El macho cabrío y un ángel aberrante, protagonistas
El macho
cabrío fue el gran protagonista de la ceremonia, dentro y en el panel exterior,
donde tras sus ojos se adivinan otros.
"Una de las más extrañas ceremonias de
apertura de la historia": así caracterizaba el Daily Mail la performance
inaugural del túnel ferroviario más largo del mundo que contemplaron el
pasado miércoles, entre otros dirigentes europeos, Angela Merkel, François Hollande y Matteo Renzi. (Ver abajo el vídeo).
Tras 17 años de trabajo y con un coste de 11.000 millones de euros que ha abonado Suiza en su integridad, la costosísima obra de ingeniería quedó lista para su utilización a partir del 11 de diciembre. Los 57 km de longitud del túnel de San Gotardo, que une los cantones de Uri y Ticino, reducirán en 45 minutos el trayecto entre Zurich y Lugano. Será un importante factor de integración para el país y para todo el centro de Europa.
La creación de la ceremonia inaugural fue confiada al productor teatral alemán Volker Hesse, quien tomó como hilo argumental una representación artística de corte expresionista de lo que han sido más de tres lustros de obras, con un especial homenaje a los trabajadores que murieron en ellas.
Los figurantes que aparecen como obreros, con casco y mono, se despojan luego de ambos para quedar en ropa interior.
Junto a elementos tomados de la cultura local, el circo y la danza clásica, destacaron en todo momento los elementos tétricos, las alegorías sexuales y una estética de opresión y dominio.
Durante varios minutos de la representación el macho cabrío, la más característica representación de Satanás, se adueña del escenario con una risa tétrica y es recibido en gestos de aparente reverencia e incluso adoración.
Incluso aparece rodeado de hombres y mujeres cubiertos con una gasa blanca, a la manera de velo nupcial.
También destaca como uno de los momentos principales la incorporación desde lo alto de una figura incomprensible, formada por una mujer semidesnuda con cabeza de bebé desproporcionadamente grande y alas de ángel.
O procesiones de extraña significación, como una procesión de calaveras de animales u otra de mujeres vestidas de blanco con unos pequeños cuernos en la cabeza.
Tras 17 años de trabajo y con un coste de 11.000 millones de euros que ha abonado Suiza en su integridad, la costosísima obra de ingeniería quedó lista para su utilización a partir del 11 de diciembre. Los 57 km de longitud del túnel de San Gotardo, que une los cantones de Uri y Ticino, reducirán en 45 minutos el trayecto entre Zurich y Lugano. Será un importante factor de integración para el país y para todo el centro de Europa.
La creación de la ceremonia inaugural fue confiada al productor teatral alemán Volker Hesse, quien tomó como hilo argumental una representación artística de corte expresionista de lo que han sido más de tres lustros de obras, con un especial homenaje a los trabajadores que murieron en ellas.
Los figurantes que aparecen como obreros, con casco y mono, se despojan luego de ambos para quedar en ropa interior.
Junto a elementos tomados de la cultura local, el circo y la danza clásica, destacaron en todo momento los elementos tétricos, las alegorías sexuales y una estética de opresión y dominio.
Durante varios minutos de la representación el macho cabrío, la más característica representación de Satanás, se adueña del escenario con una risa tétrica y es recibido en gestos de aparente reverencia e incluso adoración.
Incluso aparece rodeado de hombres y mujeres cubiertos con una gasa blanca, a la manera de velo nupcial.
También destaca como uno de los momentos principales la incorporación desde lo alto de una figura incomprensible, formada por una mujer semidesnuda con cabeza de bebé desproporcionadamente grande y alas de ángel.
O procesiones de extraña significación, como una procesión de calaveras de animales u otra de mujeres vestidas de blanco con unos pequeños cuernos en la cabeza.
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