El ayuno es una práctica
importante para el equilibrio hormonal, para despegarse de los apegos y lograr
paz, pero requiere estar convencido de sus frutos y un método para cumplirlo.
El ayuno es una práctica
penitencial, para ayudar en situaciones difíciles, que la mayoría de los
cristianos reservan para la Cuaresma, y una vez llegada la Pascua la empaquetan
y hasta la próxima Cuaresma.
Sin embargo, esto no debería
ser así, porque además de ser una excelente práctica penitencial, que ayuda a
negarse a sí mismo, es un método eficiente para nuestro crecimiento espiritual.
También
el ayuno puede realmente ayudar al cuerpo a encontrar un adecuado equilibrio
bioquímico del cuerpo y aunque muchos podrían tomar el ayuno como un modo
anticuado de vida, lo que la Iglesia ofrece es de hoja perenne.
Cuando éste se combina con los hábitos
nutricionales adecuados y el ejercicio, un ayuno regular puede ayudar tanto al cuerpo como al alma.
Hoy
en día, la dieta promedio se compone de comida rápida y aperitivos
envasados, que llevan muy poco o ningún valor nutricional.
Una rutina regular de ayuno puede ayudarnos a
entender lo que la comida es realmente,
un combustible.
Ahora tú puedes estar pensando… El ayuno suena
bastante bien, pero ¿por dónde
empiezo?…
Vamos a empezar por el principio.
Leer
también:
- Razones
Espirituales y Médicas por las que es Bueno el Ayuno como Pide la Virgen
en Medjugorje
- Cómo
utilizar el Ayuno como Arma en la Guerra Espiritual
- El ayuno es
bueno para purgar el sistema inmunológico
- El Ayuno en
la Iglesia
- El Ayuno es
necesario según María
- Como
manejarse con el Ayuno y la Abstinencia en Cuaresma
- Oraciones
para el ayuno
- Oración,
Ayuno y Misericordia son Inseparables
HAY QUE ESTAR CONVENCIDO DE
ESTAS VENTAJAS DEL AYUNO
El ayuno permite llevar una
vida interior unida a Dios y al mundo celestial con más fruto porque libera de
la tiranía de la materia.
Por eso los
santos recomiendan el ayuno a todo aquel que quiere llegar a una mayor
interioridad.
El Ayuno no
es un fin en sí mismo sino medio para:
-fortalecer, estabilizar y
desarrollar el auto control.
.
-reconocer debilidad y dependencia en Dios.
.
-conducirnos a libertad de corazón y mente, para liberarnos de los apegos terrenales
.
-liberarnos de las cosas que nos atan: caprichos, gustos, excesivo auto cuidado, encaminarnos hacia la Paz.
.
-practicar la pobreza de espíritu.
.
-edificar la vida interior.
.
-eliminar los excesos de nuestra vida para encontrar más espacio para Dios.
.
-dar tranquilidad de espíritu para poder discernir mejor.
.
-reconocer debilidad y dependencia en Dios.
.
-conducirnos a libertad de corazón y mente, para liberarnos de los apegos terrenales
.
-liberarnos de las cosas que nos atan: caprichos, gustos, excesivo auto cuidado, encaminarnos hacia la Paz.
.
-practicar la pobreza de espíritu.
.
-edificar la vida interior.
.
-eliminar los excesos de nuestra vida para encontrar más espacio para Dios.
.
-dar tranquilidad de espíritu para poder discernir mejor.
LA PREPARACIÓN
Es importante desarrollar una
estrategia antes de comenzar a ayunar. Esto comienza con el establecimiento de
una meta realista.
Por ejemplo, debes comenzar de una manera simple, comer pan y agua es una de las comidas en un
día de la semana.
También debe seleccionar el día de su ayuno.
Recomiendo los días miércoles o viernes
por ser estos los dos días católicos que tradicionalmente se ayuna para
conmemorar la traición y crucifixión de
Jesús. Y son los que pide la
reina de la Paz de Medjugorje.
A medida que se crece en la disciplina del ayuno,
se puede aumentar el ayuno en varias
comidas al día o incluso en varios ayunos a la semana.
EL AGUA
El agua ayuda a purificar
nuestro cuerpo de toxinas, mientras que proporciona la hidratación básica que
necesitamos para sobrevivir.
