El mundo y los católicos en
especial tienen una especie de deslumbramiento con los exorcismos como si
fueran el culmen de la lucha contra el demonio, pero en realidad tienen sólo la
más glamorosa versión hollywoodense.
Los expertos, es decir los
exorcistas, creen que la etapa principal de lucha contra el demonio es la que
se realiza antes, previniendo su influencia y limpiándonos de sus acciones
evidentes y de las sutiles, y eso lo podemos hacer nosotros mismos sin llegar a
la gravedad de recurrir a un exorcista.
Míralo
de esta forma.
Cuando se te hinchan los tobillos te tomas la presión y si ves que está alta,
lo primero que deberías hacer es eliminar la sal de tu dieta; y si aun así
persiste deberías ir a un médico que te hará exámenes eventualmente te dará
medicamentos; y si tampoco se soluciona te dará pase a un cardiólogo; o sea que
son todas etapas desde la prevención
hasta el combate de un fuerte mal ya instalado.
UN CONTINUO ENTRE LA SIMPLE
TENTACIÓN A LA POSESIÓN
El encuentro cara a cara con el diablo es el
trabajo ordinario de un exorcista, no obstante hay que recordar que la batalla contra el demonio es permanente
para todas las personas, y el exorcismo es la última etapa, pero no la más
común, porque se puede parar antes la gravedad de la “infección” y el maligno
no opera con tanta visibilidad en todos, ya que trata de ser poco reconocible.
Nuestra
lucha diaria contra el maligno es no caer en sus redes ni ceder ante las
tentaciones que nos presenta, por eso es necesario saber cómo se maneja
comúnmente el enemigo, que lo puedes ver aquí: 10 Tácticas
Increíbles que usa el Maligno para hacernos caer.
Hay momentos en que los ataques del maligno se
hacen sentir más en cada uno de nosotros a través de tropiezos constantes que
nos suceden, obsesiones, depresiones, y en ese caso, son necesarias oraciones de liberación que puede realizar
uno mismo eventualmente apoyado por otras personas que también oren con y por
nosotros.
Si el mal se agrava, entonces queda el paso del
exorcismo. Pero la táctica no la decide el damnificado ni su entorno sino el
exorcista.
El
P. Gabriele Amorth hace una clasificación de las actividades demoníacas en 10
instancias, diferenciando las más leves como ordinarias y las más intensas como
extraordinarias. Son las actividades extraordinarias las que merecen un
exorcismo. Ver aquí.
La línea demarcatoria entre lo que es digno para
aplicar el rito de exorcismo y no lo es, resulta laxa y la define el exorcista,
del mismo modo que define las tácticas a usar en cada caso y la frecuencia con
que actuar con el rito, porque no
necesariamente el exorcista puede desalojar al “intruso” de una vez. Esta el
famoso caso del Exorcismo de
Marta, que es el caso mejor documentado de un exorcismo, en el que
el padre Fortea luchó contra 40 demonios y le llevó del 2002 al 2008.
A partir de la clasificación
que hace Gabriele Amorth podemos definir el exorcismo, diferenciándolo de la liberación,
que es bendecir y orar por un lugar o cosa, o para deshacerse de la influencia
del mal.
El exorcismo que es para
expulsar a una entidad del mal que se ha instalado y produce efectos muy
perturbadores, que se realiza con el Rito de Exorcismo de la Iglesia Católica.
Esto incluye males como el dolor físico causado por satanás, la posesión diabólica, la opresión, la
obsesión, la infestación y la subyugación o dependencia.
A la mayoría de nosotros nos
debería interesar la etapa anterior al exorcismo, porque es la más común,
porque previene de males mayores y porque la podemos instrumentar nosotros
mismos.
QUE PASA POR LA CABEZA DE LOS
EXORCISTAS
Para comprender como es que trabajan y en que se
apoyan los exorcistas presentamos una serie de frases que reconocidos exorcistas han dicho, que revelan lo que
tienen in mente.
Si leemos con atención estas
frases podemos comprender que la posesión es fruto de un alejamiento de Dios y
de la oración y un acercamiento a fuentes de ocultismo, y que más allá de la
aplicación del Rito de Exorcismo, la eficacia del exorcismo depende de la
vuelta sincera de la persona a Dios, a la oración y confesión y el alejamiento
del ocultismo.
