ROMA, 31 Ago. 16 / 04:04 pm (ACI).- El brasileño Marcilio Haddad
Andrino, la persona que recibió el milagro que llevará a la canonización de la Madre Teresa
el 4 de septiembre, compartió su increíble historia a la prensa de Italia y
comentó que él y su esposa son solo unos “creyentes
normales que recibieron un extraordinario signo de la Misericordia de Dios”.
Marcilio, que proviene del municipio de Santos en Brasil, fue curado
inexplicablemente en diciembre del 2008 cuando tenía problemas con una
infección bacteriana en el cerebro que le generó ocho abscesos cerebrales
graves y un dolor de cabeza insoportable.
"Desde el principio el diagnóstico no era
bueno y solo parecía empeorar. Pero en el interior de este gran sufrimiento comprendimos
que algo había ocurrido. Estaba seguro de que fue la Madre Teresa quien me
sanó", explicó Marcilio al canal de
televisión italiano Rai1 durante el Encuentro para las Amistades de los
Pueblos, conocido como el Meeting de Rimini, que se llevó a cabo en Italia
entre el 19 y 25 de agosto.
La historia del milagro comenzó cuando un sacerdote amigo, el P. Elmiram
Ferreira, animó al joven recién casado y a su esposa, Fernanda Nascimento
Rocha, a orar pidiendo la intercesión de la Madre Teresa.
Fernanda explicó que Marcilio estuvo enfermo durante dos años y que
acudieron a innumerables médicos pero sin recibir un diagnóstico certero. "Fue una espera llena de angustia y no sabíamos qué
era lo que estaba mal. El primer intento de tratamiento no tuvo éxito. Así que
el médico cambió la terapia, pero Marcilio continuó empeorando".
Tras el fracaso del tratamiento, Andrino se despertó un 9 de diciembre
del 2008 con un dolor de cabeza "insoportable"
que lo dejó incapaz de hablar. Mientras su esposa oraba, fue llevado
para una cirugía como último recurso.
Después de ejecutar una serie de pruebas "el
médico miró el examen, e iluminado por el Espíritu Santo, entendió que mi
esposo tenía ocho abscesos cerebrales”, agregó Fernanda.
Asimismo, la esposa aseguró que ambos siempre habían orado a la Madre
Teresa, y que inclusive, su párroco les obsequió una reliquia de la Beata antes
de su boda.
"Puse la reliquia en la cabeza de Marcilio,
donde tenía los abscesos. Recité la oración de beatificación y también lo que
venía de mi corazón. No fue fácil, pero este período me enriqueció mucho,
enriqueció nuestro amor, nuestra fe... Hoy puedo decir que valió la pena".
Cuando el cirujano entró en la sala de operaciones se encontró con
Marcilio despierto. “Sentí una gran paz dentro de
mí y ya no tenía dolor de cabeza. No entendía lo que me estaba pasando", expresó.
Al ver la mejora, los médicos decidieron trasladarlo a cuidados
intensivos y aplazar la cirugía hasta el día siguiente. Marcilio durmió toda la
noche sin ningún problema, y al día siguiente tras reunirse con su médico, éste
le dijo que volvería a su habitación.
“Vi que los abscesos se redujeron en gran medida,
al igual que la hidrocefalia", dijo
Marcilio refiriéndose al término médico para la acumulación anormal de líquido
en el cráneo.
"Los abscesos se redujeron en un 70% y la
hidrocefalia había desaparecido, ni siquiera las cicatrices de los abscesos
eran visibles. En ese momento descubrí que estaba curado", añadió.
Su esposa Fernanda afirmó que si bien el médico no confirmó que Marcilio
estaba curado, ella “ya lo sabía enérgicamente” porque
“había orado a Dios por medio de la intercesión de
la Madre Teresa", y añadió que cuando fue a la habitación de su
esposo y lo vio sentado y hablando, entendió que “la
Madre Teresa lo había sanado".
"Mi caso fue muy difícil clínicamente. Pero
estoy seguro de que ocurrió un milagro... Yo estaba seguro de que la Madre
Teresa me había sanado”, agregó Marcilio.
Tiempo después la pareja tuvo dos hijos, a pesar de que los médicos les
dieron la mala noticia a Marcilio de que nunca sería capaz de tener hijos
debido a los tratamientos. Aunque estaban devastados, la pareja aceptó,
diciéndose a sí mismos que "si Dios quiere,
vamos a tener hijos".
Seis meses después de su curación, la pareja se trasladó a Río de
Janeiro y Marcilio volvió al trabajo. Fernanda comenzó a experimentar náuseas y
el médico les confirmó que estaba embarazada.
"Mi fe ha crecido mucho, veo la gracia. Yo
estaba enfermo, no podía caminar, siempre tenían que ayudarme. Hoy camino,
tengo una familia
y estoy muy agradecido", cuenta Marcilio.
Ahora, ocho años después del milagro la pareja de esposos siguen
llevando la reliquia de la Madre Teresa a donde quiera que vayan, y oran junto
a sus hijos.
“Cuando veo a mis hijos, veo a la Madre Teresa.
Este milagro hizo a mi familia más fuerte y unida. Ellos saben todo acerca de
mi enfermedad y la curación. Siempre nos acompañan, y cuando vamos con las
hermanas a rezar, entienden todo y rezan con nosotros", explicó Marcilio.
"Dios elige a los que dan a conocer su
Misericordia a todos, como en el caso de la Madre Teresa, que curó a todos sin
distinción. Ella enseña a todos los pueblos a tener compasión del otro".
En septiembre de 2015, la Congregación para las Causas de los Santos
aceptó las conclusiones de la comisión médica y presentó el informe al Papa
Francisco para su aprobación final. El 18 de diciembre, el Santo Padre
reconoció oficialmente el milagro que se necesitaba para que la Madre Teresa
sea canonizada.
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