Cuando
ayunes,
asegúrate de llevarte una botella de agua durante todo el día y beber con
frecuencia para mantenerte hidratado.
Una
tentación común
puede ser deslizarse en una taza de café o de refresco durante el día. Sin
embargo, debes mantenerse fuerte ante esa tentación.
El pan y el agua van a satisfacer tus necesidades
básicas.
EL PAN
Seleccionar
un pan adecuado
para ayunar es crucial para un éxito de ayuno.
Puedes
tener desde el típico pan que comemos procesado carente de valor nutricional, al preparado
especialmente.
El pan debe ser abundante,
pero austero; para que el ayuno pueda brindarte la nutrición necesaria para
completar las tareas del día y nada más.
Lo
ideal, si puedes, es hornear tu propio pan.
LA ORACIÓN
Por
ejemplo mientras estás calentando el pan que has horneado, toma un cuaderno y escribe tus
intenciones de oración para ese día.
Tal vez un amigo tuyo ha perdido un trabajo, un
familiar está enfermo, o alguien te ha pedido sus oraciones. Mantén la lista contigo y ofrece tus
oraciones para estas personas durante todo el día.
A medida que avanza el día,
busca oportunidades adicionales para orar, especialmente durante las comidas.
Tal vez puedas asistir a misa todos los días, o hacer una parada para visitar el Santísimo Sacramento
durante un tiempo.
La oración intencional durante el ayuno nos ayuda a recordar que el ayuno no es
puramente una práctica ascética.
El
privarnos de alimentos es para crecer en nuestro acercamiento con Dios y no para
demostrar las pruebas a las que somos capaces de someter nuestros cuerpos.
El hambre que experimentamos mientras ayunamos
infunde en nosotros la verdad de que nada
en este mundo nos puede satisfacernos excepto Dios.
LAS TENTACIONES
Mientras una persona se acerca más a Dios en
oración es sometida a muchas más
tentaciones.
Hay
quienes presumen ante sus amigos sobre lo bueno que son para el
ayuno.
Jesús nos advirtió en el
Evangelio que ese tipo de personas son hipócritas porque el propósito del ayuno
es acercarnos a Cristo y no atraer hacia nosotros la atención de otros y
demostrar nuestra propia grandeza.
Otra tentación puede ser la
comida gratis. Al igual que la carne se vuelve más disponible y atractiva
durante la Cuaresma en los días viernes, de la misma forma te esperarán más
tentaciones para comer durante el ayuno.
Un compañero de trabajo te puede ofrecer un snack o
informarle sobre lo que quedo de la comida en la sala de descanso.
Así que mantente
alerta contra estas tentaciones y enfoca tu mente en otras cosas. Cuanto
menos se piense en la comida durante el día, más fácil será ayunar.
CÓMO ROMPER EL AYUNO
Termina tu día de ayuno con
una oración. Dale gracias a Dios por el día y luego prepara una comida de
tamaño normal.
Otra tentación puede ser el
hecho de atiborrarse de comida después de comer menos durante el día, pero esto
no es beneficioso.
Come
tu comida lentamente y con plena atención. Dale
gracias a Dios por el don de la comida y por la gracia que nos dio del
ayuno.
Al igual que cualquier otro hábito, el ayuno puede ser difícil de empezar y es
posible que desees dejar de hacerlo.
Cuando ayunes tendrás días buenos y otros en los que te dará hambre fácilmente.
¡No te desanimes, pero persevera!
Dios
tiene grandes gracias para los que ayunan y nos ayudará a acercarnos a él si es que lo
buscamos a través de la disciplina del ayuno.
LO QUE LOS PADRES DE LA
IGLESIA DIJERON ACERCA DEL AYUNO
Para afianzar la posibilidad de comenzar con el ayuno y perseverar,
tal vez vengan bien algunas frases de padres de la Iglesia.
EL PAPA CLEMENTE I (MUERTO A LOS 99 O 101)
Por lo tanto “dejemos que ellos con el ayuno y
la oración hagan sus acciones, y no sólo con palabras elegantes, bien
organizadas y coordinadas de un ordenado aprendizaje, sino como hombres que han
recibido el don de la curación de Dios con confianza y para la gloria de Dios.
