"Pedro
entonces añadió:
– Nosotros, que
hemos dejado cuanto teníamos y te hemos seguido, ¿qué vamos a recibir?
Jesús les respondió:
– Os aseguro que
cuando llegue el tiempo de la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del
hombre se siente en su trono glorioso, vosotros, que me habéis seguido, os
sentaréis también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y
todos los que por causa mía hayan dejado casa, hermanos, hermanas, padre,
madre, hijos o tierras, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida
eterna."
Jesús nos pide a todos renunciar
a muchas cosas para seguirle. Y cada uno renuncia desde su vida concreta. Jesús
no está creando jerarquías ni clasificaciones de quién tiene más mérito. Él nos
pide que le sigamos, que le entreguemos todo. Y un padre de familia puede ser
mucho más generoso que un religioso que antepone sus intereses a la entrega de
su vida.
Jesús nos dice que recibimos
aquello que damos. Quien reparte entrega y amor, recibe entrega y amor. El que
reparte egoísmo, se ve atenazado por el egoísmo.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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