Uno de los temas que se tocan
poco, o con poca seriedad es el tema del demonio. Por publicamos esta
catequesis sobre lo demoníaco.
La poca seriedad, sobre todo
en la actualidad, ha hecho mucha gente dude incluso de su existencia,
atribuyendo el mal a situaciones puramente psicológicas o de orden natural.
La Sagrada
Escritura es consistente en afirmar
la existencia de este ser espiritual, que busca por todos los medios destruir
al hombre y su felicidad.
LO QUE NOS DICE LA IGLESIA
Recordemos lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “La
Iglesia enseña que Satanás primero fue
un ángel bueno, creado por Dios. El diablo y los otros demonios fueron creados
por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos
malos” CIC 391
Empecemos diciendo que el demonio no es un ser eterno, pensamiento difundido por el
Maniqueísmo, el cual, ve en él el principio del mal, coexistente con Dios,
principio del bien.
El
Demonio es un ser creado por Dios, por lo que en su origen fue bueno.
La
Escritura nos dice que su nombre era Luzbel, es decir “luz bella”.
Diferentes comentaristas de
todos los siglos lo identifican como el ángel más bello, el cual debido a esa
extraordinaria belleza se llenó de soberbia y se reveló contra Dios, siendo así
arrojado de su presencia para siempre.
“La Iglesia enseña que el demonio primero fue un
ángel bueno, creado por Dios. Como dice el Concilio de Letrán ‘El diablo y los otros demonios fueron creados
por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos
malos’” CIC
391
Podemos decir que en la lucha espiritual que se desarrolla desde el
Génesis hasta el Apocalipsis, se encuentra implicado el demonio, como un
auténtico adversario.
Su inteligencia angelical
supera grandemente la nuestra, por lo que su acción es temible y su poder
busca únicamente desorientar, deprimir y finalmente destruir.
Cuando hablamos del demonio nos encontramos ante el
misterio del mal y de la perdición
eterna.
El
Catecismo
nos lo dice enfáticamente: “Satán o el diablo y los otros demonios son
ángeles caídos por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan
asociar al hombre en su rebelión contra Dios” CIC 538
¿UNO O VARIOS?
Otra de las cosas que a veces nos causa confusión es: si el demonio es uno o si son
varios, y esto es debido a que a veces se habla del “diablo”, del “demonio” o
de “satanás”.
Así pues, diremos que el
nombre de “satanás” es usado para indicar al Jefe de todos los demonios,
al cual podríamos identificar con Luzbel.
Prácticamente esto mismo se podría decir en el término “diablo”.
Sin embargo, este término
indica una función de satanás, y en general de todos los demonios, que es la de
dividir (del latín “diavolus”).
Finalmente el término
“demonio” sirve para indicar a todos los ángeles rebeldes.
Este último nombre, en el uso que le da el Nuevo
Testamento, nos revela parte del
misterio de estos seres malignos, ya que en él se muestra el “caos que es el
infierno”.
En el pasaje en el que Jesús se enfrenta al demonio
de Gerasa (Mc 5,10), éste le pregunta: “¿Cómo te llamas?”.
Con lo cual, nos da a entender que habla con uno (en singular).
A esta pregunta el demonio responde: “Me llamo legión pues somos muchos”.
En la respuesta notamos que responde en singular, pero que en realidad se refiere a una multitud.
Así vemos que mientras que en
Dios todo es orden y unidad, en el demonio todo es desorden y desunión; todo en
él es imperfecto e indeterminado.
Es
de esta manera como ejerce su acción destructiva en el hombre y en el Reino, creando
caos, desorientación y toda clase de perturbaciones que buscan únicamente
quitarle la paz y la felicidad al hombre.
SUS TÁCTICAS FAVORITAS
Una de las tácticas favoritas
y que en los últimos tiempos le ha dado muy buen resultado al demonio es el “pasar
desapercibido” o hacerle creer a la gente que no existe.
Y que todo esto es un mito inventado por la Iglesia o en el mejor de los casos, por el
mismo hombre ante el misterio del mal, de la enfermedad, etc.
De ahí que hoy se busque hacer creer a la gente que
dado que el demonio no existe,
tampoco existe la tentación, ni la perturbación y posesión diabólica.
