VATICANO, 05 Jul. 16 / 12:03 pm (ACI).-El juicio del caso Vatileaks,
como se conoce al proceso judicial por los documentos robados hace meses en la Santa Sede y que
involucran a dos exfuncionarios vaticanos, una colaboradora y dos periodistas,
estaría llegando a su fin.
Este lunes se celebró una nueva audiencia en la que, tras ocho meses de
investigaciones y comparecencias, el Promotor de Justicia Vaticano ha hecho
pública la petición de condena para los diferentes acusados.
Francesca Chaouqui, exconsejera del organismo vaticano creado para
sanear las cuentas de la Santa Sede y mejorar su rendimiento, podría ser
condenada a tres años y nueve meses de prisión; mientras que para otro de los
principales acusados, el sacerdote español Lucio Vallejo Balda, se ha pedido
tres años y un mes de cárcel.
Por su parte, el periodista Gianluigi Nuzzi se enfrenta a una pena de un
año de prisión. En cambio, el también periodista Emiliano Fittipaldi sería
absuelto por “falta de pruebas”, según
comunicó el Vaticano.
El portavoz del Vaticano, P. Federico Lombardi, explicó a los medios de
comunicación que la petición de pena a Chaouqui es por ser la “inspiradora y responsable” de las filtraciones.
En la audiencia celebrada este martes, la defensa de Lucio Vallejo, la
abogada Emanuela Bellardini, solicitó la absolución o al menos rebajar la pena
del sacerdote en su alegato final ante el tribunal de primera instancia del
Vaticano.
Frente a la acusación de que el sacerdote español se habría asociado con
el resto de acusados para delinquir, su abogada dijo que no pudo incurrir en
dicho delito debido a que Vallejo vivía inmerso en “un
clima de amenazas” por parte de la propia Chaouqui. Según la tesis de la
abogada, fue ella la que presionó al sacerdote español para pasar información a
los dos periodistas.
Otra de las acusaciones que pesan sobre Balda es la de divulgar material
clasificado, algo que el propio sacerdote reconoció hace meses, aunque la
abogada sostiene que no se trataba de material novedoso.
Por su parte, la abogada de Chaouqui, Laura Sgrò, pidió también su
absolución al considerar que su cliente era totalmente ajena a los hechos y que
nunca presionó al sacerdote.
El proceso continuará el miércoles, día en que los abogados de los otros
tres imputados deberán defender sus alegatos. La sentencia podría dictarse el
jueves.
Por Alvaro de Juana
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