Porque sus ayunos y oraciones y la observancia
permanente, juntamente con sus otras buenas obras mortifican las obras de la carne por el poder del Espíritu Santo“– Dos epístolas
de virginidad, 12
DIDAJÉ (LA ENSEÑANZA DE LOS DOCE APÓSTOLES) (70-140
dC)
“Antes del bautismo, por otra parte, el que bautiza y el que es bautizado deben
ayunar, y todos los que puedan también. Se le tiene que decir al que es
bautizado que ayune durante uno o dos días de antelación y sus ayunos no deben
imitar a los de los hipócritas”- Didajé, 7
EL PASTOR DE HERMAS (90-140 dC)
“El ayuno es muy bueno, siempre que se observen
aquí los mandamientos del Señor…
En primer lugar, estar en guardia contra toda mala palabra y todo mal deseo, purificar el corazón de todas las vanidades
de este mundo.
Al protegerse contra todas estas cosas, su ayuno
será perfecto. Y lo hará de la siguiente manera.
Después de haber cumplido con lo que está escrito,
en el día en que usted ayune podrá
comer sólo pan y agua; estime el precio de los platos que se hubiera
comido y ese dinero lo podría entregar
a una viuda o un huérfano o a alguna persona que lo necesite.
Por
lo tanto va a exhibir humildad en su mente, de modo que el que ha recibido el beneficio de
su humildad, pueda llenar su propia alma, y orar por UD. ante el Señor.
Si usted observa el ayuno, como yo os he mandado, su sacrificio será aceptable a Dios, y este
ayuno será anotado; así su servicio es realizado de una forma noble y
sagrada, y aceptable para el Señor”- Pastor de Hermas, libro 3, Similitud 5, Capítulo
3”
TERTULIANO (160 – 220 dC)
“Vamos a
ayunar hermanos y hermanas, no sea que por ventura mañana estemos muertos.
Abiertamente reivindiquemos nuestra disciplina.
Claros estamos que los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Por
supuesto que no quienes están en el fondo con la carne, pero sí quienes están
en el cuidado, en el afecto, en el trabajo, y en la voluntad misma.
No
es que la delgadez no agrade; pues no es por el peso que Dios no nos concede la
carne, lo hace para tener el Espíritu a la medida” – El Ayuno, 17
MACARIO DE EGIPTO (300-391 DC)
“Esta es la
marca del cristianismo: por mucho que un hombre se afane, y por muchas
buenas acciones que éste realice, el
sentir que no ha hecho nada, si al ayunar dice:
‘Esto
no es ayuno’, y al rezar ‘Esto no es oración’ e incluso si es
justo delante de Dios, dice ‘Yo no soy justo; Yo no tomo dolores, sino sólo lo
hago un poco todos los días’”– Abba Macario el Grande, Homilía 26
SAN BASILIO EL GRANDE, (330-379 dC)
“El ayuno
da luz a los profetas y fortalece a los poderosos; el ayuno hace legisladores
sabios.
El
ayuno es una buena garantía para el alma, un compañero firme para el cuerpo, un
arma para el valiente, y un gimnasio para los atletas.
El
ayuno repele tentaciones, unge a la piedad; es el compañero de la vigilancia y
el artífice de la castidad. En la guerra lucha con valentía, en paz enseña
quietud”
– Homilía sobre el ayuno
SAN AGUSTÍN (354-430 dC)
“El ayuno
limpia el alma, levanta la mente, somete la propia carne al espíritu, hace al
corazón contrito y humilde, dispersa las nubes de la concupiscencia, extingue
el fuego de la lujuria, y enciende la luz verdadera de la castidad. Te hace
entrar de nuevo en ti mismo“ – Sermón, sobre la oración y el ayuno, LXXII
Así que la próxima vez que
sientas la necesidad de llenar su estómago con esa pila de galletitas después
de la cena o no perseverar en el ayuno que habías comenzado, piensa en lo que
tus predecesores apostólicos han instado a hacer y cómo esta disciplina del
ayuno podría ayudarte en el la vida espiritual.
Fuentes:
- http://epicpew.com/early-church-fathers-said-fasting/
- http://catholicexchange.com/deny-yourself-a-practical-guide-to-fasting
- https://en.wikipedia.org/wiki/Fasting_and_abstinence_in_the_Roman_Catholic_Church
- http://www.catholicgentleman.net/2014/04/spiritual-weapons-fasting/
Foros de la
Virgen María
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