lunes, 18 de julio de 2016

CONOZCO EL DOLOR DE SER ABANDONADA POR UN MARIDO HOMOSEXUAL: CARTA A LA MUJER DE UN CÉLEBRE CANTANTE


El rockero cristiano Trey Pearson «sale del armario»

El pasado 31 de mayo, Trey Pearson, cantante fundador del grupo de rock cristiano Every Sunday, dirigió una carta a sus fans haciendo pública su homosexualidad. Trey está casado desde hace siete años y medio con su esposa Lauren y tienen dos hijos.

Con motivo de esta noticia, Janna Darnelle, una mujer y madre que hace dos años rompió su silencio y contó al mundo la devastación sufrida en su vida por una situación similar a la de Lauren, le ha dirigido una carta pública en The Public Discourse, que reproducimos a continuación:

Querida Lauren:

Se me ha caído el alma a los pies y he sentido una rabia enorme cuando leí la noticia de la salida del armario de tu marido, la estrella de rock cristiana Trey Pearson. Inmediatamente pensé en ti y en vuestros maravillosos hijos, y en la pesadilla en la que os habéis encontrado repentinamente. Me gustaría abrazarte mientras lloras y sentarme contigo mientras te enfureces y te planteas preguntas.

Leer la carta con la que Trey hacia pública su homosexualidad me ha llevado con la memoria al 29 de noviembre de 2007, cuando mi marido, cristiano, después de nueve años y medio de matrimonio, me declaró que era homosexual. Me dijo que era gay y que un matrimonio entre un gay y una heterosexual no podía funcionar, por lo que teníamos que divorciarnos. También tuve que oír cómo me decía que él no era capaz de amarme del modo como yo necesitaba ser amada. Me dijo que lo mejor que podía hacer por mí era abandonarme para que yo pudiera encontrar a alguien que me amara como yo necesitaba ser amada; así también él podría hacer lo mismo.

Algo poderoso y extraño sucede cuando tu marido te dice que es homosexual: de una manera profunda, la intimidad entre los dos crece exponencialmente. El hombre que has amado y al que has entregado tu vida y que, sin tú saberlo, ha mantenido secreta una parte de su vida, revela ahora su secreto más íntimo. Esto es lo que se supone tiene que suceder en nuestros matrimonios. Se supone que debemos dejar caer las fachadas, abrir las puertas cerradas y entregar la totalidad de nuestro yo destrozado a nuestros esposos.

Si tu experiencia se ha parecido en algo a la mía, me imagino que esta bella intimidad se despertó en el mismo instante en que tu marido te rompió el corazón cuando te dijo que no podía amarte como deberías ser amada. Lauren: él no tiene ningún derecho a decidir cuál es el amor que necesitas o cuál es el hombre justo para ti. Le elegiste a él. Prometiste amarle a él y vivir esta vida con él. La decisión fue tomada ante Dios, vuestras familias y amigos en el día de vuestra boda. Recordemos también que él te eligió y te entregó su vida. Nadie le apuntaba con una pistola. Él te amaba.

"Wake up!", uno de los temas más conocidos de Every Sunday. Trey Pearson es el solista del grupo.

Sí, ciertamente, el día de la boda él te escondía un secreto sobre su vida, pero ese secreto no es la suma total del hombre con el que te casaste o del hombre que él es hoy. Si cree que lo es, entonces está abrazando una mentira sobre sí mismo. Todos nosotros somos mucho más que nuestras atracciones y deseos sexuales. Desde que mi marido me dejó, no he tenido relaciones sexuales con otro hombre, pero no soy menos heterosexual que el día que me casé. El hecho de que neguemos algunos deseos no significa que no seamos libres de ser como Dios nos creó. De hecho, diría que es más bien lo contrario: la negación de mis deseos es lo que me permite aceptar y abrazar con mucha más fuerza para lo que Dios me creó. Mi vida está llena de amor, a pesar de que ese ámbito de mi vida no está realizado. ¿Es una pérdida? Sí. ¿Niega esto mi capacidad de ser auténticamente yo? No. Del mismo modo, la vida de tu marido puede ser completa y bella, incluso si elige no actuar sobre su atracción hacia el mismo sexo. Hay otro camino posible para ambos, para ti y para él.

Lauren, sé que eres cristiana, como yo. Recuerda siempre que Cristo vino para restaurarnos en Él. Vino para acabar con la oscuridad. Vino para reconstruir y redimir lo que estaba roto. Vino para salvar. Cuando nos relacionamos con Él, nuestra vida se restaura, se reconstruye, sana, somos dadores de vida y portadores de esperanza. Cristo nunca destruiría lo que ha unido. La ruptura de un matrimonio y de un familia no es de Cristo; está en oposición directa al plan de Dios para la humanidad.

