El jesuita Antonio Spadaro,
director de la revista jesuita La Civiltà
Cattolica, hombre de confianza de Francisco, y uno de sus
principales operadores, ha escrito una definición
clara de cómo es el pontificado de Francisco según su
interpretación.
En su blog escribió un
artículo titulado Para Francisco
el mundo está siempre en movimiento: 5 rasgos de su pontificado,
donde caracteriza a esta época de Francisco como ante todo un “pontificado de
discernimiento y de pensamiento incompleto”.
Recuerda que Spadaro fue uno de los primeros en
afirmar que Amoris Laetitia
abrió la puerta a la sagrada comunión para los divorciados vueltos a casar.
Según Spadaro, para el Papa el mundo está “siempre
en movimiento”. Francisco cree que el
“punto de vista ordinario” que nos permite “clasificar qué es importante y qué
no lo es, no funciona”.
El jesuita dice en primer
lugar, que Francisco no tiene un plan un “hoja de ruta”, basada en “ideas o
conceptos” o “abstracciones ideológicas”. Sino que él tiene una “visión
interior” que es “el diálogo con la realidad”, que “se propone alcanzar en la
historia de los hombres y las mujeres” y que “desarrolla en el tiempo”.
“Esta visión” abierta “da sustancia a su intención
de reforma, que tiene fuego en el
corazón y no en las estructuras“.
Tal interpretación explica por qué Francisco celebró dos Sínodos sobre la familia y
durante todo el proceso no dio su posición definitiva, sobre todo en las
polémicas cuestiones morales.
También quizás explica por qué en una reciente
homilía el Papa sugirió asombrosamente
que un enfoque rígido de la fe es “herético”, y que los que dicen que “es esto
o nada” no son católicos.
“A veces, el Papa abre discursos sin cerrarlos de
inmediato o sacar conclusiones precipitadas” dice el padre Spadaro, “dejando así espacio para el diálogo y el
debate, incluso entre aquellos que tienen altas responsabilidades eclesiales”.
Añade que Francisco no quiere
enseñar “una palabra definitiva o completa sobre todas las preguntas que
afectan a la Iglesia y el mundo”. Además cita que
Francisco dijo que “ni el Papa ni la Iglesia tienen el monopolio de
la interpretación de la realidad social o la propuesta de soluciones a los
problemas contemporáneos”.
Él discute otros cuatro rasgos, la mayoría de los
cuales el Papa ya ha explicado en Evangelii
Gaudium.
El segundo rasgo que el padre
Spadaro describe es una tensión dialéctica entre “el espíritu y la
institución”, lo que significa que Francisco ve a la Iglesia como un “pueblo de
peregrinos” que trascienden “cualquier expresión institucional, la cual sin
embargo es necesaria”. Esta tensión “anima la reflexión de Francisco con
respecto a lo que él ha llamado “la conversión del papado”.
El tercer rasgo que Spadaro
menciona es el “de un pontificado de frontera y desafíos” y se ejemplifica con
el Papa yendo a las periferias y encontrando y acompañando a las personas que
viven en situaciones difíciles. “Su pregunta más radical es ¿cómo anunciar el
Evangelio a todo el mundo, cualquiera sea su condición existencial? Esto es lo
que realmente importa”, dice Spadaro.
El cuarto rasgo es la bien
conocida analogía de “hospital de campaña” del Papa. El sacerdote jesuita, a
quien Francisco dio su primera
entrevista importante en 2013, dice que el Papa ve el mundo como
“viviendo en condiciones de guerra” en la que muchos están heridos y en
necesidad de salvación.
La
Iglesia tiene que salvar la vida de estas personas, llevar el mensaje de
salvación, en lugar de detenerse en cuestiones como el aborto, el “matrimonio”
del mismo sexo y la anticoncepción.
Tal enfoque, dice el padre Spadaro, está dirigido a tratar la enfermedad tanto
como curación de la misma, en el
contexto de un “hospital de campaña”. “Esto es ser ‘misericordioso”,
sostiene Spadaro. “Misericordia significa la curación”.
Por último el quinto rasgo es
el de “un pontificado que tiene un impacto geopolítico”. El padre Spadaro
demuestra cómo el mensaje de la misericordia del Papa ha sido ejercido sobre la
política y la diplomacia, y podría decirse que es un área donde este
pontificado, en gran parte debido a la popularidad mundial de Francisco, ha
tenido el mayor éxito.
El núcleo de la misericordia en este contexto es
que nada se “pierde” en las relaciones internacionales y domésticas, dice, y Francisco quiere ir más allá de las redes
establecidas y mecanismos “rígidos” para establecer “relaciones directas y
fluidas” y hacer frente a las crisis internacionales.
Spadaro interpreta esto en el sentido de que los
estados no deben participar militarmente “por razones morales” sino en el uso
de una “diferente óptica” que se centra en “construir puentes” en el contexto de una “visión poliédrica y
multipolar”.
Sin duda la expresión del Padre Spadaro de que el pontificado de Francisco es “de
pensamiento incompleto” es una explicación que podría describir bien el caos de
interpretaciones sobre las palabras de Francisco que hay en este momento en la
Iglesia.
Naturalmente
esto es lo que piensa Spadaro y no necesariamente la intención de Francisco. Y
es para nuestro discernimiento.
Foros de la Virgen María
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