga data.
La práctica de orar por los
muertos está arraigada en la creencia cristiana en la vida eterna prometida en
las enseñanzas de Jesús y prefigurada en su resucitación de entre los muertos.
Después de la muerte, aunque separados de nuestro cuerpo terrenal, todavía
seguimos con una existencia personal.
Es como personas que Dios nos invita a entrar en una relación cuya existencia trasciende la
muerte.
Orar por los muertos tiene
también orígenes en nuestra creencia en la comunión de los santos.
Los miembros de esta comunidad que viven se ayudan a menudo mutuamente por medio de
oraciones y otras formas de apoyo espiritual.
Los
cristianos que han muerto siguen siendo miembros de la comunión de los santos.
Y creemos que podemos ayudarlos con nuestras oraciones, y ellos nos pueden
ayudar.
Las oraciones expresan la esperanza de que Dios va a liberar a la persona que ha muerto de
cualquier carga de pecado y preparar un lugar para ella en el cielo.
La esperanza está garantizada en nuestro amor mutuo
con Cristo, quien puede ayudarnos a
salvar las barreras para disfrutar plenamente de la presencia de Dios por la
eternidad.
TRES PUNTOS CENTRALES SOBRE LA
ORACIÓN POR LOS MUERTOS
En primer lugar, la oración
por los muertos es eficaz.
Dios
escucha nuestras oraciones y nuestras oraciones no son en vano.
No sabemos a ciencia cierta el destino eterno de muchos de los que mueren.
Sin embargo, si nuestras oraciones y buenas obras
para nuestro ser querido fallecido – y enemigos – no son directamente útiles
para él, son de alguna manera útiles
para alguien.
Tal
vez no para ellos, pero ya “el cielo” se encargará para re direccionarlas.
En segundo lugar, pero ¿por
qué esperar para orar por las personas hasta después de su muerte?
En tercer lugar es útil para
nosotros directamente.
Tenemos que hacer una distinción y también “rezar
al cielo” por los que han muerto, pero teniendo en cuenta que nosotros tal vez estaremos en el estado
de purificación del purgatorio y nos beneficiaremos de las oraciones.
¿El MEJOR MEDIO?
Hacer misas. Las misas se
pueden ofrecer tanto a los vivos como a los muertos.
Un
sacerdote cuenta que un amigo suyo, hace algunos años sufragó
bastante dinero para misas por su madre que, aunque mayor, todavía estaba en
bastante buen estado de salud.
Dijo
muchas misas por ella cuando aún vivía. Felizmente, ella hizo una buena muerte. Después de
muerta, él ha seguido sufragando misas también por ella.
PARA VIVOS, MUERTOS, CATÓLICOS
Y NO CATÓLICOS
Las
misas se puede decir por la intención de los vivos y los muertos, incluso por
los no católicos.
A algunas personas no les gusta la idea de hacer
misas para los no católicos. Pero eso sólo nos hace pequeños y mezquinos. Cuando la Iglesia dice que hay que orar por
los muertos, no añade “sólo si son como nosotros”.
No
todo el mundo puede encontrar un sacerdote que esté dispuesto a decir misas con
esas intenciones, depende del país, de la zona.
Ese
es un problema real en la actualidad. Oremos por las vocaciones. Cuanto más
sacerdotes, más misas al día, más intenciones, más almas para ganar.
Además, la Santa Iglesia tiene
la autoridad de otorgar el gran tesoro espiritual de los méritos del sacrificio
de Nuestro Señor y de las vidas (y muertes) de los santos, en indulgencias para
la remisión de la pena temporal por los pecados.
Los
que mueren en amistad con Dios, pero que no han hecho suficiente penitencia por
los pecados cometidos, y que han sido perdonados antes de la muerte,
tienen un período de purificación de los últimos vestigios de apego al pecado y
compensar de manera penitencial las injusticias perpetradas a Dios y al
prójimo.
Sólo
los puros entran en la presencia de Dios en el cielo, por lo que,
por su amor, no tienen ese estado intermedio.