Sin embargo, el testimonio de la Biblia no deja lugar a dudas sobre la acción
del poder del Demonio.
Dado que sería muy extenso el análisis de todos los
textos en los que Jesús combate al demonio y demuestra así su existencia, nos
limitaremos a presentar de ejemplo, el
caso del “epiléptico endemoniado” (Mt 17,14-18, Mc 9,14-29, Lc. 9,33-45).
Esto debido a que este pasaje
ha sido usado frecuentemente para decir que a Jesús en realidad, lo más que se
le puede atribuir, es el haberlo sanado de una enfermedad de tipo psiquiátrica.
El caso del Epiléptico se desarrolla después de que
Jesús ha regresado de la Transfiguración, y se encuentra con que sus discípulos no han podido expulsar a un demonio.
De acuerdo a un especialista, los síntomas presentados por el muchacho
corresponderían a un ataque de epilepsia:
1
el enfermo grita;
2
enseguida el enfermo se tira al suelo y pierde la conciencia;
3
continúa la fase tónica caracterizada por la rigidez;
4
enseguida sigue la fase clónica con movimientos convulsivos, la respiración se
hace difícil y le sale “baba”, se corre en este momento el riesgo de que el
enfermo se muerda la lengua y le rechinan los dientes;
5
finalmente viene la fase de recuperación, la cual siempre es larga y penosa.
Todas estas coincidencias ¿prueban que el evangelio confunde la posesión diabólica con una
enfermedad? ¿Podemos decir que fue una sanidad o un exorcismo lo que
realizó Jesús?
En
este pasaje nos encontramos:
Que si se describen muchos de
los fenómenos que se presentan en una crisis epiléptica, esto es debido a que muchas
traducciones han buscado conducir los síntomas del muchacho hacia esta
enfermedad.
Sin embargo, el texto griego nos ofrece una
interpretación diversa.
Sparassei
no significa que el muchacho fue únicamente precipitado por tierra, sino que
fue “destrozado o lacerado”, de la misma forma que el arado lo hace con la
tierra al hacer el surco (cosa que ocurre con frecuencia en los posesos o
endemoniados).
Por otro lado se presentan algunos
aspectos que no tienen nada que ver con la epilepsia, como es el mutismo del
muchacho, los impulsos suicidas al arrojarse al fuego y al agua; la reacción
del muchacho al encontrarse con Jesús, todas ellas características que están
relacionadas a la posesión diabólica.
Por otro lado, de acuerdo a la experiencia de los
exorcistas, el demonio usa las
debilidades del poseído incluyendo sus enfermedades.
Y vemos que los evangelistas distinguen
perfectamente entre poseído y enfermo, ya que mientras con los primeros se establece un diálogo, con el demonio se dan
reacciones violentas que terminan con una orden de Jesús.
En los enfermos se da una
terapia en las que se imponen las manos, se unge con óleo u otro signo de
curación.
El
demonio obra en este mundo con el poder que la misma Escritura le reconoce,
lo mismo que la experiencia secular de la Iglesia.
Esta acción la ejercita de dos modos: por medio de la seducción y por medio de la
constricción.
La primera forma de obrar del
demonio es también lo que conocemos como la tentación.
Y consiste
en incrementar en nosotros el deseo, presentando por medio de engaños,
una realidad que es en sí misma mala y destructora.
Pero que se
esconde muy bien bajo la apariencia de un bien, como lo podemos ver
claramente tanto en el paraíso como en las tentaciones de Jesús, en donde se
les ofrece, el poder, el placer y la gloria.
Es la manera como engaña y atrapa a sus víctimas para llevarlas al pecado, que en
ocasiones puede incluso llevarlas hasta hacer
un pacto con él, a fin de tener todo cuanto le ha sido ofrecido.
Esto
en principio aparece como un bien, pero pronto se desenmascara descargando
sobre su víctima todo su odio, destruyendo su vida y todo cuanto tiene a su
alrededor.
Debemos saber y recordar siempre que satanás no tiene amigos, sólo esclavos.
Es tan hábil que sabe desestabilizar el alma y llevarla a sus terrenos como son el
espiritismo, curanderismo y en general la búsqueda del conocimiento al margen
de Dios.
