26 AGOSTO 2016 (Mensaje
Extraordinario)
Queridos hijos, también hoy,
de manera particular, deseo invitarlos a vivir mis mensajes. No hablen de mis
mensajes …
25 AGOSTO 2016
Queridos hijos, hoy quiero
compartir con ustedes la alegría del Cielo. Ustedes, hijitos …
12 AGOSTO 2016
(Mensaje Extraordinario)
Queridos hijos, también hoy
los invito a la perseverancia en la oración. Oren, queridos hijos, en
particular…
2 AGOSTO 2016
Queridos hijos, he venido a
ustedes, en medio de ustedes, para que me den sus preocupaciones…
Mensaje Extraordinario del 26
de agosto 2016, dado a Iván
“También esta noche la Virgen vino alegre y feliz
y, al inicio, nos saludó a todos con su saludo maternal:
‘Alabado
sea Jesús, queridos hijos míos’.
Después extendió sus manos y oró sobre nosotros
aquí presente, y de manera especial oró por los enfermos presentes. La
Virgen dijo:
‘Queridos
hijos, también hoy, de manera particular, deseo invitarlos a vivir mis
mensajes.
No
hablen de mis mensajes, sino vivan mis mensajes.
Sean
ustedes mi signo vivo, signo de mi presencia aquí, e irradien a los demás con
su presencia.
Queridos
hijos, en este tiempo oren más, oren conmigo y por mis intenciones.
¡Síganme,
queridos hijos! ¡Vivan mis mensajes!
No
teman, yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes ante mi Hijo.
Gracias,
queridos hijos, por haber respondido también hoy a mi llamado.’
A continuación, la Virgen nos bendijo a todos con
su bendición maternal, y bendijo todo lo que ustedes han traído para que sea
bendecido.
Después yo los encomendé a todos ustedes, sus
necesidades, sus intenciones, a sus familias y especialmente a los enfermos.
Durante un período de tiempo, la Virgen continuó
orando sobre todos nosotros, y en esta oración se fue en el signo de la luz y
de la Cruz, con el saludo:
‘Vayan
en paz, queridos hijos míos’”
Mensaje del 25 de
agosto 2016
“¡Queridos
hijos! Hoy quiero compartir con ustedes la alegría del Cielo.
Ustedes,
hijitos, abran la puerta del corazón a fin de que en su corazón crezca la
esperanza, la paz y el amor que solo Dios da.
Hijitos,
están demasiado apegados a la Tierra y a las cosas terrenales, por eso Satanás
los agita como el viento lo hace con las olas del mar.
Por
lo tanto, que la cadena de su vida sea la oración con el corazón y la adoración
a mi Hijo Jesús.
Entreguen
a Él su futuro para que en Él sean alegría y ejemplo para los demás con sus
vidas.
Gracias
por haber respondido a mi llamado.”
Mensaje Extraordinario del
12 de agosto 2016, dado a Iván
“También esta noche la Virgen ha venido a
nosotros contenta y feliz, y nos ha saludado a todos con su saludo materno:
“¡Sea
alabado Jesús, queridos hijos!”.
Después extendió sus manos y oró un tiempo
prolongado sobre todos nosotros. En modo particular oró por todos los enfermos
aquí presente. Luego la Virgen dijo:
“Queridos
hijos, también hoy los invito a la perseverancia en la oración.
Oren,
queridos hijos, en particular por la perseverancia en la oración familiar.
Hoy
oro junto a ustedes por la familia. Deseo, queridos hijos, la santidad en la
familia, para que haya más familias santas que oren y vivan las palabras de mi
Hijo y los mensajes que les doy.
¡Gracias,
queridos hijos, por haber respondido también hoy a mi llamada!”
Luego nos bendijo con su bendición materna y
bendijo todos los artículos religiosos que han traído para la bendición.
También hoy los encomendé a todos ustedes, todas sus necesidades, sus
intenciones, sus familias. En modo particular encomendé a todos los enfermos y
sacerdotes aquí presente. Después la Virgen continuó orando un tiempo
sobre todos nosotros y en esta oración se marchó, se marchó en el
signo luminoso de la luz y de la cruz con su saludo:
“Vayan
en paz, queridos hijos míos.””
Mensaje del 2 de
agosto 2016
“Queridos
hijos, he venido a ustedes, en medio de ustedes, para que me den sus
preocupaciones, para que las presente a mi Hijo e interceda ante Él por ustedes
y vuestro bien.
Sé
que cada uno de ustedes tiene sus preocupaciones, sus pruebas; por eso los
invito maternalmente: vengan a la Mesa de mi Hijo.
Él,
por ustedes, parte el pan, se da a ustedes, les da la esperanza. A ustedes les
pide más fe, más esperanza y más vitalidad. Pide vuestra lucha interior contra
el egoísmo, contra el juicio y las debilidades humanas.
Por
eso yo, como Madre, les digo: oren, porque la oración les da la fuerza para la
lucha interior.
Mi
Hijo, de pequeño, me decía a menudo que muchos me habrían amado y llamado
Madre.
Yo,
aquí en medio de ustedes, siento amor y les doy las gracias.
Por
medio de este amor, ruego a mi Hijo para que ninguno de ustedes, hijos míos,
vuelva a casa igual que antes, para que lleven siempre más esperanza,
misericordia y amor; para que sean apóstoles del amor, aquellos que con su vida
testimoniarán que el Padre Celestial es fuente de vida y no de muerte.
Queridos
hijos, nuevamente y maternalmente les pido: oren por los elegidos de mi Hijo,
por sus manos bendecidas, por sus pastores, para que puedan predicar a mi Hijo
siempre con más amor, y así obrar conversiones.
¡Les
doy las gracias!”.
Fuente: Centro María Reina de la Paz
Montevideo-Uruguay
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