También nos permite comprender
que el que actúa en el exorcismo es Jesús, y que más allá que la posesión u
otro fenómeno satánico sea perjudicial, es Jesús el que tomará el control si se
lo pedimos con corazón contrito y con fe.
FRASES DE LOS EXORCISTAS
Cuando
entro en una habitación para hacer un exorcismo, el diablo no me ve, ve a Jesucristo.
Yo no soy un exorcista; soy un sacerdote que hace
exorcismos. Mi gran potencia está en mi sacerdocio.
La
confesión es más poderosa que un exorcismo. Una de ellas es un sacramento y la otra es una
bendición. Una confesión vale 100 exorcismos.
El
diablo quiere destruir el alma, y el alma se cura por la confesión. Si la gente
quiere disminuir la obra de satanás, debería aumentar el uso de la confesión.
Una
vez que la línea con confesionario se hace delgada, la actividad
de satanás aumenta. Para disminuir la obra de satanás, aumentar el uso de la
confesión.
El
poder de satanás aumenta cuando las personas no creen que él sea real. Dios dice “Yo
soy, el que soy”, pero el diablo dice “Yo soy el que no soy”.
Es
mejor protegerse del mal que tratar de librarse de él. Mantente
alejado de lo oculto, ora y frecuenta los sacramentos.
Es
realmente la lucha del Señor. Yo estaba yendo en contra de un abuso ritual
satánico y un mentor me dijo que tan sólo mirara al Padre. “Confía en el
Padre, y no tienes que hacer otra cosa”, dijo.
A
veces la liberación [del mal] puede ocurrir instantáneamente o puede tomar un
tiempo.
Es una decisión deliberada desarrollar relaciones saludables, llegar a la
reconciliación, y crecer con el Señor.
Estamos
llamados a ayudar a la gente a ayudarse a sí misma. Voy a orar por
la gente y decirles: ahora tienes que decir y hacer las cosas de manera
diferente a lo que naturalmente dices. Es la naturaleza humana caer en viejos
hábitos. La gente tiene que volver a Dios y orar por la gracia. Entonces tiene
que estar dispuesta a aceptar esas gracias y tratar de hacer buenas elecciones.
Renuncia
al ocultismo o al mal. Puedo orar por alguien, pero si la persona todavía
está en sintonía con lo oculto, todavía va a ser influida por esto. Ella tiene
que romper esa relación por su propia elección.
La
ausencia de miedo es una gracia. Si dejo que el miedo me moleste, yo no puedo hacer
esto.
Una
mujer vino a mí preocupada por su hijo y la influencia del mal en su casa. Le dije que
ella y su marido deberían tomar autoridad sobre su casa. En situaciones como
éstas hay que declarar tu autoridad en oración; tú estás a cargo de tu hogar.
Ella hizo eso y los problemas se fueron.
Había
un espíritu que visitaba al hijo de alguien. Los niños vieron esto como ángeles o almas
perdidas. A menudo te puedes meter en problemas si exploras esto. No ofrezcas
ayudar o preguntar quiénes son. Deja que el Señor cuide de ellos y simplemente
ora por ellos.
Mantente
alejado del mundo psíquico. No trates de comunicarte con fantasmas o de
ayudarlos.
La
represalia es buena porque significa que estás haciendo lo correcto. Quita el drama.
No es la peor cosa en tu vida. A los espíritus malignos no les gusta ser
expulsados pero el Señor tiene algo que decir al respecto. No es drama, sino
una respuesta al amor de Dios.
No
es nuestra batalla; es la batalla del Señor.
Jesucristo
es en última instancia, el que va a dar la libertad a la gente.
Yo
ayudo a las personas de otras religiones, pero si alguien no tiene conexión con
la religión, no voy a ayudarlo. No habría propósito en hacer un exorcismo si la
gente no acepta crecer en la fe. Su situación podría ser aún peor. Se dice en
Mateo 12:45 “Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que
él, y entran a vivir allí. Y el estado final de aquel hombre resulta peor que
al principio”.