Allí fácilmente puede ir teniendo mayor participación en su vida hasta incluso
llegar a la posesión. Sobre estas prácticas la misma Biblia nos previene (Lv
19:26-31; 20-27; Dt 18:10-11; 1Re 28: 7,9-10,13).
FORMAS DE ACTUAR DEL DEMONIO
MALEFICIOS Y SORTILEGIOS
Dentro de la constricción, podemos distinguir diferentes maneras en que el
demonio actúa. Entre ellas están los maleficios y los sortilegios.
Éstos, aunque no son comunes, la mayoría de las veces se confunden con
enfermedades de tipo psíquico o sobre todo con sugestiones.
La Iglesia reconoce que
existe una forma de obrar del demonio en la que por medio de objetos y pociones
preparadas por aquellos que tiene pacto con él, son capaces de producir males
morales e incluso físicos en las personas.
Es común escuchar personas que dicen: “le hicieron un trabajito”.
Esto se refiere precisamente a esta forma de actuar
del demonio sobre terceras personas, las cuales pueden verse afectadas gravemente por enfermedades y desgracias
que no encuentran ninguna explicación científica ni normal.
Cuando una persona sospecha
que ha sido víctima de uno de estos males es necesario recurrir a un sacerdote
que conozca de esto para que ore sobre él y pueda así liberarlo del maléfico o
“factura” que lo está perturbando o afectando físicamente (es por ello que esta
oración se llama “oración de liberación”).
Si la Factura ha sido hecha por una persona que
tenga mucho poder con satanás, no bastará la oración de liberación, sino que incluso será necesario recurrir al
exorcismo.
Normalmente, el mismo demonio, por ser tan soberbio, no da mucho poder a los brujos,
y generalmente quien ha sido víctima de un “trabajito” puede ser liberado
dentro de la oración de liberación.
Una de las grandes trampas del demonio es llevar junto con el afectado a otras personas
a sus garras.
Esto lo logra cuando en lugar de recurrir a un sacerdote, se remite a otro brujo, con lo cual
no solo se empeora la situación del afectado, sino que el demonio
aprovechará para dañar incluso a los
que lo acompañan o sugieren a visitar al mago o brujo.
En los casos en que esto está ligado a objetos, éstos deben ser tratados con mucho
cuidado y por alguien que sabe de esto con el fin de evitar daños
mayores.
Las
víctimas no sólo son a los que se les hace el maleficio, sino también a quien
lo procuró,
pues ha entrado a tomar parte activa en el proyecto del mismo demonio.
Por ello el acudir con magos, hechiceros y curanderos lejos de resolver cualquier
problema lo empeoran y dificultan.
Quien lo ha hecho por ignorancia, por ejemplo para conocer el futuro, puede
estar también él o alguno de los miembros de su familia dañados.
Si se ha visitado a uno de
estos hechiceros es necesario confesarse y pedir al sacerdote que junto con la
absolución ore pidiendo la liberación y rompiendo cualquier caso de
perturbación demoníaca que se pudiera haber establecido con la persona.
LA POSESIÓN
La
forma más grave
de intervención del demonio es la posesión.
En esta situación quien es dañado por el demonio,
puede padecer una serie de enfermedades
físicas y psicológicas que lo martirizan terriblemente todas ellas sin
cura y sin razón aparente.
El demonio actúa desde dentro
(por lo que se llama posesión) dejando incluso muy dañada la libertad, por lo
que se pueden llegar a cometer acciones perversas por cuenta del demonio.
Aunque no
es común que el demonio llegue a poseer a una persona, como lo hemos
visto directamente en la experiencia de Jesús, esto puede ocurrir.
Para la liberación de este mal en el hombre, es
necesario recurrir a un exorcista, el
cual no solo tiene que ser un sacerdote, sino que tiene que tener el mandato
expreso del Obispo para poder realizar la expulsión de satanás.
Cuando hablamos de posesión se
habla de palabras mayores y el exorcismo es un combate espiritual que mantiene
el sacerdote con satanás.
Quien
no está preparado para enfrentar esta lucha puede recibir serios daños en su persona y
en su salud como nos lo narra el pasaje de los hechos de los apóstoles, Hech
19,15-16.
