El Santo Padre advierte sobre estas
"verdaderas sanguijuelas" que "viven de la sangre de la gente
que hacen esclavos del trabajo".
Por: Papa Francisco | Fuente: ZENIT (https://es.zenit.org)
(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 de mayo de 2016).- Explotar a la gente en el trabajo para enriquecerse es transformarse en sanguijuelas y un pecado mortal. Con esta determinación lo ha asegurado el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta, explicando las lecturas del día.
Por: Papa Francisco | Fuente: ZENIT (https://es.zenit.org)
(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 de mayo de 2016).- Explotar a la gente en el trabajo para enriquecerse es transformarse en sanguijuelas y un pecado mortal. Con esta determinación lo ha asegurado el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta, explicando las lecturas del día.
En la carta de Santiago hay una fuerte advertencia a los ricos que
acumulan dinero explotando a la gente. Así, el Papa ha precisado que “las
riquezas en sí mismas son buenas” pero son “relativas, no son algo absoluto”.
De este modo ha reconocido que se equivocan los que siguen la llamada
“teología de la prosperidad” según la cual “Dios te hace ver que tú eres justo
si te da muchas riquezas”. El Santo Padre ha precisado que el problema es no
unir el corazón a las riquezas porque “no se puede servir a Dios y a las
riquezas”. Porque se pueden convertir en “cadenas” que quitan “la libertad de
seguir a Jesús”.
Tal y como ha explicado el Papa, Santiago en su carta dice que “el
jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando
contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del
Señor de los ejércitos”.
En esta misma línea, ha indicado que “cuando las riquezas se hacen con
la explotación de la gente, esos ricos explotan el trabajo de la gente y esa
pobre gente se convierte en esclava”. De este modo ha explicado cómo suceden
las cosas hoy: ‘quiero trabajar’ – ‘Vale: te hago un contrato. De septiembre a
junio’. Sin posibilidad de pensión, sin aseguración médica… En junio le
despiden y julio y agosto debe comer del aire. Y en septiembre te contratan de
nuevo. “Los que hacen esto son verdaderas sanguijuelas y viven de la sangre de
la gente y la hacen esclava del trabajo”, ha precisado el Santo Padre.
Estos ricos –observa Francisco– engordan en
riquezas y el apóstol dice: “Se han cebado para el día de la matanza”.
Asimismo, ha advertido de que “la sangre de toda esta gente que ha sido
chupada” y de la que “ha sido vivida, es un grito al Señor, es un grito de
justicia”.
De este modo, el Santo Padre ha subrayado que la
explotación de la gente hoy es una verdadera esclavitud. “Nosotros pensábamos
que los esclavos ya no existían: existen. Es verdad, la gente no va a tomarlos
en África para venderlo en América, no. Pero está en nuestras ciudades. Y están
estos traficantes, estos que tratan a la gente con el trabajo sin justicia”.
Esto es peor –ha advertido– que ignorar al
pobre. “Esto es dejar morir de hambre a la gente con su trabajo para mi
provecho”, ha asegurado. “Vivir de la sangre de la gente. Y esto es pecado
mortal. Es pecado mortal. Y es necesaria mucha penitencia, mucha restitución
para convertirse de este pecado”, ha observado el Pontífice.
Para finalizar la homilía, el Santo Padre ha
invitado a pensar en este drama de hoy. La explotación de la gente, la sangre
de esta gente que se hace esclava, los traficantes de gente y no solo los que
trafican con las prostitutas y los niños para el trabajo infantil, sino ese
tráfico más ‘civilizado’: ‘yo te pago hasta aquí, sin vacaciones, sin
aseguración médica, sin … todo en negro… ¡Pero yo me hago rico!’.
De este modo ha pedido que el Señor “nos haga
entender hoy esa sencillez que Jesús nos dice en el Evangelio del día: es más
importante un vaso de agua en nombre de Cristo que todas las riquezas
acumuladas con la explotación de la gente”.
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