Las
posesiones son raras. Sólo he visto dos en más de cuarenta años, pero
entre la posesión y la tentación, el diablo también puede oprimir y crear
obsesiones. Esas son situaciones donde diablo es capaz de acosar a la gente.
Un
tablero de Ouija se asocia con actividades ocultas, y esto puede
ser una forma de que la gente abra una puerta al mal. Las personas deben
mantenerse lejos de cualquier cosa oculta. Puede ser que piensen que pueden
controlarlos, pero no pueden. No hay que temer, pero debemos mantenernos
alejados de ella.
Si
alguien no tiene una vida de oración y de relación con Dios, entonces el
exorcismo de él o ella podría ser como una puerta giratoria. El comportamiento
de una persona es lo que permite a un demonio entrar. Es fácil que los demonios
entren en personas que se abren a través de lo oculto.
Estamos
viviendo en un mundo muy oscuro, pero no debemos temer porque la oración expulsa
al mal y nos protege. La oración y la relación con Dios nos protegen del mal.
La
gente se olvida de que no es una lucha entre dos poderes iguales. Dios es el
Creador y el que creó al diablo. Dios será el vencedor. Jesús es Dios, y por el
poder de Jesús, el diablo es vencido.
Acá traemos testimonios de dos
extremos. Por un lado el testimonio de un sacerdote norteamericano que
actualmente se está entrenando como exorcista en Roma. Y por otro lado podremos
conocer como es una sesión de exorcismo del más veterano de los exorcistas (90
años), el Padre Gabriele Amorth,
que si bien formalmente está retirado en el Hogar Sacerdotal, tiene
acondicionada una sala donde todavía hace exorcismos de casos difíciles.
TESTIMONIO DE UN SACERDOTE
NORTEAMERICANO EN ENTRENAMIENTO
“Nunca
pensé que iba a terminar haciendo esto”, admite el sacerdote de mediana edad cuyo camino
inesperado para convertirse en un exorcista comenzó dice en una de sus primeras
misas después fue ordenado hace 15 años.
“En el momento de la consagración de la sangre
preciosale pedí al Señor bañara con su
sangre a la juventud, para ayudar a los jóvenes para que pueden tener una
vocación al sacerdocio”.
La reacción inmediata fue que un muchacho de 13 años sorprendió al
joven sacerdote,
“se cayó hacia atrás y empezó
a gruñir. Y yo pensé: ‘¡No me esperaba esto!’”
Varios
años más tarde,
y él es uno de una nueva generación de exorcistas en formación a raíz de una
decisión de los obispos de Estados Unidos en noviembre de 2010 para aumentar
considerablemente el número de exorcistas, que actualmente se estiman en 50 en
Estados Unidos.
TRES EXORCISMOS AL DÍA
El sacerdote, que es del Medio Oeste de EE.UU., que
habló a la CNA conservando el anonimato, ahora se encuentra en Roma, enviado
por su obispo bajo la tutela de los
seis exorcistas oficiales de la diócesis de Roma. En términos prácticos, eso
significa que está “involucrado en unos tres exorcismos al día”.
Su curva de aprendizaje ha sido pronunciada.
“No hay dos casos iguales. Esa
ha sido una verdadera educación para mí. El rito del exorcismo no es una
fórmula mágica”.
“No es el
diablo o el exorcista que está en el centro de esto, sino una persona
está sufriendo mucho y que está en la necesidad de cierta liberación a través
de Cristo”.
Recordando exorcismos recientes, este sacerdote
relata que,
“Una vez que comienza el rito, normalmente comienza
a manifestarse la posesión en la persona que sufre de diferentes maneras: violencia, cambio de la cara, el cambio de la
voz”.
“Él
sólo quiere intimidar, pero básicamente hay que ignorarlo y decir ‘Hey, yo soy
el que da las órdenes por aquí, amigo’”, y se rió.
DIÁLOGO CON EL DIABLO
El conocimiento angélico del demonio, significa que
los demonios son conscientes de que
Dios sólo permite sus actividades diabólicas para lograr la salvación de las
personas a través de ‘expiar el sufrimiento’.
