domingo, 14 de agosto de 2016

2 OBISPOS CATÓLICOS SE PRONUNCIAN SOBRE POKÉMONGO EN REDES SOCIALES


LOS ÁNGELES, 17 Jul. 16 / 08:01 pm (ACI).- Dos obispos católicos en Estados Unidos se han pronunciado recientemente sobre el juego del momento para dispositivos móviles Android e iOS, Pokémon GO.
El Obispo de Orange County en California, Mons. Kevin Vann, tuiteó tres fotografías editadas en las que se le observa haciendo parte del popular juego.
Bishop Vann and #PokemonGO on the Christ Cathedral campus today! pic.twitter.com/8JWtKYvwrz
— OC Bishop (@OCBishop) 13 de julio de 2016
— OC Bishop (@OCBishop) 14 de julio de 2016
Accompanying the first pitch at "Catholic Family night" several years ago! pic.twitter.com/ZMVcxK1BOz
— OC Bishop (@OCBishop) 14 de julio de 2016
De otro lado, el Obispo de Green Bay, Mons. David Ricken, dio su punto de vista sobre este juego en Twitter al afirmar que: "tal vez no encuentres a un Pikachú, pero te prometo algo: busca a Jesús y lo encontrarás todo el tiempo. Deja el #PokemonGO, #EncuentraaDIOS".
You might never find a Pikachu, but I promise you this - Search for Jesus, and you'll find Him every time. Let #PokemonGO. Go #FindGOD.
— Bishop David Ricken (@BpDavidRicken) 12 de julio de 2016
En otro tuit el Obispo dijo que PokemonGO está llevando a la gente a las iglesias: “¡Estupendo! ¡Una excelente oportunidad para compartir el amor y la misericordia de Jesús en este Año de la Misericordia!”
#PokemonGO is drawing people to churches. Great! What an excellent opportunity to share the love and mercy of Jesus in this Year of Mercy!
— Bishop David Ricken (@BpDavidRicken) 12 de julio de 2016
Recientemente el P. Ryan Kaup en Lincoln, estado de Nebraska (Estados Unidos), consideró que este juego puede ser “una gran oportunidad” para acercarse a los jóvenes “e invitarlos a rezar”.
El jueves de la semana pasada Niantic Labs lanzó Pokémon GO  y desde entonces se ha podido ver en los lugares donde ya se cuenta con la aplicación, a gente joven acercándose a las iglesias.

Esto ha generado en más de uno la reflexión sobre si usar o no la gran popularidad del juego como una herramienta para la evangelización.

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