Si
alguien supusiera que él o alguno de sus familiares o amigos se encontrara en
esta terrible situación, es necesario acudir al sacerdote para que él, en
su momento lo remita con el exorcista de la diócesis.
Para
realizar el exorcismo, muchas veces el sacerdote se vale de la intercesión
de personas de probada virtud y oración, que durante la sesión de exorcismo oran e
interceden para que el sacerdote pueda luchar contra el demonio.
Finalmente diremos, al respecto que el demonio usa de la “constricción” (en
cualquiera de las dos formas) sobre dos tipos de personas:
a) Aquellas que se abandonan a
él con el pecado o con el pacto; y b) Aquellas que constituyen un peligro para
su reino.
En
los santos y en quien busca con radicalidad la santidad, el demonio
produce en ellos lo que se conoce como “obsesión”,
a través de la cual busca desestabilizar su acción, hacerla ineficaz, y que
finalmente desistan de este propósito.
Para ello usa de todos los medios a su alcance
incluyendo la perturbación física.
LOS TERRENOS DE SATANÁS Y SU
INFLUENCIA
CONSULTA DE MAGOS Y ADIVINOS
Para que el demonio pueda “perturbar” a una
persona, es decir tener acceso a ella de manera directa o indirecta, es necesario, aparte del permiso de
Dios, que la misma persona se haya expuesto a lo que se conoce como
“los terrenos o dominios de satanás”.
Esto se refiere a actividades en las cuales el demonio tiene una participación directa y
activa.
Entre ellas están: la
lectura de las cartas y de la mano, la consulta de magos o adivinos, y todo lo
que sea búsqueda del conocimiento al margen de Dios (incluidos los Horóscopos y
la Ouija).
Estas actividades, de las cuales la mayoría son
charlatanería que sólo buscan sacar
dinero, debilitan la fe que es nuestro escudo.
Pues se pone la confianza no
en el Dios providente, en el Dios que nos ama y que hace que “todas las cosas
cooperen para aquellos que le aman”.
Más grave aún es el hecho de que algunos de estos elementos de adivinación son, como ya lo
hemos visto, verdaderamente dirigidos por satanás, el cual conoce
nuestro pasado y puede conocer también nuestro futuro
Lo cual acredita a quienes se dedican a esta
actividad como verdaderos servidores
del demonio.
Quien
tiene la desgracia de toparse con uno de éstos, ha puesto en grave riesgo su
vida espiritual
y muchas veces incluso psíquica y física, pues el demonio nunca deja de cobrar
lo que se le debe.
EL CURANDERISMO
Otro de los terrenos favoritos
de satanás se encuentra en el “curanderismo”, el cual es una mezcla
(sincretismo) de fe con medicina herbórica (la cual no es mala) y prácticas
supersticiosas (amuletos y talismanes).
Se
presume que mediante el rezo de ciertas oraciones acompañadas de hierbas,
comidas o bebidas, o el uso de algunos objetos, la persona puede obtener la salud.
Recordemos que nada ni nadie puede condicionar a Dios, que es libre y no se
condiciona por nuestras prácticas religiosas.
Pensar
que rezando un número determinado de oraciones específicas mientras se realiza una acción
determinada (comer, beber, ejecutar algun otro signo) dará la salud al enfermo
es equivocado y dañino a la fe.
Ya que si el enfermo no se
cura, no sólo perderá la fe en el curandero, sino y principalmente en el mismo
Dios que es “ineficaz”, con lo cual el demonio habrá logrado su cometido:
alejarnos de Dios.
Muy
relacionado con esto está lo que en México se conoce como el “Fidencismo” en el cual los
“Cajitas” (personas que supuestamente guardan en sí el espíritu del “Niño
Fidencio”) hacen creer a la gente que tienen el poder para curar.
Para eso piden a quienes acuden a ellos (además de
una jugosa suma de dinero) el rezo de
algunas oraciones y la práctica de algunos ritos de tipo totalmente paganos
en los cuales de ordinario se ofende la misma dignidad de la persona.
Signo
de su irreligiosidad es la sustitución del rostro de la Santísima
Virgen de Guadalupe por el del “Niño Fidencio”.