Mientras pasas por este momento durísimo, ¿puedo darte algún consejo?

Ante todo, tienes que creer en ti y recordarte a ti misma, las veces que sean necesarias, que no tienes nada que ver con la decisión de tu marido de abrazar las relaciones homosexuales. Agárrate a la bella feminidad que el Señor tejió dentro de ti. Probablemente te tentarán pensamientos que tergiversan la realidad: si yo fuera más guapa, si hubiéramos tenido relaciones sexuales como él quería más a menudo, si hubiera hecho más ejercicio, etc. No cedas a estos pensamientos. Eres bella. Eres una mujer creada de manera única y verdadera. Has sido creada para tu pareja complementaria. Tu feminidad es buena y valiosa.

Segundo, sigue valorando la masculinidad. Tal vez sientas la tentación de retirarte, de levantar muros alrededor de tu corazón y te sentirás incapaz de confiar en otro hombre. Resiste. En nuestra cultura, la masculinidad ha sido sometida a un fuerte ataque durante mucho tiempo. Hemos castrado tanto al hombre que a veces es difícil ver la diferencia entre lo femenino y lo masculino. Tú, yo y todas las mujeres necesitamos que los hombres sean como Dios los creó. Los primeros capítulos del Génesis nos dan una imagen muy valiosa de lo masculino y lo femenino, y del matrimonio. Te animo a leer los primeros tres capítulos del Génesis y a reflexionar sobre el hermoso plan de Dios para nosotros.

Tercero, si aún no lo has hecho, pide una cita con tu ginecólogo de inmediato. Mi mejor amiga me urgió a hacerlo. En mi estado de total confusión no podía entender por qué necesitaba esta visita, pero me alegré de escuchar a mi amiga. Mi marido me había contagiado dos tipos distintos de enfermedades de transmisión sexual, poniendo en peligro mi salud y mi vida sin mi conocimiento o consentimiento. Debido a la naturaleza de una de estas ETS, tuve que visitar al médico regularmente durante muchos meses. Tu vida es demasiado valiosa para dejar que enfermedades no detectadas hagan estragos en tu cuerpo.

Cuarto, lucha por tus hijos. Tu vida a partir de este momento estará gobernada por los tribunales de familia. Te dirán cuándo puedes ver a tus hijos y cuándo los separarán de ti. Se convertirán en piezas de negociación entre dos hogares, todo a pesar de su voluntad. Tu marido, causante de la ruptura de tu familia, será tratado como un igual, o incluso en un estatus más elevado, en los tribunales. Por mucho que no merezcas que te pase todo esto, tus hijos no merecen en absoluto el daño que se les está causando. Empieza desde ya a rezar para que Dios sane las heridas que, de manera muy profunda, se han grabado en sus corazones y sus mentes. Reza y cree que Dios Padre será el padre perfecto, el maestro, el líder y la guía que tus pequeños necesitan. Él nunca les abandonará.

Quinto, seguro que ya te has tropezado con la idea de que tienes que aceptar la salida del armario de tu marido, es lo que con amor se debe hacer. Tal vez has recibido también el abrazo de bienvenida de la comunidad LGBTQ. Deja que te advierta: la mayoría de los miembros de la comunidad LGBTQ sólo mostrarán su comprensión hacia ti mientras tu defiendas y abraces la homosexualidad de tu marido, pero no dejes que te exploten. Mientras apoyé la salida del armario de mi marido como algo bueno encontré muchos abrazos acogedores. Pero cuando empecé a resistirme a la idea, dejaron de acogerme. Ya no era bienvenida y mi dolor fue ignorado y considerado irrelevante. Protege tu corazón.

Hay mucho más que me gustaría compartir contigo, pero temo haberte ya abrumado bastante. Por favor, quiero que sepas que no estás sola en este camino. Hay otros que también lo están recorriendo. Aunque sea difícil de recorrer y a veces sea insoportable, hemos encontrado a alguien que es mucho más que ser fiel. Él es el mejor apoyo. Él nos da la fuerza. Él te enseñará, te guiará, llevará el orden al caos y concederá justicia y misericordia. Dios usará el dolor por el que estás pasando ahora para sacar a la luz un fin y una misión mayores.

Recuerda, tu identidad no es “divorciada”. No es “mi marido es gay”. No es “estoy rota”. No te olvides de que has sido creada hermosa y maravillosa. Tienes un propósito. Eres amada.

Mi corazón se une al tuyo,

Janna Darnelle

Traducción de Helena Faccia Serrrano (diócesis de Alcalá de Henares).

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