ROMA, 29 Ago. 16 / 07:12 pm (ACI).- La Madre Teresa
dialogó y tuvo visiones de Jesús antes de fundar a las Misioneras de la
Caridad, algo que no se supo sino hasta su muerte, un hecho que también era
ignorado por uno de sus amigos durante 30 años, el P. Sebastian Vazhakala.
En diálogo con ACI Prensa, el sacerdote misionero de la caridad explicó
que este dato “fue un gran descubrimiento”.
Cuando en 1997, solo dos años después de su muerte, se abrió la causa de
canonización de la religiosa se encontraron diversos documentos en los que se
relataba estas locuciones y visiones que la Madre Teresa tuvo muchos años
atrás.
El período de esta profunda experiencia transcurrió entre el 10 de
septiembre de 1946 y el 3 de diciembre de 1947, cuando la Beata aún permanecía
a las hermanas de Loreto.
La Madre Teresa escribió un día que durante la Comunión le escuchó decir
a Jesús: “Quiero religiosas indias, víctimas de mi amor, que sean como Martha y
María, que estén tan unidas a mí como para irradiar mi amor a las almas”.
En estas locuciones el Señor instruyó a la Madre Teresa para que fundara
las Misioneras de la Caridad. Otra de las cosas que le dijo Jesús a la
religiosa fue “Ven sé mi luz”,
que es además el título del libro que el postulador de la causa de
canonización, P. Brian Kolodiejchuk, publicó con las cartas privadas de la
Beata.
En otra de las visiones, Jesucristo le dijo a la Madre Teresa que en la
nueva congregación debía haber “religiosas libres
cubiertas con la pobreza de la cruz. Quiero hermanas
obedientes cubiertas con la obediencia de la cruz. Quiero religiosas llenas de
amor cubiertas con la caridad de la Cruz”, explica el P. Vazhakala.
Luego de esta muy intense época de visiones y locuciones del Señor, en
1949 la Madre Teresa comenzó a experimentar una “terrible
oscuridad y sequedad” en su vida
espiritual, una etapa que duraría 50 años, casi hasta el final de sus días, un
tiempo que en la vida de fe puede llamarse la “noche
oscura”.
Hace unos años, en una entrevista
concedida a un medio español, el P. Brian Kolodiejchuk explicó que
la llamada “noche oscura” es un momento “de la vida espiritual en el que la persona es purificada
antes de la unión íntima y transformante con Cristo”.
“Lo que entendemos por noche oscura fue vivido por
la beata cuando todavía estaba en Loreto, la congregación religiosa donde
empezó su entrega a Dios. Los años 1946-1947 fueron de íntima unión gozosa y
dulce con Jesús. ‘Jesús se me dio’, dice la Madre en una de sus cartas. La
unión de la Madre con Jesús fue como ‘violenta’, hondamente sentida y vivida.
Luego, al empezar la obra con los pobres y la fundación de la congregación,
vino esa nueva y prolongada oscuridad que ya no era preparatoria de otra etapa
espiritual. De esta oscuridad habla ella en cartas a sus confesores y
directores espirituales”.
“En 1942 la Madre hizo un voto de no negar nunca
nada a Jesús. Poco después fue cuando oyó que Jesús le decía: ‘Ven, sé mi luz’.
Al principio la Madre llevaba la ‘luz’ a lugares incluso de absoluta oscuridad
física: muchos pobres no tenían ni ventanas. Aceptó su oscuridad interior para
llevar a la luz a otros. El jesuita Neuner (uno de sus confesores) en 1962 le
explicó que esa oscura noche era el ‘lado espiritual de su trabajo apostólico’”, explicó el P Kolodiejchuk.
En el reciente diálogo del P. Vazhakala con ACI Prensa, el sacerdote
recuerda que la Madre Teresa decía que “si mi
oscuridad y sequedad puede ser una luz para algunas almas, déjenme ser la
primera en hacer eso. Si mi vida, mi sufrimiento, va a ayudar a salvar a las
almas, entonces prefiero sufrir y morir desde la creación del mundo hasta el
fin de los tiempos”.
El sacerdote recuerda que la religiosa también decía que “cuando muera y vaya a casa con Dios, podré llevar más
almas a Él”.
“No voy a dormir en el cielo, voy a trabajar más
duro de otra forma”, afirmaba.
Mary Shovlain contribuyó con este
artículo
Traducido y adaptado por Walter
Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
Por Hannah
Brockhaus
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