La
ignorancia religiosa y la falta de fe en el Dios del amor, del Dios
providente, es causa de muchos males.
LA SUPERSTICIÓN
Un terreno que ha sido siempre utilizado por el
demonio para confundir a los cristianos y debilitar su fe es el uso de amuletos y talismanes.
Con ellos consigue que en
lugar de confiar en la providencia de Dios y caminar en la fe, la vida y la
seguridad estén puestas en objetos.
La
mayoría de estos objetos no tienen ningún valor sino la superstición que se crea alrededor de
ellos, sin embargo el demonio puede
utilizar algunos para causar el mal.
Se vale también de la ciencia la cual, por la
ignorancia y el deseo de conocer el futuro, desvía el corazón y la fe.
Esto hace que se le atribuyan poderes “mágicos” o “sobrenaturales” a las pirámides, los
cuarzos y otros objetos.
Esto es promovido generalmente
por ciencias extrañas al cristianismo como la Dianética, el Control mental y el
Yoga.
Las
cuales se presentan como buenas e inofensivas, pero la realidad, con el tiempo desvían la fe y
le pueden dar oportunidad al demonio de perturbar nuestra vida.
EL USO DE LA OUIJA
Un juego que parece inofensivo e incluso divertido puede no serlo tanto.
El
“juego” consiste en preguntarle a la “Ouija” sobre algunos aspectos para que
ella nos adivine guiando la pequeña tablilla en forma de aguja
hacia las letras y números para formar palabras.
Esto
no es un juego sino una trampa del demonio. Es cierto, que algunas veces, la tabla es
dirigida por la persona de manera intencional.
Sin embargo, con el tiempo se darán cuenta que la tabla comienza verdaderamente a
guiar y a indicar palabras que van formando frases sobre aspectos
“secretos” o “futuros” de las personas.
Esto
es adivinación,
la cual está prohibida por Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento.
Algunos
padres de familia no le dan importancia a esto (y lamentablemente algunos
sacerdotes tampoco) pensando que es un juego inofensivo… ¡NO LO ES!
No es raro encontrarse con
personas que tienen serios trastornos de tipo emocional, psicológico e incluso
físicos, sin una causa aparente.
Estados crónicos de depresión,
angustia, insomnio, e incluso alteraciones de la salud física sin que los
médicos identifiquen cuál es la causa de la enfermedad.
Es interesante descubrir que la mayoría de estos casos (por no decir que todos)
han “jugado” alguna vez en su vida con la Ouija.
LA DEFENSA CONTRA LA ACCIÓN
DEL DEMONIO
Podemos decir que existen “armas” ordinarias y extraordinarias.
Dentro de las armas ordinarias
toma el primer plano LA ORACIÓN, la que junto con la PENITENCIA forman el
bloque que dificulta y restringe la acción del demonio (Mt 26,41).
De manera que podemos decir que cuando el cristiano ora y ayuna (hace
penitencia), no solo fortalece la acción contra la tentación y el pecado,
sino que se mantiene en guardia contra las acechanzas del demonio.
A esto se puede añadir algunas
oraciones específicas que la Iglesia siempre ha recomendado contra la acción
del demonio como es la consagración a Dios por medio de María Santísima, ya que
ella es la enemiga victoriosa de la “serpiente” de acuerdo a Gen 3,15 y Ap 12.
Una
oración que refuerza nuestra unión con Dios es la del “Regina Caeli”, así como
la oración de San Miguel Arcángel, atribuida a San León XIII, quien la prescribió
para que se rezara después de cada misa, como producto de una visión que tuvo
sobre el terrible proyecto de satanás sobre la Iglesia.
De hecho, el Papa Juan Pablo II invitó continuamente a que no se olvide el rezo cotidiano
de tan poderosa oración.
Por otro lado tenemos la práctica del ayuno y
en general todas las prácticas ascéticas, las cuales de acuerdo a Jesús son una
de las armas más importantes para protegerse y luchar contra el “adversario”
del Reino (“Este tipo de demonios no
salen sino es con el ayuno y la oración” Mc 9,29).
La
renuncia voluntaria a las cosas buenas de la vida, nos ejercitan
para renunciar a aquellas que se nos presentan como una tentación.