INDULGENCIAS
Mediante las indulgencias,
podemos ayudar a las almas del purgatorio, tomando algo de su penitencia en
nosotros a través de algunas oraciones y obras, y la disposición adecuada del
alma.
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Por lo tanto, no pierdas de vista cuando la Iglesias concede indulgencias. Por lo general hay oportunidades especiales y ciertos lugares también.
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Por lo tanto, no pierdas de vista cuando la Iglesias concede indulgencias. Por lo general hay oportunidades especiales y ciertos lugares también.
También ten en cuenta que, según la mente de la
Iglesia ahora, ganamos indulgencias
para los muertos y para nosotros mismos (en forma total o parcial).
Sin embargo, las indulgencias sólo pueden aplicarse a sí mismo o a un alma en el
purgatorio, no a otra persona viva. Así que ruega por ti mismo al cielo
y por las pobres almas del cielo.
LA RUTINA DE LA INTERCESIÓN
DIARIA
En
Tus propias devociones ora por la gente.
Puedes
ofrecer cualquier cantidad de pequeñas penitencias / mortificaciones y
oraciones,
pidiendo a los santos para que intercedan por cualquiera.
Dios sabe los que necesitan gracias. Pide a los santos y los ángeles para que te ayuden.
Tu puedes añadir sus oraciones
a lo que el sacerdote vierte en el cáliz para ser transformado en la consagración.
Tú puedes agregar tus peticiones durante las oraciones de acción de gracias después de una
buena comunión.
Di
el Santísimo Rosario, que pone en fuga a los demonios aterrorizándolos
y que da consuelo a las pobres almas y consigue ayudar a los vivos.
Cualquiera de estos tipos de
cosas puedes hacerlas por tí mismo, por otras personas vivientes y por las
pobres almas.
Y mantener tu vida limpia. Tu buen ejemplo en palabras y acciones
podría ser otra manera de ayudar a los cielos.
E ir a la confesión.
EL PORQUÉ DE LA CONVENIENCIA
DE IR A ORAR POR LOS DIFUNTOS AL CEMENTERIO
Hay un ministerio llamado
‘Cementerians’, cuyo propósito es animar a la gente a ir a la tumba de sus
seres queridos fallecidos y orar por su liberación del purgatorio.
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Ellos saben cuándo vamos a su tumba.
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Ellos saben cuándo vamos a su tumba.
Si
tu ser querido ya ha sido purificado y se ha ido al cielo, nuestro Padre
Celestial da nuestras oraciones a otra alma que languidece.
LA BASE DEL MINISTERIO DE
‘CEMENTERIANS’ EN CONSEGUIR INDULGENCIAS
El ministerio de Cemeterians es tan antiguo como la misma creación.
Desde
el principio de los tiempos, la gente ha orado por sus seres queridos
fallecidos a su propia manera.
El ministerio de Cemeterian
insta a los vivos a ir realmente a la tumba y rezar por sus seres queridos
fallecidos.
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Para que las almas sufrientes puedan recibir gracias e indulgencias especiales.
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Para que las almas sufrientes puedan recibir gracias e indulgencias especiales.
“Una
indulgencia, aplicable sólo a las almas del Purgatorio, se concede a los
fieles que devotamente visitan un cementerio y rezan, aunque sólo sea
mentalmente por los difuntos.
La
indulgencia plenaria es cada día a partir del 1 al 8 de
noviembre; en otros días del año, es parcial“. (Enchiridion
de Indulgencias)
“Esta enseñanza se apoya también en la práctica de
la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: “Por eso
mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio
expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del
pecado” (2 M 12, 46).
“Llevémosles
socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados
por el sacrificio de su padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de
dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo?
[…]
No
dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras
plegarias por ellos”. Catecismo de la Iglesia Católica # 1032.
“Puesto que los
fieles difuntos, están siendo purificados, también son miembros de la misma
comunión de los santos, una forma en que podemos ayudarles es obtener
indulgencias para ellos, por lo que las penas temporales debidas por sus
pecados, pueden ser remitidas”. Catecismo de la Iglesia Católica # 1479.
