"Pedro comenzó a decirle:
– Nosotros hemos
dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido.
Jesús respondió:
– Os aseguro que
todo el que por mi causa y por causa del evangelio deje casa, hermanos,
hermanas, madre, padre, hijos o tierras, recibirá ya en este mundo cien veces
más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con
persecuciones; y en el mundo venidero recibirá la vida eterna. Pero muchos que
ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos,
serán los primeros."
Ayer, el rico marchaba triste porque era incapaz de dejarlo todo. Hoy Jesús le explica a Pedro dónde está la verdadera riqueza. El que lo deja todo, no pierde nada. Es más, gana el ciento por uno. Todos son sus hermanos, sus madres, sus hijos. Dejarlo todo por Jesús, es ganar el mundo. Abandonamos nuestro pequeño mundo para hacernos uno con todos. Luchar por ser los primeros, los más importantes, los que más tenemos, es una lucha inútil. Un día tendremos que dejar todo lo que poseemos. Al final, lo que cuenta, es lo que somos, no lo que tenemos.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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