Todos los santos, quienes han
tenido que combatir contra el pecado y en muchas ocasiones con manifestaciones
expresas del demonio, no cesan de recomendar el ayuno como una de las armas más
eficaces contra las acechanzas del maligno.
Las otras dos armas con las que cuenta el cristiano
para su lucha espiritual contra el pecado y las acechanzas de satanás, son los sacramentos y los sacramentales.
Los primeros, siendo una
acción y participación directa de Jesús en el cristiano, son la mejor defensa
contra el poder del maligno y fuente de fortaleza espiritual para prevenir el
pecado.
La Eucaristía y la Reconciliación
frecuente, hacen que el cristiano pueda avanzar en la vida con la victoria de
Cristo.
Estos dos sacramentos fortalecen toda la vida espiritual de quien los recibe
imposibilitando la acción del demonio.
Esto trae por consecuencia, paz y armonía interior.
Finalmente tenemos los sacramentales
como son los crucifijos, las imágenes de Jesús y de la Santísima Virgen, las
medallas benditas, y de manera particular la “Medalla de San Benito” a cuya
bendición está ligado un exorcismo.
Todos estos sacramentales, en la medida en que se usan con fe y con la aprobación de la Iglesia,
vienen a ser una importante herramienta para mantenerse en santidad y en
guardia contra las acechanzas del demonio.
Sobre las prácticas ascéticas debemos decir que el mismo Jesús nos ha dado muestras de la
eficacia del ayuno, en el combate contra el demonio y la tentación
cuando al inicio de su ministerio ayunó durante 40 días con el fin de estar
preparado para el momento de la prueba (Lc 4,5.9).
Después de la resurrección del Maestro, sus discípulos lo imitaron y con ello
iniciaron la evangelización de las naciones (Hech 13,3).
Y es que al abstenerse de
alimento que es la fuerza y la energía del cuerpo, el hombre se abandona a la
fuerza y a la eficacia del poder de Dios.
Es
de alguna manera renunciar a nuestras propias fuerzas, para darle a
Dios toda la libertad de actuar en nosotros y a través de nosotros.
Es al mismo tiempo una privación que permite al
Espíritu Santo dar al hombre más
lucidez en la toma de sus decisiones.
Uno de los elementos más efectivos para tener a
raya al demonio y todas sus seducciones, es el amor a María Santísima a quien satanás teme y lo hace temblar de rabia
y de impotencia.
Mientras
que el demonio combate desde el exterior, por medio de la violencia y la seducción, María inspira, desde nuestro interior,
la fuerza que viene sólo de Dios.
Satanás
inspira el odio que destruye y desintegra mientras, que María nos inspira el amor que reinará por siempre.
De ahí la
necesidad de una piedad mariana que mantenga a distancia al enemigo y
que nos ayude a resistir en el momento de la tentación.
Es testimonio
de todos los santos la eficacia de la intercesión de María, en los
momentos de tentación y acoso del demonio.
Por ello, arma indispensable
del cristiano es el rezo diario del rosario, el uso del escapulario de la
Virgen del Carmen y alguna medallita.
10 SUGERENCIAS PRÁCTICAS
Que nos ayudan en nuestra lucha espiritual.
1 – Mantén la puerta de tu
corazón siempre limpia. Ciérrala al mal y al maligno.
2 – Conserva tu vida en
orden: el tener, el poder, el saber, el amor, deben estar referidos siempre
sólo a Dios, pues Él es la fuente de todo bien. Toma la vía excelsa del ayuno.
3 – No tomar parte en
ninguna práctica de espiritismo o de ocultismo bajo ninguna de sus formas
(Ouija, lectura de cartas, meditación trascendental, Fidencismo, etc.). Son
trampas que envenenan tu vida.
4 – Escoge bien los
proyectos y los objetivos de tu vida. Éstos deben ayudarte a construir tu vida
como una ciudad abierta a Dios y bien protegida contra los ataques del enemigo.
5 – En las tentaciones
violentas u obsesivas de un bien o de un placer, aléjate y no te dejes provocar
ni absorber. Busca inmediatamente otras cosas en qué pensar o en qué
entretenerte, para mantener ocupado tu espíritu y movilizar tus fuerzas. De
esta manera la obsesión que busca engañarte desaparecerá.