“Estas personas que sufren se
están convirtiendo en santos (por) la ofrenda de sus sacrificios que Dios
entonces recibe y con ello bendice a grandes partes de la Iglesia en todo el
mundo”.
“Cuando uno
se lo recuerda al diablo le hace poner furioso porque sabe que está
perdiendo y por lo tanto él quiere conseguir lo que pueda, mientras que él
pueda. Si él no puede ganar las almas de esa gente, quiere al menos hacer sus
vidas miserables”.
¿UN EXORCISTA DIALOGA CON EL
DIABLO?
“Sí,
les hago una serie de preguntas: ¿Cuál es tu nombre? porque cuando se utiliza
su nombre en un comando esto lo debilita”.
Una
vez que un demonio le da su nombre, el exorcista entonces le dice que salgo y también
podría preguntar
“cómo
entró y cuando va a dejar a la persona”.
“Pero es como si todos ellos han sido entrenados de
la misma forma, dicen ‘Nunca le voy a
dejar’, ¡pero lo harán algún día!”
La
clave es limitar el diálogo, dijo el exorcista en entrenamiento
“Usted no debe hacerles
preguntas sólo por curiosidad, eso no es saludable”.
También es posible
“tirarle cosas
sólo para humillar al demonio, como invocar la presencia de santos, ángeles de
la guarda y – el más temido de todos – Nuestra Señora. Es entonces que
realmente se puede ver que hay un cambio en el comportamiento del demonio”.
El final del juego a menudo
viene cuando el diablo se revela en ataques de ira y violencia,
“es
cuando es común que lance espuma por la boca”.
En el caso de la maldición se rompa, la persona
“va a comenzar vomitando objetos que se utilizaron en la maldición o, ya sabes, el
vómito o saliva cambia de color claro a oscuro“
Es entonces el exorcista sabe
“estoy
golpeándole la casa, esto realmente está siendo eficaz y son buenas señales.
No es agradable de ver, pero tú sabes que estas siendo efectivo aquí”.
EL DIABLO ODIA LA FAMILIA
El exorcista estadounidense en
entrenamiento explicó que las causas de la influencia demoníaca varían de un
caso a otro y el impacto de los efectos del demonio también cambia con cada
caso.
Pero un
factor que parece ser una base común para la gente bajo el dominio del
diablo son
“heridas
profundas en su vida y, sobre todo, en su familia, sobre todo cuando los padres
han tomado malas decisiones y, al hacerlo, han invitado mala influencia en su
casa”.
Y enumera cosas tales como
“infidelidad
conyugal, aborto, hacer las cosas que rompen la familia”.
“Una familia es un icono; es
una imagen de la Santísima Trinidad, es por lo que el diablo odia tanto a la
familia”.
EL TESTIMONIO DE UN EXORCISMO
DEL PADRE AMORTH
Un periodista del Washington Post visita la
vivienda del Exorcista Gabriele Amorth, un hogar sacerdotal, donde hay
acondicionada una habitación para que Amorth realice.
La
vivienda del exorcista más conocido de la Iglesia Católica es un lugar sin
pretensiones, una pequeña habitación en el tercer piso de una casa para
sacerdotes ancianos escondida en un rincón oscuro del sur de Roma. El reverendo
Gabriele Amorth tiene mas de 90 años.
La habitación es austera, equipada con una cama de hospital y numerosas imágenes de
Jesús y la Virgen María. Luego están los recuerdos, que Amorth comenzó a
recoger después de ser nombrado exorcista en la década de 1980.
Ha llevado a cabo miles de
limpiezas espirituales, desde entonces, manteniendo sólo algunas de las partes
y detalles que le gusta llamar “las cosas expulsadas por la boca”. Clavos.
Llaves. Cadenas. Figuritas de plástico.
Sus servicios, aunque de gran demanda, no siempre
son necesarios.
“La mayoría de las veces no
hay presencia diabólica real, y mi trabajo radica en sugerir a los que vienen
vivir una vida de fe y oración”, dijo. “Y esto es suficiente para calmar los
temores de aquellos que temen los males del diablo.”
Pero otras veces, dijo,
“hay realmente una influencia diabólica.”