“Un día,
absorta en éxtasis, la Beata María de Quito, vio en medio de un gran espacio,
una inmensa mesa cubierta con un montón de plata, oro, rubíes, perlas y
diamantes y, al mismo tiempo, oyó una voz que decía:
‘Estas
riquezas son de propiedad pública; cada uno puede acercarse y tomar tanto
como le plazca’. Dios dio a conocer a ella que esto era un símbolo de las
indulgencias”.
LA CONCURRENCIA A LOS
CEMENTERIOS HA DISMINUIDO
Es
bueno alentar la práctica de concurrir a los cementerios.
Las personas que acuden a un servicio de
enterramiento en un cementerio pueden encontrar
la tradición funeraria católica, por primera vez, o por primera vez en
muchos años, y una experiencia positiva podría animarles a volver a orar por
sus muertos.
Pero la concurrencia a los cementerios
es una práctica que ha disminuido.
Las instrucciones del Vaticano, “Piam et
Constantem,” de 1963 y las aclaraciones posteriores, permitieron a los católicos ser enterrados en
cementerios no católicos y ser cremados.
La iglesia conserva una
preferencia por el entierro más que la cremación y direcciona los restos
cremados para ser enterrado o en urnas en un cementerio.
Los
ritos funerarios se prescriben en la Orden de los Funerales Cristianos, que
incluye un servicio de vigilia o velorio, la liturgia del funeral y oraciones
para decir en el cementerio, pero que varía por país. Ver aquí sobre
el Nuevo rito de exequias católicas.
SIETE COSAS QUE DEBES RECORDAR
HACER POR LOS MUERTOS
Con
el fin de acudir en ayuda de las almas en el purgatorio hay algunas
cosas simples que podemos hacer en este momento:
1 – Reza todos los días por
nuestros seres queridos y por todas las almas del purgatorio.
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Acuérdate de ellos, mientras rezas el rosario y el rosario misericordia divina.
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Acuérdate de ellos, mientras rezas el rosario y el rosario misericordia divina.
2 – También puedes recordar a
los muertos con la oración por el eterno descanso de las almas.
Aquí está la tradicional oración después de las comidas:
“Te
damos gracias por todos tus beneficios, oh Dios Todopoderoso, que vives y
reinas para siempre. Y que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia
de Dios, descansen en paz. Amén”.
3 – El momento más importante
para recordar a aquellos en el purgatorio es durante la oración Eucarística en
la Misa.
4 – Ofrece misas por los
muertos en el aniversario de la muerte y en otros momentos es un medio crucial
para ayudar a las almas santas.
5 – Ofrece 30 misas
consecutivas para el alma del difunto. Esto se conoce como misas gregorianas.
Debido al compromiso sostenido necesario, por lo general es más común encontrar la
práctica en las órdenes religiosas y monasterios.
6 – Busca Indulgencias. La
Iglesia ha ofrecido generosamente muchas indulgencias en las últimas décadas.
La más reciente es ofrecida por Francisco para el
Año Jubilar de la Misericordia.
7 – Visita los cementerios
para preservar la memoria de los muertos, y también como una oportunidad para
la oración por ellos.
Los
padres deben enseñar a sus hijos a entender nuestra comunidad permanente y aprender
a ayudar a las almas santas.
Una indulgencia especial al respecto se concede dentro de la primera semana de
noviembre.
Fuentes:
- http://www.gotquestions.org/Espanol/orar-por-los-muertos.html
- https://www.ewtn.com/spanish/saints/los_fieles_difuntos.htm
- http://www.primeroscristianos.com/index.php/temas/item/1429-sirve-de-algo-rezar-por-los-difuntos/1429-sirve-de-algo-rezar-por-los-difuntos
- https://en.wikipedia.org/wiki/Prayer_for_the_dead
- http://stjcem.org/WhyWePrayForTheDead.htm
- http://www.acc-seattle.com/resources/visits.htm
- http://bustedhalo.com/ministry-resources/why-do-catholics-pray-for-the-dead
Foros de la
Virgen María
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