En
lo que se refiere a las tentaciones:
6 – Es importante saber que si
has ofrecido todo a Dios, y después de haber vivido en Él en la paz y en el
gozo.
Y si incomprensiblemente te encuentras rodeado de
oscuridad, de tentaciones, desgracias, e incluso de padecimientos físicos.
Y tienes la sensación de estar nuevamente
abandonado de Dios, o de ser un extraño para Él.
Debes
saber que éste supremo asalto del demonio puede ser una prueba saludable.
En la noche, incluso en la desesperación que nos
lleva hasta la locura, abandónate a
Dios.
Él
es la única esperanza, la única cuerda que puede sostenerte cuando estás
en el túnel oscuro, en el cual has sido despojado de todo.
En este túnel, en el cual tienes la sensación de
precipitarte vertiginosamente hacia el vacío, Dios te elevará hacia sí, en un
estado de ligereza que nunca antes habías probado. Sin embargo, la luz está sólo hasta el final.
7 – No olvides que tienes
un Ángel de la Guarda.
Encomiéndate
a este guardián y a San Miguel Arcángel, que es el número uno de la milicia celestial, el
cual se bate por Dios y por ti contra el demonio.
Como ya hemos dicho, es fundamental en nuestro
camino hacia Dios y en nuestra lucha contra el pecado y el demonio, nuestra relación con María.
8 – Abandónate totalmente
a la Virgen. Es tu madre en la verdad. Ella puede ver más lejos que tú y te
protege.
No
puedes estar en mejores manos. Mantente siempre en su presencia, pues ella te
guiará hasta Dios.
9 – Sobre todo, entrégate
totalmente a Cristo victorioso, Dios omnipotente, el cual quiso participar
incluso de nuestra debilidad humana.
Él
te guiará en el Amor, hacia el Amor, sobre las alas del Espíritu Santo
que él mismo te ha enviado.
10 – El demonio está
vencido. No tengas miedo y confía en la victoria, no en la tuya pues eres
débil, sino en la de Cristo.
No
en la de tus débiles fuerzas, sino en la del Amor. Mantén siempre
en tu corazón la palabra del apóstol Santiago: “Resistan al Diablo, y él se
apartará de ustedes” (St 4,7)
SÍMBOLOS DEMONÍACOS
Algunos símbolos que sin saber
su significado hemos usado, son invitaciones que abren puertas al mundo
espiritual.
Al tenerlos o usarlos, por ignorancia estamos permitiendo que nuestro hogar,
nuestro trabajo o nuestras relaciones sean contaminadas.
CRUZ
DE NERÓN: También se le
conoce como signo de “amor y paz”. Otro signo que es de burla a la cruz de
Jesús. También significa: Las ruinas del hombre muerto. Apareció en algunos
bastones de los SS de Hitler.
CUERNO ITALIANO: Unicornio. Fue introducido por los Druidas de
Escocia e Irlanda. Es asociado con la Buena suerte y la Buena fortuna. También
es usado como el “ojo del mal”. Además significa que Satanás tomará control de tus
finanzas
HEXAGRAMA
O SELLO DE SALOMÓN: Es uno de los símbolos más potentes usados en los
poderes de las tinieblas. Usado en los trabajos de magia. Se confunde con la
estrella de David, pero ésta estrella está dentro de un círculo
PENTAGRAMA: Símbolo usado
en brujería, representa los elementos, la tierra, el viento el fuego y el agua,
con el espíritu rodeándolos. Estrella que identifica al Satanismo.
SVASTICA
O RUEDA DEL SOL: Es un símbolo religioso antiguo usado mucho tiempo
antes de que Hitler tomara el poder. Ha sido usado en inscripciones Budistas,
Monumentos Celtas y monedas Griegas. Representa el curso del sol en los cielos.
También representa el poder del boomerang, todo lo que sube tiene que bajar,
todo lo que haces se devuelve
ZODIACO: Usado en
adoración satánica oculta. Los practicantes conocen a su Dios como Baal o
Lucifer. Esto incluye los signos de los horóscopos
Foros de la Virgen María
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