Dos
veces, Amorth dijo, vio a las víctimas levitar.
“Tratamos
de mantener a la persona en el sillón”, dijo, y agregó
que los demonios “lo hacen sólo para mostrar.”
LOS PERIODISTAS SE APRESTAN
PARA PRESENCIAR UN EXORCISMO
Una hora más tarde, Anthony Faiola y un colega
italiano son invitados a presenciar un
exorcismo.
Su habitación para el exorcismo es una cocina
modernizada, con azulejos blancos. Hay
una gran estatua de la Virgen, en la que se fijan constantemente los ojos de
Amorth, está en una esquina de la habitación.
Él
se pone una sotana negra y una estola púrpura mientras consuela a un ama de casa napolitana de 40
y algo. Su pelo está bien peinado, sus zapatillas son brillantes y lleva gafas
de sol Bulgari. De hecho, la mujer, que da su nombre sólo como Antonella,
parece perfectamente normal al principio.
Pero eso va a cambiar.
A diferencia de los rituales
rápidos que aparecen en las películas, los exorcismos reales son más de fuego
lento, a menudo con años de ritos repetidos antes de la gran limpieza.
Antonella,
que viajó hasta Roma desde Nápoles con su marido, Michele, para su último exorcismo, afirma haber
estado poseída por varios demonios durante 17 años.
Tanto ella como Michele culpan de la aflicción a la maldición de un amigo sin hijos adorador del
demonio, que dicen envidiaba la fecundidad de Antonella como madre de
dos hijos.
Ellos
sabían que algo estaba mal, dijeron, cuando Antonella comenzó a lanzar ataques
violentos después de recibir la Eucaristía en la Misa y entrar en trances en los que hablaba
arameo y alemán – idiomas que ella dijo que nunca ha estudiado. Normalmente se
necesitan tres hombres adultos para contenerla, dijo la pareja.
Después de cuatro años de
exorcismos con Amorth, sus ataques se han vuelto cada vez menos violentos. Ella
dice que ha comenzado a ver el proceso como un tratamiento a largo plazo de una
enfermedad terrible del alma.
LA SESIÓN DE EXORCISMO
Después
de una ronda de oración, Amorth, ayudado por tres asistentes, finalmente lanza
su ataque espiritual.
Comienza a cantar en latín,
mandando a los presuntos demonios dentro de Antonella a revelarse. Varios
minutos pasan antes de que Antonella reaccione. Ella comienza a ahogarse,
tosiendo con flema. Ella gime y se revuelca de ida y vuelta, como si por el
dolor, ella exigiera que pararan el canto.
Amorth se niega, gritando:
“¡Dime
tu nombre!”
Antonella
se retuerce en su asiento, con silbidos,
“¡No! ¡No!”
Ella
niega con la cabeza, sus ojos están en blanco en la parte posterior de las órbitas. Con voz
alterada, ella dice:
“¡No lo haré!”
“¡Dime
tu nombre!” Amorth repite, hasta que
finalmente ella escupe un nombre: Asmodeo, el demonio de la tradición bíblica.
“¿Cuántos
son ustedes?” demanda el sacerdote, repitiendo la pregunta
mientras Antonella gruñe y sacude la cabeza con violencia.
Finalmente, ella responde desafiante:
“¡Somos
cinco!”
Amorth
luego hace la señal de la cruz en la frente, lo que provoca que retroceda. El canto y las
bendiciones se prolongan durante varios minutos antes que Antonella se calme.
Diez minutos más tarde, ella vuelve en si como de un sueño. Ella abre los ojos
y se deja caer en la silla.
Después de su pelea con los demonios, Amorth
simplemente se encoge de hombros.
“Eso”, dice, “fue una luz.”
Fuentes:
- http://www.washingtonpost.com/world/a-modern-pope-gets-old-school-on-the-devil/2014/05/10/f56a9354-1b93-4662-abbb-d877e49f15ea_story.html
- http://www.churchpop.com/2015/06/08/american-exorcist-in-training-shares-stories-of-battling-demons-in-rome/
- http://es.wikipedia.org/wiki/Gabriele_Amorth
Foros de la
Virgen María
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